La carrera oculta del emperador
Desde que dej¨® la F-1, Michael Schumacher se dedica a su familia, acompa?a a su esposa a los concursos h¨ªpicos y a su hijo a las competiciones de ¡®karts¡¯, aunque no ha olvidado la adrenalina de la competici¨®n, desde el esqu¨ª y al paracaidismo
A las 11.10 del domingo pasado, el cuerpo de socorristas de la estaci¨®n de esqu¨ª de M¨¦ribel, en los Alpes franceses, recibi¨® una llamada de urgencias. Alguien acababa de sufrir un percance en una zona de nieve virgen entre dos pistas, una roja (Chamois) y la otra azul (Biche). Al llegar all¨ª, lo que se encontraron fue a Michael Schumacher, el mito m¨¢s grande de la historia del automovilismo, tendido en el suelo. Seg¨²n desvel¨® d¨ªas despu¨¦s Sabine Kehm, su portavoz de toda la vida, Schumacher acababa de ayudar a un colega a levantarse cuando perdi¨® el control de los esqu¨ªs y se precipit¨® de cabeza contra una roca. Desde entonces est¨¢ en coma en la unidad de cuidados intensivos del hospital Universitario de Grenoble, en estado cr¨ªtico y peleando por seguir vivo.
Hasta aquel fat¨ªdico d¨ªa, la mayor¨ªa de gente habr¨ªa coincidido en definir al heptacampe¨®n como una persona de tremendo ¨¦xito, rica y poderosa, que a lo largo de las 19 temporadas que compiti¨® en el Mundial de F-1 estableci¨® una ristra de r¨¦cords dif¨ªcilmente igualables, a base de ambici¨®n y talento. Con el tiempo, a estos dos adjetivos se le sumaron otros menos agradables, como la soberbia y la arrogancia. Sin embargo, la consternaci¨®n universal que ha provocado el accidente de M¨¦ribel ha silenciado todas las cr¨ªticas. El grito es un¨¢nime: ?Schumi, sigue luchando! A las puertas del centro, colapsado por la prensa y aficionados, las muestras de afecto se multiplicaron ayer, en el 45? cumplea?os del Kaiser.
Algunos detalles que rodean el incidente a¨²n no est¨¢n claros, y la gendarmer¨ªa de Albertville ha abierto una investigaci¨®n. No cabe duda de que el excorredor de Kerpen es un esquiador muy competente. As¨ª lo constata Hubertus von Hohenlohe, integrante de la selecci¨®n mexicana que participar¨¢ en los Juegos de Invierno de Sochi y amigo del piloto, con quien comparte bajadas a menudo. ¡°Es elegante, tiene mucha sensibilidad y muy buena t¨¦cnica, pero a la vez es muy prudente. No he visto muchos no profesionales que esqu¨ªen como ¨¦l¡±, detallaba.
En funci¨®n de c¨®mo evolucione el Emperador, la desgracia de M¨¦ribel zarandear¨¢ a una familia que desde noviembre de 2012 disfrutaba m¨¢s que nunca de un padre loco por sus hijos, Mick y Gina Mar¨ªa, y de un marido entregado a su mujer, Corinna. Tras tantas temporadas viviendo al vertiginoso ritmo de la F-1, lleg¨® la hora de devolverles a los suyos todo el sacrificio que hab¨ªan hecho por ¨¦l. Eso significaba viajar por Europa con Mick, que compite en karts, o volcarse en los negocios de su compa?era, destacada amazona en una disciplina ecuestre denominada reining horses, una especie de doma vaquera.
Requisada la c¨¢mara del casco
Cobra verosimilitud la posibilidad de que Michael Schumacher grabara su propio accidente. Los investigadores franceses, que ayer interrogaron al hijo del piloto y un amigo presentes en el momento del percance, han requisado una c¨¢mara fijada al casco de protecci¨®n que llevaba el expiloto alem¨¢n, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n que fueron citadas por la agencia France Press. Todo ello se supo tras una jornada muy especial a las puertas del Centro Hospitalario Universitario de Grenoble, donde Schumacher se aferra a la vida. El mejor piloto de la historia, ganador de siete t¨ªtulos mundiales, cumpli¨® ayer 45 a?os, mientras sigue en coma inducido y en estado cr¨ªtico, pero estable. Cientos de seguidores se acercaron al hospital para mostrarle desde la calle su apoyo. ?Feliz cumplea?os, Schumi!,pod¨ªa leerse en ingl¨¦s en una pancarta sostenida por un ni?o y una ni?a, ¨¦l vestido de rojo con la equipaci¨®n entera de Ferrari. Se multiplicaron los mensajes en gorras, bufandas y banderas, una de ellas de grandes dimensiones, de la escuder¨ªa Ferrari.
Hasta ahora era muy habitual verle llegar a los circuitos de karting al volante de una caravana de los ochenta restaurada, o a los cert¨¢menes internacionales de equitaci¨®n conduciendo un cami¨®n con los caballos dentro. Fue ¨¦l quien le compr¨® a su esposa un rancho en Givrins (Suiza), a ocho kil¨®metros de su mansi¨®n de Gland, al suroeste del pa¨ªs, y ¨²ltimamente hasta se hab¨ªa involucrado en el negocio de la venta de mantas para caballos que ella ha puesto en marcha. Todo ello sin olvidarse de sus aficiones: las motos y los coches de carreras, y el paracaidismo, por nombrar tres de sus principales pasatiempos. Cuando dej¨® la F-1, Corinna solo le puso una condici¨®n: que no volviera a competir nunca m¨¢s.
Uno puede pensar que toda esta gratitud es lo m¨ªnimo que se le puede exigir despu¨¦s de que los suyos hayan tenido que renunciar a muchas cosas y durante tanto tiempo para que ¨¦l siguiera su camino. Sin embargo, hay episodios anteriores que ya dan pistas de la generosidad de un tipo que acumula una fortuna estimada en m¨¢s de 600 millones de euros, aunque muy pocos han trascendido debido a otra de sus obsesiones: la discreci¨®n.
Seguramente, quien mejor le conoce en Espa?a es Joan Villadelprat, que fue su jefe de equipo en Benetton, donde el alem¨¢n gan¨® sus dos primeros campeonatos (1994 y 1995). ¡°Si hay algo en ¨¦l que pasa inadvertido, es su disponibilidad y deseo de ayudar a los dem¨¢s en todo lo que pueda. Ha invertido m¨¢s de 50 millones de euros en apoyar a los m¨¢s desfavorecidos, y don¨® 10 para ayudar a reconstruir la zona devastada por el tsunami que en 2004 arras¨® las costas de varios pa¨ªses, entre ellos Malasia, uno de sus destinos de vacaciones favoritos¡±, le describe Villadelprat. ¡°Es embajador de la Unesco y est¨¢ implicado en muchas ONG, aunque siempre exige hacerlo de forma discreta¡±, resume el t¨¦cnico espa?ol, rendido a ¨¦l tanto en lo personal como en lo profesional ¡ª¡°Antes de que ¨¦l llegara, los pilotos terminaban rotos cada prueba. Ahora todos est¨¢n cuadrados y su condici¨®n f¨ªsica es de atleta¡±, dice.
En 1996, los caminos de ambos se separaron cuando Ferrari llam¨® a la puerta del chico de moda con tal de volver a ganar, algo que la marca de Maranello no consegu¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de 20 a?os. La combinaci¨®n tard¨® cinco a?os en dar sus primeros frutos, pero cuando todo cuadr¨® se volvi¨® letal. Enfundado en el mono de il cavallino rampante, Schumacher se encasquet¨® cinco coronas de carrerilla (de 2000 a 2004), estableciendo todas las plusmarcas inimaginables y gan¨¢ndose el apodo de Bar¨®n Rojo.
Nadie hasta ahora ha conseguido m¨¢s victorias (91), podios (155), poles (68) ni vueltas r¨¢pidas (77) que ¨¦l. Uno de los secretos de su ¨¦xito fue la preocupaci¨®n por la gente de su alrededor. ¡°Aunque pueda llamar la atenci¨®n, Michael tiene un coraz¨®n inmenso y es muy detallista. Siempre se acordaba de los cumplea?os de sus mec¨¢nicos y les regalaba de todo: cascos firmados, bicicletas y muchas otras cosas¡±, recuerda alguien que coincidi¨® con ¨¦l en la mayor¨ªa de sus a?os en Ferrari. Nada m¨¢s retirarse la primera vez, en 2006, regal¨® a cada uno de los miembros del departamento de carreras (550 personas) un reloj Omega de la serie especial que llevaba su nombre. Es el lado humano de un mito que ahora lucha por la vida.
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