Peligrosa tolerancia
La inacci¨®n ante el acoso que sufren dos ministras negras legitima el discurso racista en Europa
No es casualidad que en los ¨²ltimos meses est¨¦n arreciando los ataques racistas y xen¨®fobos en varios pa¨ªses europeos. El insoportable hostigamiento de que es objeto en Italia la ministra de Integraci¨®n C¨¦cile Kyenge ¡ªuna oft¨¢lm¨®ga originaria de Congo, casada con un italiano y madre de dos hijos¡ª por parte de la Liga Norte tiene que ver desde luego con el programa xen¨®fobo de esta formaci¨®n y su oposici¨®n al principal proyecto de la ministra: conceder la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Italia en virtud de un principio tan antiguo como el ius soli. Pero tambi¨¦n forma parte de una estrategia m¨¢s general, en la que coinciden fuerzas de extrema derecha de distintos pa¨ªses, destinada a ganar visibilidad de cara a las elecciones europeas. Esa es la raz¨®n de la estridencia con que la Liga Norte fustiga a la ministra, hasta el punto de publicar los actos que tiene programados para que sean boicoteados.
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Lo grave de esta situaci¨®n es la escasa reacci¨®n que estos hechos provocan. Que un cargo p¨²blico como el vicepresidente del Senado se atreva a compararla con un orangut¨¢n, o que un europarlamentario se permita decir que estar¨ªa ¡°mejor de criada que de ministra¡± sin mayores consecuencias, implica un peligroso mensaje de tolerancia hacia este tipo de actitudes. De la tibieza de la reacci¨®n se ha quejado tambi¨¦n la ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, nacida en la Guayana francesa, objeto de constantes insultos racistas.
Tratar estos asuntos como si fueran meras an¨¦cdotas es un grav¨ªsimo error. Trivializar las expresiones de racismo es contribuir a legitimar el discurso del odio al diferente. Fuerzas populistas y xen¨®fobas est¨¢n recurriendo de nuevo a la estrategia de crear enemigos interiores y exteriores contra los que dirigir el miedo de la gente al futuro, y la inseguridad que genera una sociedad cada vez m¨¢s injusta y desigual. No se pueden aceptar como meras opiniones lo que son flagrantes delitos, ni tolerar como si fuera una inocua confrontaci¨®n de ideas los embites del racismo y la xenofobia. Varios de los partidos que siguen esta estrategia est¨¢n concertando un ¡°asalto a las instituciones¡± en las pr¨®ximas elecciones europeas, con el objetivo de combatir desde dentro el proyecto de avanzar en la integraci¨®n. Defender el proyecto de la Uni¨®n Europea exige poner diques en cada pa¨ªs a un discurso que lo que en realidad quiere es destruir los valores de igualdad, justicia y solidaridad en los que se fundamenta el proyecto europeo.
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