Poder para el banco

El anteproyecto de ley de supervisi¨®n y solvencia de entidades de cr¨¦dito puede resumirse en una decisi¨®n clave: conceder amplios poderes al Banco de Espa?a para que act¨²e como supervisor ¨²nico del sistema bancario en l¨ªnea con las directivas sobre regulaci¨®n bancaria que llegan de Bruselas. Aunque parezca parad¨®jico, el Banco de Espa?a ten¨ªa una capacidad de intervenci¨®n limitada en actividades neur¨¢lgicas de bancos y cajas; no es un secreto que algunos gobernadores compensaron esas limitaciones, cuando lo consideraron conveniente, con presiones pol¨ªticas y financieras muy intensas. El anteproyecto despeja muchas dudas sobre los poderes del regulador. Y se esfuerza en reordenar parte de la legislaci¨®n bancaria que, despu¨¦s de normas y directivas provisionales, parec¨ªa dispersa.

Pocas dudas caben, pues, sobre la oportunidad pol¨ªtica del anteproyecto. Donde mejor se aprecia la voluntad del Gobierno de armar al Banco de Espa?a para evitar nuevas crisis bancarias es en la regulaci¨®n de los poderes para intervenir en la actividad de las entidades de cr¨¦dito cuando rocen los requisitos de solvencia. El banco puede fijar nuevas exigencias de capital, o prohibir los dividendos o, en ¨²ltimo extremo, intervenir el banco. A todos los efectos, se convierte en una instituci¨®n autosuficiente tanto en el control de los grandes par¨¢metros como en cuestiones de detalle.

Los gobernadores ya no podr¨¢n arg¨¹ir que carecen de poder para frenar las consecuencias de la mala gesti¨®n en una entidad de cr¨¦dito; y los banqueros tendr¨¢n que ajustarse a nuevas condiciones legales que probablemente no gustar¨¢n a todos. El anteproyecto faculta al Banco de Espa?a para elevar las sanciones a la banca hasta cinco millones de euros, le permite negar las indemnizaciones millonarias a los directivos, le da capacidad para exigir la devoluci¨®n de los bonus percibidos por los gestores y habilita a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores para, por ejemplo, castigar las ventas al descubierto.

No es necesario subrayar que el anteproyecto se propone impedir que se repita una nueva crisis bancaria en Espa?a. Para ello, es decisivo dar m¨¢s capacidad de acci¨®n al Banco de Espa?a. El siguiente paso, que complementar¨ªa el control de solvencia, podr¨ªa consistir en reformar la legislaci¨®n para que los clientes (depositantes, tomadores de cr¨¦dito, compradores de activos accionariales o de inversi¨®n) dispongan de m¨¢s facilidades de informaci¨®n y reclamaci¨®n ante el regulador bancario.

Pero no est¨¢ de m¨¢s observar que la pr¨®xima crisis financiera no tendr¨¢ probablemente las mismas caracter¨ªsticas ni producir¨¢ los mismos efectos que la que acaba de darse oficialmente por cerrada. Los productos bancarios y financieros son cada vez m¨¢s sofisticados. Por otra parte, los buenos deseos y las facultades que permiten aplicarlos son irreprochables; pero la eficacia de una ley proviene adem¨¢s de su aplicaci¨®n firme e indiscriminada. Que es lo que cabe pedir para la ley que salga de este anteproyecto.