La nueva ola alimenticia se llama quinua
El llamado 'superalimento' ha pasado de cultivo infravalorado a nutriente para astronautas. La fiebre internacional amenaza a sus consumidores tradicionales m¨¢s desfavorecidos
No s¨¦ cu¨¢ndo empez¨® a suceder ni qui¨¦n o qu¨¦ lo propici¨® (alguna instituci¨®n bienintencionada, dos o tres empresarios visionarios o la NASA para incorporarla en el r¨¦gimen alimenticio de sus astronautas), pero algo es evidente: tras milenios de estricto consumo andino, la quinua o quinoa est¨¢ en auge a nivel mundial, seduciendo con sus propiedades nutritivas y con su versatilidad y sutileza. No s¨¦ tampoco si sea un entusiasmo pasajero, una moda m¨¢s o si llegue a ser alg¨²n d¨ªa tan consumida como el trigo o el arroz, pero ahora mismo, mientras deambulo por Toronto, la ciudad donde vivo, la quinua est¨¢ en todas partes ¨Cen supermercados y restaurantes, en pasteler¨ªas y caf¨¦s¨C. No deja de ser perturbador para un boliviano acostumbrado a que su pa¨ªs irradie poco de s¨ª mismo, alguien al que le consta que la producci¨®n y el consumo local est¨¢n siendo afectados de forma severa por su inserci¨®n en la econom¨ªa global.
Lo cierto es que en la Bolivia clasemediera de mi infancia era un cultivo infravalorado, aun cuando ocupara un lugar fundamental en la dieta de la poblaci¨®n ind¨ªgena. Dentro del pa¨ªs y fuera de ¨¦l, muchos empezamos a saber ahora que la quinua puede cultivarse en diversas geograf¨ªas y condiciones ¨Cen lugares fr¨ªos o c¨¢lidos, a nivel del mar o a 4.000 metros de altura, en tierras h¨²medas o secas¨C, que su calidad prote¨ªnica es extraordinaria porque contiene los nueve amino¨¢cidos esenciales, que es rica en minerales y fibra y que est¨¢ libre de gluten. Es decir, que se mire por donde se mire es un cultivo prodigioso que responde a las obsesiones nutricionales de la ¨¦poca, lo que explicar¨ªa la fiebre desatada. Algunos de los chefs m¨¢s reconocidos de Am¨¦rica y Europa la ofrecen como una exquisitez, y la ONU declar¨® 2013 ¡°a?o mundial de la quinua¡±. Bolivia, el mayor exportador de quinua en el mundo, casi triplic¨® su producci¨®n en los ¨²ltimos a?os.
Pero ese panorama luminoso tiene un reverso sombr¨ªo: la alta demanda internacional ha encarecido la quinua localmente y, paradojas de la modernidad y del libre mercado, ahora es cada vez menos accesible para los bolivianos. Es dif¨ªcil no pensar en ellos en Toronto, donde la quinua parecer¨ªa estar en todas partes. Por primera vez en su historia milenaria, el cultivo de la quinua en Bolivia se ve enfrentado a la demanda internacional, asomando el peligro de una producci¨®n poco sostenible y de la competencia industrializada, puesto que pa¨ªses tan dis¨ªmiles como Estados Unidos, Dinamarca o India ya la producen. Es un escenario desafiante y no est¨¢ de m¨¢s subrayar que debajo de la fiebre abunda una incertidumbre inquietante para mi pa¨ªs.
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