Castigos disuasorios
La sanci¨®n a los bancos que alteraron el eur¨ªbor indica que Bruselas actuar¨¢ al fin contra el fraude
No debe ser casualidad que despu¨¦s de la dura reconvenci¨®n europea a las agencias de rating Bruselas haya anunciado la sanci¨®n m¨¢s elevada de su historia regulatoria (1.700 millones de euros) a seis bancos ¡ªCitigroup, JP Morgan, Deutsche Bank, Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, Royal Bank of Scotland y el br¨®ker RP Martin¡ª por manipular de forma concertada productos derivados del eur¨ªbor y otros ¨ªndices. El mensaje impl¨ªcito en ambas decisiones, especialmente en la segunda, es que la maquinaria comunitaria est¨¢ dispuesta a actuar ante cualquier perversi¨®n de los mercados y que lo har¨¢ con especial decisi¨®n y sin tener en cuenta el nombre de los sancionados. El lema de la Comisi¨®n lo resumi¨® su vicepresidente y comisario de la competencia, Joaqu¨ªn Almunia: ¡°Castigar y disuadir¡±.
El castigo existe, desde luego, y merecido. La colusi¨®n entre las seis entidades para elevar el eur¨ªbor es algo m¨¢s que una operaci¨®n especulativa orientada a lucrarse con informaci¨®n privilegiada en un circuito financiero estanco. Encierra al menos otras dos infracciones de mayor cuant¨ªa. La primera es la vulneraci¨®n del principio de competencia, es decir, la formaci¨®n de un cartel encaminado a delinquir. El propio Almunia subraya la distorsi¨®n que supone esta colaboraci¨®n antinatural entre bancos que en un sistema abierto y transparente deber¨ªan estar compitiendo entre s¨ª. Los seis bancos han vulnerado, pues, el principio de competencia propio de cualquier mercado.
La segunda perturbaci¨®n es probablemente m¨¢s grave. El eur¨ªbor es un ¨ªndice de referencia para gran n¨²mero de contratos financieros que afectan a muchos millones de personas en Europa, sea en operaciones de inversi¨®n, de compraventa o hipotecas. Con sus enjuagues y manipulaciones, los bancos multados han subido el coste de las hipotecas o de cualquier otro pr¨¦stamo de muchos europeos; se han enriquecido, pues, al margen de las leyes del mercado y a costa de un gran n¨²mero de ciudadanos. El fraude no estaba circunscrito a un n¨²mero restringido de intermediarios o especuladores.
Editoriales anteriores
De ah¨ª que la multa sea solo el principio de una acci¨®n m¨¢s amplia contra los seis bancos; tendr¨¢n que sufrir tambi¨¦n las consecuencias de las reclamaciones legales que puedan incoar los ciudadanos que se consideren perjudicados por el encarecimiento de sus cr¨¦ditos. El coste de las reclamaciones puede multiplicar varias veces el importe de la sanci¨®n.
El efecto disuasor no provendr¨¢ pues de la sanci¨®n, puesto que los beneficios obtenidos de la manipulaci¨®n del mercado ser¨¢n probablemente muy superiores a la multa impuesta, sino del conocimiento p¨²blico de las pr¨¢cticas fraudulentas y de la amenaza de una oleada de reclamaciones de particulares. Manipular un mercado financiero es un delito econ¨®mico muy grave y no ser¨ªa un exceso que, adem¨¢s de la multa, los bancos y el br¨®ker hubieran sido castigados con la inhabilitaci¨®n temporal para operar en los mercados que contaminaron.
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