Isabel II inicia una ¡°sucesi¨®n tranquila¡±

El pr¨ªncipe Carlos cada vez parece estar m¨¢s cerca de ocupar el trono del Reino Unido. No es que su madre Isabel II tenga intenci¨®n de abdicar en su favor. Eso nunca ha sido parte de la tradici¨®n mon¨¢rquica inglesa. Sin embargo, el heredero al trono brit¨¢nico compartir¨¢ m¨¢s responsabilidades con la reina e incluso la representar¨¢ con m¨¢s asiduidad en actos p¨²blicos, algo que se interpreta como la se?al m¨¢s clara de que su camino hacia el trono comienza a allanarse. Seg¨²n se supo esta semana, la casa real brit¨¢nica est¨¢ a punto de anunciar la fusi¨®n de las oficinas de prensa de la reina de Inglaterra y de su hijo Carlos. Ser¨¢ Sally Osman, la actual responsable de comunicaci¨®n del heredero y ex jefa de relaciones p¨²blicas de la BBC, quien se encargar¨¢ de combinar ambas agendas en lo que a todas luces parece una estrategia para ir delegando poco a poco las obligaciones de la reina en su hijo. Los observadores, sin embargo, descartan por completo que pueda producirse una abdicaci¨®n como ha sucedido recientemente en Holanda y B¨¦lgica.

Seg¨²n desvelaba el domingo The Sunday Times, se trata de una estrategia cuyo objetivo es despejar el camino hacia ¡°una sucesi¨®n tranquila¡±. ¡°La idea es la de pasar el testigo a la siguiente generaci¨®n¡±, explicaban a dicho peri¨®dico fuentes de la casa real. De hecho, a lo largo del ¨²ltimo a?o se ha visto como la reina compart¨ªa con m¨¢s asiduidad su presencia en actos p¨²blicos con Carlos de Inglaterra y su mujer, o con sus nietos Enrique y Guillermo. En su actual agenda para 2014 s¨®lo hay una visita oficial al extranjero y est¨¢ previsto que tambi¨¦n acuda acompa?ada de su hijo. Ser¨¢ un viaje particularmente significativo: el 6 de junio se conmemora en Francia el setenta aniversario del desembarco de Normand¨ªa. ¡°Nos han dicho que probablemente ¨¦ste sea su ¨²ltimo viaje oficial al extranjero¡± aseguraba en el Sunday Times un miembro del equipo que organiza los festejos del D¨ªa-D.

Despu¨¦s de 261 viajes oficiales en sus 62 a?os de reinado, la reina, que cumplir¨¢ 88 a?os el pr¨®ximo abril, se muestra cada vez m¨¢s cansada en sus apariciones p¨²blicas. No obstante, este a?o superar¨¢ a su antepasada la reina Victoria, que ostenta el r¨¦cord de permanencia en el trono ingl¨¦s, con 63 a?os de reinado. Sin duda tiempo m¨¢s que suficiente para decir basta, aunque en ning¨²n caso se contempla una abdicaci¨®n y tampoco se explicar¨¢ de forma oficial en qu¨¦ consistir¨¢ la estrategia de creciente delegaci¨®n de funciones en los herederos al trono. ¡°Ser¨ªa el equivalente a declarar una regencia y eso despertar¨ªa todo tipo de complejas situaciones constitucionales¡± explica un portavoz de la casa real.

Como todo en la monarqu¨ªa brit¨¢nica, la idea es que los cambios se produzcan poco a poco y que los ingleses los vayan asimilando casi sin darse cuenta. ¡°Esto no va a ser un cambio abrupto, es un proceso gradual que se desarrollar¨¢ en los pr¨®ximos a?os, es una sucesi¨®n tranquila¡± apuntaba un antiguo miembro de la casa real en el citado diario.

Si Carlos de Inglaterra asume poco a poco responsabilidades de cabeza de familia, significa que sus hijos Enrique y Guillermo tendr¨¢n a su vez que sustituirle a ¨¦l. No es casualidad que el pr¨ªncipe Enrique acabe de dejar su trabajo como piloto militar para instalarse en un despacho desde el que coordinar¨¢ eventos conmemorativos para el ej¨¦rcito. Su hermano Guillermo, en cambio, ya est¨¢ embarcado en el aprendizaje para llevar las riendas del ducado de Cornualles, que heredar¨¢ de su padre el d¨ªa que ¨¦ste se convierta en rey.

Pese a todos estos movimientos, desde Buckingham se advierte que la reina sigue trabajando. ¡°Cada d¨ªa se la puede ver ofreciendo audiencias y cargando con el malet¨ªn rojo donde se guardan los papeles del gobierno¡±, declar¨® un antiguo ayudante real. Adem¨¢s, de momento no tiene intenci¨®n de abandonar su encuentro semanal con el primer ministro, un acicate intelectual y dial¨¦ctico que como se recordaba en la exitosa obra de teatro The Audience, que arras¨® en el West End el pasado invierno, ha sido la sal y pimienta de su vida pol¨ªtica durante 62 a?os.