Van Gogh al rescate

La pregunta que se hacen los administradores de la ciudad de Detroit no es muy diferente de la que se hacen hoy millones de instituciones y ciudadanos: ?de d¨®nde sacar el dinero para enjugar la deuda? La de la m¨ªtica ciudad del autom¨®vil es voluminosa (18.500 millones de d¨®lares) y mientras el n¨²mero de contribuyentes desciende, sigue aumentando el de jubilados que ven peligrar su pensi¨®n.

Ahora que la quiebra de la ciudad es oficial y hay que poner en marcha los mecanismos para rescatarla, el gestor de la bancarrota, Kevin Orr, parece estar acariciando una idea que ronda a la ciudadan¨ªa desde que comenzaron los problemas: echar mano de las obras de arte del Instituto de Artes de Detroit (DIA) para lograr liquidez.

Las colecciones del DIA suman un total de 60.000 obras de distinta procedencia: desde la Am¨¦rica ind¨ªgena hasta China, pasando por Europa. Sus fondos se nutren de firmas globalmente cotizadas, como Caravaggio, Rivera, Gauguin, Rodin, Picasso o Matisse, pero la joya de su colecci¨®n es el Autorretrato de Vincent van Gogh.

Para los responsables del museo, la idea de vaciar la pinacoteca es una pesadilla que les quita el sue?o. La primera donaci¨®n de una obra de arte al DIA data de 1883 y el tesoro que se ha logrado reunir es fruto del esfuerzo de grandes coleccionistas y fil¨¢ntropos que, en los buenos tiempos, obsequiaron con generosidad a una ciudad que vio el inicio de imperios como Chrysler y General Motors, y que un d¨ªa la abandonaron huyendo de su declive, como tambi¨¦n hizo la Motown, el m¨ªtico sello musical.

Con la venta de sus colecciones o parte de ellas, la ciudad se ver¨ªa compensada en parte, pero sufrir¨ªa una p¨¦rdida irreparable, incapaz de taponar la hemorragia econ¨®mica que la ha empobrecido hasta l¨ªmites inesperados. El r¨¦cord en subasta lo logr¨® recientemente Tres estudios de Lucian Freud, de Francis Bacon (105,8 millones de euros), y el de venta directa es de Los jugadores de cartas, de C¨¦zanne (191,6 millones de euros), cantidades, en definitiva, que son calderilla para lo que necesita Detroit, la que fue la cuarta ciudad de Estados Unidos, que ni siquiera saldr¨ªa del hoyo si la banca condonara su deuda de 2.000 millones.