La rabia desluce la recuperaci¨®n
Es notable la asimetr¨ªa en el tiempo que emplea la clase pol¨ªtica en resolver problemas y promulgar leyes, dependiendo de qui¨¦n tenga inter¨¦s en su resoluci¨®n. No deja de sorprenderme que se pueda modificar la Constituci¨®n en una tarde o desmontar servicios p¨²blicos de hoy para ma?ana, supuestamente para ajustar las cuentas del Estado, y sea tan dif¨ªcil solventar por ley los fraudes a ¡°preferentistas¡± que lo eran sin saberlo o garantizar de forma efectiva derechos ciudadanos que tambi¨¦n est¨¢n ¡ªtodav¨ªa¡ª en la Constituci¨®n como son los esenciales, a un trabajo y una vivienda dignos.
La ¨²ltima de las r¨¢pidas ha sido la denominada Ley de Seguridad Ciudadana, que no parece que pretenda lo que sugiere su nombre o quiz¨¢ lo hemos interpretado mal: no es que se pretenda proteger la seguridad de los ciudadanos, sino la de las castas dirigentes ante los ciudadanos, a los que de esta forma se les privar¨¢ ¡ªincluso¡ª del derecho a manifestar sus injustas carencias. Que pobres y parados gritando su frustraci¨®n y su rabia deslucen mucho la asombrosa recuperaci¨®n econ¨®mica anunciada por el Gobierno.¡ª Luis Jos¨¦ Herrero L¨®pez.?
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