Otra cena es posible

Venimos a desmitificar las cenas de navidad. Para ello hemos convocado a dos maestros de la cocina, Susi D¨ªaz y Alberto Chicote. Su misi¨®n es retarle a usted que lleva muchas festividades a sus espaldas de que se puede sobrevivir a las cenas m¨¢s importantes del a?o con una puesta en escena digna y un presupuesto ajustado. Todo ello en tiempo r¨¦cord y sin perder la sonrisa, tal y como puede comprobar en las fotos que ilustran este reportaje.

El reto est¨¢ abierto. Usted solo tiene que elegir una f¨®rmula: men¨² Susi o men¨² Chicote, y luego ponerla en marcha tal y como ellos indican. No se salte pasos, no fantasee, no haga interpretaciones libres. Lim¨ªtese a seguir las instrucciones. Seg¨²n afirma Alberto Chicote, conocido por sus sentencias contundentes, ¡°casi cualquiera puede cocinar, solo tiene que ser m¨ªnimamente disciplinado: si hay que partir los carabineros por la mitad y no se hace¡­ pues ya vamos mal. Pero si se hace tal y como lo digo, sale. Seguro¡±.

Pues eso, pong¨¢monos manos a la obra. Nuestro reto es que esta vez la cena salga bien sin que sea una obra ¨¦pica. Si le va lo natural, fresco y con color, puede optar por la propuesta de Susi D¨ªaz. Si prefiere un sabor m¨¢s sofisticado y ex¨®tico, con una pieza principal en torno a la que juntarse, su opci¨®n es la de Alberto Chicote. Si le apetece el riesgo, elija el men¨² que menos se parezca a sus rutinas navide?as, pero practique una semana antes. ¡°No son fechas para experimentos. No hay que ponerse a hacer un relleno que solo se ha visto en una revista. Hay que ir a lo seguro¡±, advierte Susi D¨ªaz, que cree que las expectativas suelen ser tan altas con este evento que es f¨¢cil equivocarse.

Alberto opina que uno podr¨ªa tomarse alguna licencia creativa. ¡°Quien se anime a hacer el men¨² que yo propongo, est¨¢ entrando en algo nuevo porque seguramente no ha hecho antes estas recetas. Para m¨ª, experimentar es siempre una buena idea. Son unas fechas en las que todo el mundo echa un poco el resto, y eso est¨¢ bien. Si sale mal, lo ¨²nico que hay que hacer es pedir perd¨®n. Y si hay tiempo, preparar otra cosa¡±.

Los ingredientes se han conseguido con un solo viaje al mercado. Una compra planificada y de presupuesto ajustado. ¡°Que sean d¨ªas de fiesta no significa escoger lo m¨¢s caro. ¡°Yo soy m¨¢s de rebuscar el producto en su mejor momento, y ver de qu¨¦ forma lo puedo montar¡±. Susi ha comprado casta?as y alcachofas y se ha permitido unas cigalas. ¡°Pero en lugar de la cigala espectacular, mucho m¨¢s cara, he buscado una m¨¢s peque?a pero igual de sabrosa. Pones dos peque?as, se ahorra dinero y no se pierde sabor¡±. La gran inversi¨®n en el men¨² de Alberto es una pintada. ¡°En realidad, podr¨ªa ser cualquier otra ave, y su cocci¨®n es quiz¨¢ lo m¨¢s novedoso del men¨², aunque sigue siendo muy sencillo¡±, asegura Alberto, que aconseja comprar un mes antes ¡°los productos que soportan bien la congelaci¨®n¡± y cuyo precio se dispara a medida que se acercan las fechas. ¡°Lo que no tiene sentido es congelar un besugo por ahorrar porque no aguanta bien; los carabineros, s¨ª. Tampoco comprar¨ªa lombarda hoy para dentro de un mes porque su precio apenas va a variar¡±.

Se encienden los fogones de Kitchen Club, una escuela de cocina por donde cada a?o pasan 10.000 personas. Son expertos en curar la fobia a la cocina y nos sirven como anfitriones del reto de los chefs a los lectores de El Pa¨ªs Semanal. Alberto y Susi se miran de reojo desde sus trincheras. ¡°?Vamos al l¨ªo!¡±, dice Chicote, que no quiere obsesionarse con los tiempos: ¡°?Cuando uno se lo pasa bien cocinando, qu¨¦ m¨¢s da tardar un rato m¨¢s! Ninguno ha tra¨ªdo demasiada parafernalia. ?Queremos algo f¨¢cil de hacer, no una obra de ingenier¨ªa!

Cuando los platos est¨¢n listos, empieza la fase de puesta en escena. ¡°Hay que currarse todas las comidas y cenas del a?o porque en eso va tu felicidad¡±, dice Alberto. Emplatar es una aut¨¦ntica obra de arte. Susi lleva concentrada en adornar su postre un buen rato, y Alberto la mira desde el fog¨®n de enfrente: ¡°Se nota que Susi es una chica fina y dulce, y yo, un borriquete¡±, bromea, pero ¨¦l invierte un tiempo similar en decorar su milhojas de mango. ?Y esto tambi¨¦n lo puede hacer cualquiera?, pregunto. ¡°Cualquiera que est¨¦ vivo, s¨ª, esto no es una cena para zombies¡±. Y esta es la ¨²ltima sentencia de Alberto Chicote. De momento.

A continuaci¨®n, las recetas de ambos cocineros.