Purgas norcoreanas
Las intrigas en Pyongyang abren un escenario inquietante en una regi¨®n convulsa
La inusitada ejecuci¨®n de Jang Song-thaek, t¨ªo y mentor del dictador norcoreano, Kim Jong-un, destapa con toda crudeza las turbulencias que agitan al r¨¦gimen comunista y abre un escenario inquietante en una regi¨®n ya convulsa.
La sangrienta purga de Jang ¡ªque estuvo precedida por el fusilamiento de dos colaboradores¡ª no tiene precedentes. Es la primera vez que Pyongyang anuncia la ejecuci¨®n de un miembro destacado de la familia gobernante. Y es la primera vez que el r¨¦gimen, cuya propaganda escenifica siempre la adhesi¨®n incondicional al l¨ªder m¨¢ximo, ense?a sin pudor las grietas internas. Despu¨¦s de todo, Jang era hasta hace poco el segundo hombre m¨¢s poderoso de Corea del Norte.
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No hay unanimidad en las lecturas de los acontecimientos, como impone la l¨®gica al tratarse de una dictadura herm¨¦tica. Hay quienes ven en este desenlace una demostraci¨®n de fuerza del joven Kim, que asumi¨® el poder hace dos a?os, tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.
Pero otros indicios abonan la tesis de un golpe de mano contra la dinast¨ªa comunista. Por ejemplo, la publicitada puesta en escena de la ca¨ªda de Jang (su expulsi¨®n, el pasado domingo, del Politbur¨® y su posterior detenci¨®n y juicio sumario) y el tipo de cargos: no solo era traidor, tambi¨¦n depravado, corrupto y drogadicto. Hasta ahora, los Kim lavaban los trapos sucios en casa. La humillaci¨®n, inevitablemente, salpica a su esposa, t¨ªa paterna del l¨ªder y poderosa apparatchik, y no deja en buen lugar al clan. Sobre todo porque Jang ocup¨® durante muchos a?os puestos de responsabilidad y era la mano derecha del actual mandatario.
Lo que parece claro es que la purga no va a quedar ah¨ª. En la supuesta confesi¨®n, antes de ser ejecutado, Jang, defensor de las reformas econ¨®micas chinas e interlocutor privilegiado de Pek¨ªn, implic¨® a miembros de las Fuerzas Armadas en una intentona golpista que nadie sabe si es cierta, pero que hace presagiar que van a seguir rodando cabezas.
Nada de esto es tranquilizador. Kim ha dado muestras de ser inexperto e incoherente. Lo mismo aboga por la inversi¨®n extranjera como desata las alarmas con una prueba nuclear. Y lo peor es que las tensiones internas de Corea del Norte se desbordan sistem¨¢ticamente fuera de sus fronteras. Los vecinos se preparan ya, con toda raz¨®n, para las repercusiones de esta crisis.
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