Otro punto de vista sobre JFK
Kennedy destac¨® por su capacidad para inspirar y su cautela en decisiones dif¨ªciles
El 22 de noviembre se cumplir¨¢n 50 a?os del asesinato del presidente John F. Kennedy. Fue uno de esos acontecimientos tan estremecedores, que las personas que lo vivieron se acuerdan d¨®nde estaban cuando supieron la noticia. Yo estaba bajando del tren en Nairobi cuando vi el dram¨¢tico encabezado. Kennedy ten¨ªa tan solo 46 a?os cuando Lee Harvey Oswald lo asesin¨® en Dallas. Oswald era un ex marino descontento que hab¨ªa desertado a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Aunque su vida estuvo llena de enfermedades, Kennedy proyectaba una imagen de juventud y vigor, que hicieron m¨¢s dram¨¢tica y pat¨¦tica su muerte.
El martirio de Kennedy hizo que muchos estadounidenses lo elevaran al nivel de grandes presidentes, como George Washington y Abraham Lincoln, pero los historiadores son m¨¢s reservados en sus evaluaciones. Sus cr¨ªticos hacen referencia a su conducta sexual a veces imprudente, a su escaso r¨¦cord legislativo y a su incapacidad para ser congruente con sus palabras. Si bien Kennedy hablaba de derechos civiles, reducciones de los impuestos y de la pobreza; fue su sucesor, Lyndon Johnson, el que utiliz¨® la condici¨®n de m¨¢rtir de Kennedy ¨Caunado a sus muy superiores habilidades pol¨ªticas¨C para pasar leyes hist¨®ricas sobre estos temas.
En una encuesta de 2009 de especialistas sobre 65 presidentes estadounidenses JKF es considerado el sexto m¨¢s importante, mientras que en una encuesta reciente realizada por expertos brit¨¢nicos en pol¨ªtica estadounidense, Kennedy obtiene el lugar quince. Estas clasificaciones son sobresalientes para un presidente que estuvo en el cargo menos de tres a?os. Sin embargo, ?qu¨¦ logr¨® verdaderamente Kennedy y cu¨¢n diferente habr¨ªa sido la historia si hubiera sobrevivido?
?Qu¨¦ logr¨® verdaderamente Kennedy y cu¨¢n diferente habr¨ªa sido la historia si hubiera sobrevivido?
En mi libro, Presidential Leadership and the Creation of the American Era, clasifico los presidentes en dos categor¨ªas: aquellos que fueron transformadores en la definici¨®n de sus objetivos, que actuaron con gran visi¨®n en cuanto a importantes cambios; y los l¨ªderes operativos, que se centran sobre todo en aspectos ¡°pr¨¢cticos¡±, para garantizar que todo marchaba sobre ruedas (y correctamente). Como era un activista y con grandes dones de comunicaci¨®n con un estilo inspirador, Kennedy parec¨ªa ser un presidente transformador. Su campa?a en 1960 se desarroll¨® bajo la promesa de ¡°hacer que el pa¨ªs avance de nuevo".
En su discurso de toma de posesi¨®n, Kennedy llam¨® a hacer esfuerzos (¡°No hay que preguntarse qu¨¦ puede hacer el pa¨ªs por m¨ª, sino que puedo hacer yo por mi pa¨ªs¡±). Cre¨® programas como el Cuerpo de Paz y la Alianza para el Progreso para Am¨¦rica Latina; adem¨¢s, prepar¨® a su pa¨ªs para enviar al hombre a la luna a finales de los a?os sesenta. Sin embargo, a pesar de su activismo y ret¨®rica, Kennedy ten¨ªa una personalidad m¨¢s precavida que ideol¨®gica. Como se?al¨® el historiador de presidentes, Fred Greenstein, ¡°Kennedy ten¨ªa muy poca perspectiva global.¡±
En lugar de criticar a Kennedy por no cumplir lo que dijo, deber¨ªamos agradecerle que en situaciones dif¨ªciles actuaba con prudencia y sentido pr¨¢ctico y no de forma ideol¨®gica y transformadora. Su logro m¨¢s importante durante su breve mandato fue el manejo de la crisis de los misiles de Cuba en 1962, y apaciguamiento de lo que fue probablemente el episodio m¨¢s peligroso desde el comienzo de la era nuclear.
Deber¨ªamos agradecerle que en situaciones dif¨ªciles actuaba con prudencia y no de forma ideol¨®gica?
Sin duda se puede culpar a Kennedy por el desastre de la invasi¨®n a Bah¨ªa de Cochinos en Cuba y la subsiguiente Operaci¨®n Mangosta, el esfuerzo encubierto de la CIA contra el r¨¦gimen de Castro, que hizo pensar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica de que su aliado estaba bajo amenaza. Sin embargo, Kennedy aprendi¨® de su derrota en Bah¨ªa de Cochinos y cre¨® un procedimiento detallado para controlar la crisis que vino despu¨¦s de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica emplazara misiles nucleares en Cuba.
Muchos de los asesores de Kennedy, as¨ª como l¨ªderes militares de los Estados Unidos, quer¨ªan una invasi¨®n y un ataque a¨¦reo, que ahora sabemos podr¨ªan haber hecho que los comandantes sovi¨¦ticos en el terreno usaran sus armas nucleares t¨¢cticas. En cambio, Kennedy gan¨® tiempo y mantuvo abiertas sus opciones mientras negociaba una soluci¨®n para la crisis con el l¨ªder sovi¨¦tico, Nikita Khrushchev. A juzgar por los duros comentarios del vicepresidente de la ¨¦poca, Lyndon Johnson, el resultado habr¨ªa sido mucho peor si Kennedy no hubiera sido el presidente.
Adem¨¢s, Kennedy tambi¨¦n aprendi¨® de la crisis cubana de misiles: el 10 de junio de 1963 dio un discurso destinado a apaciguar las tensiones de la Guerra Fr¨ªa. Se?al¨®, ¡°hablo de paz, por lo tanto, como el fin racional necesario del ser humano racional¡±. Si bien una visi¨®n presidencial de paz no era nueva, Kennedy le dio seguimiento mediante la negociaci¨®n del primer acuerdo de control de armas nucleares, el Tratado de prohibici¨®n parcial de los ensayos nucleares.
La gran pregunta es ?qu¨¦ habr¨ªa hecho ¨¦l en cuanto a la guerra en Vietnam?
La gran pregunta sin respuesta sobre la presidencia de Kennedy y c¨®mo su asesinato afect¨® la pol¨ªtica exterior estadounidense, es ?qu¨¦ habr¨ªa hecho ¨¦l en cuanto a la guerra en Vietnam? Cuando Kennedy lleg¨® a la presidencia los Estados Unidos hab¨ªa algunos cientos de asesores en Vietnam del sur; pero ese n¨²mero aument¨® a 16.000. Johnson finalmente increment¨® las tropas estadounidenses a m¨¢s de 500.000.
Muchos partidarios de Kennedy sostienen que ¨¦l nunca habr¨ªa cometido ese error. Aunque respald¨® un golpe para sustituir al presidente de Vietnam del sur, Ngo Dinh Diem, y dej¨® a Johnson una situaci¨®n deteriorada y un grupo de asesores que recomendaban no retirarse. Algunos seguidores fervientes de Kennedy ¨Cpor ejemplo, el historiador Arthur Schlesinger, y el asesor de discursos de Kennedy, Theodore Sorensen¨C han se?alado que Kennedy planeaba retirarse de Vietnam despu¨¦s de ganar la reelecci¨®n en 1964, y sosten¨ªan que hab¨ªa comentado su plan al senador, Mike Mansfield. No obstante, los esc¨¦pticos mencionan que Kennedy siempre habl¨® p¨²blicamente de la necesidad de permanecer en Vietnam. La pregunta sigue abierta.
En mi opini¨®n, Kennedy fue un buen presidente pero no extraordinario. Lo que lo distingu¨ªa no era solo su habilidad para inspirar a otros, sino su cautela cuando se trataba de tomar decisiones complejas de pol¨ªtica exterior. Tuvimos la suerte de que tuviera m¨¢s sentido pr¨¢ctico que transformador en lo que se refiere a pol¨ªtica exterior. Para nuestra mala suerte lo perdimos tras solo mil d¨ªas.
Joseph S. Nye es profesor de la Universidad de Harvard y autor de Presidential Leadership and the Creation of the American Era.
Traducci¨®n de Kena Nequiz
Copyright: Project Syndicate, 2013.
www.project-syndicate.org
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.