En el hogar del dise?ador Aldo Cibic
Situada en el coraz¨®n de Vicenza, en ella el trabajo se confunde con la vida dom¨¦stica El arquitecto ha conseguido que su casa sea reflejo de su m¨¢xima: decir mucho con poco
Ian, el hijo de Aldo Cibic, ha cumplido 14 a?os. Y la familia ha abandonado su casa de campo, en el Veneto, y se ha mudado a vivir al centro de Vicenza. ¡°Yo era feliz en el campo, pero ¨¦l ha decidido por nosotros¡±. No bromea Cibic. Su mujer, Cynthia, es estadounidense, y durante a?os el ni?o quiso vivir en San Francisco con sus primos. Sin embargo, llegado el momento de partir, decidi¨® que prefer¨ªa quedarse en Italia, ¡°porque aqu¨ª est¨¢ la ciudad vieja¡±. Instalados en el centro hist¨®rico, hoy tienen ¡°todo lo que necesitamos en un radio de 50 metros¡±, explican.
?¡°Hemos perdido espacio y ganado cercan¨ªa¡±. Tambi¨¦n han perdido el jard¨ªn, ¡°pero utilizamos la ciudad para pasear¡±, asegura Cibic. Cuenta que muchas ma?anas se baja a los bancos del parque a leer el peri¨®dico al sol. Esa ha sido la clave de la mudanza: cinco minutos para el colegio o la posibilidad de ir a tomar un helado con amigos.
Hemos perdido espacio y ganado cercan¨ªa". la calve de la mudanza: el colegio a cinco minutos
Dentro de la casa, el arquitecto ha hecho buena su m¨¢xima de decir mucho con poco. Explica que busc¨® un buen pintor y ara?¨® de las paredes ¡°d¨¦cadas de pintura y papel pintado para encontrar el alma de la casa¡±. Tambi¨¦n que les gusta mezclar lo viejo con lo nuevo. Ah¨ª est¨¢n los prototipos de los taburetes rojos que ide¨® para Serralunga o las l¨¢mparas y las mesas dise?adas para Paola C.
La casa es decadente, pero acogedora, y ahora, tras la sesi¨®n de desconchado, tambi¨¦n luminosa. ?l insiste: ¡°Adoro que no haya barreras entre mi vida y mi trabajo. Me podr¨ªa pasar toda la vida en el sal¨®n de mi casa. Creo que las casas del futuro ser¨¢n peque?as, pero llenas de est¨ªmulos. Que los grandes espacios ser¨¢n p¨²blicos, que se podr¨¢n compartir¡±.
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