M¨¢s flexibilidad
China suaviza las restricciones demogr¨¢ficas y toma medidas m¨¢s acordes con la apertura
El Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino desvel¨® el viernes, a trav¨¦s de la agencia oficial Xinhua, algunos de los cambios sociales que prepara para el pa¨ªs y que debati¨® a puerta cerrada hace una semana. Ninguno de ellos supone una modificaci¨®n radical para la sociedad china, pero todos perseveran en la apertura econ¨®mica iniciada hace dos d¨¦cadas y emprenden un cierto camino de modernidad social, acorde con dicha apertura. Para ello, dosifica algunas cesiones de libertad en l¨ªnea con lo que ven¨ªan exigiendo las organizaciones no gubernamentales, los pa¨ªses occidentales y la propia sociedad china.
La medida m¨¢s inesperada es la eliminaci¨®n de los campos de reeducaci¨®n en los que, seg¨²n algunos c¨¢lculos, a¨²n permanec¨ªan presas y sin juicio unas 300.000 personas. Tambi¨¦n es importante el anuncio de frenar las torturas y limitar la pena de muerte a un menor n¨²mero de delitos. Son pasos en la buena direcci¨®n para un pa¨ªs campe¨®n mundial en la pena capital y que vulnera de manera sistem¨¢tica los derechos humanos.
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Terminar con las restricciones de movimientos demogr¨¢ficos y relajar la pol¨ªtica de hijo ¨²nico son, quiz¨¢, las decisiones de mayor impacto. De manera controlada, como gusta a los dirigentes chinos, tales decisiones afectar¨¢n a cientos de millones de personas y pueden ser el principio del fin de una pol¨ªtica, como la del hijo ¨²nico, que es singular en el mundo. Impuesta en 1979, cuando la poblaci¨®n china rozaba los 1.000 millones de habitantes, ha contenido la temida explosi¨®n demogr¨¢fica del pa¨ªs, el m¨¢s poblado del planeta con 1.360 millones de personas; pero ha limitado las libertades personales y ha supuesto una gran desigualdad, por cuanto las ¨¦lites pod¨ªan eludir la prohibici¨®n pagando las multas establecidas. Detr¨¢s de la iniciativa se encuentra la necesidad de superar el riesgo econ¨®mico de una poblaci¨®n envejecida que el pasado a?o redujo por vez primera su fuerza laboral.
Se anuncia tambi¨¦n un impuesto medioambiental del que no hay m¨¢s concreciones, pero que indicar¨ªa una mayor sensibilidad ante la catastr¨®fica contaminaci¨®n del aire y del agua que sufre el pa¨ªs. Un movimiento necesario y urgente en el m¨¢s importante emisor de gases de efecto invernadero, que rechaza cualquier compromiso de reducci¨®n y que trata de duplicar la renta per capita en un tiempo r¨¦cord.
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