Scarlett Johansson deja Oxfam por su pol¨¦mico fichaje con una empresa israel¨ª
La actriz se va de la ONG porque vet¨® que fuera imagen de Sodastream, una m¨¢quina de zumos La factor¨ªa donde se fabrican se sit¨²a en una colonia de Cisjordania: suelo ocupado palestino
Scarlett Johansson abandona Oxfam. Tras ocho a?os como embajadora, recaudando fondos y ayudando a concienciar al mundo sobre la lucha humanitaria de la ONG, la actriz ha decidido marcharse y cerrar as¨ª la pol¨¦mica Sodastream, generada despu¨¦s de convertirse en el rostro de esta marca israel¨ª cuya factor¨ªa se encuentra en suelo ocupado palestino, en una colonia de Cisjordania, una violaci¨®n de la legislaci¨®n internacional denunciada por Oxfam insistentemente. Como reconoci¨® la ONG en un comunicado, publicitar Sodastream y trabajar para Oxfam es ¡°incompatible¡±. La campa?a emprendida por asociaciones palestinas y propalestinas de todo el mundo hab¨ªa llevado las contradicciones de la actriz a un callej¨®n donde la ¨²nica salida era la renuncia, en un sentido o en otro.
Los representantes de la int¨¦rprete neoyorkina han enviado una nota a la agencia AP en la que explican que, ¡°respetuosamente¡±, se marcha de la ONG por ¡°diferencias fundamentales de opini¨®n¡± respecto a este esc¨¢ndalo, aunque ¡°muy orgullosa¡± de sus logros de estos a?os. El s¨¢bado, en otro comunicado, Johansson defendi¨® que su intenci¨®n ¡°no fue nunca la de ser el rostro de un movimiento social o pol¨ªtico¡± y apoy¨® ¡°la cooperaci¨®n econ¨®mica y la interacci¨®n social entre Israel y Palestina¡±, una labor empresarial a la que Sodastream ¨Cuna firma que fabrica m¨¢quinas para hacer refrescos caseros- contribuye, a su juicio, ¡°tendiendo puentes¡± entre los territorios. En aquella nota citaba expresamente la ciudad en la que est¨¢ ubicada la firma, Maale Adumim, reconocida como colonia por Naciones Unidas, un detalle que ha omitido en todas sus declaraciones.
Johansson -jud¨ªa de origen por su rama materna aunque no suele hacer alusi¨®n alguna a sus ra¨ªces-, comenz¨® a trabajar con Oxfam en 2005 y en 2007 se convirti¨® en embajadora, una forma de representaci¨®n con la que viaj¨® a proyectos de Kenia, Sri Lanka o India. Su aportaci¨®n anual era de 100.000 euros que ahora se pierden. Con Sodastream, en cambio, firm¨® un contrato en enero, convirti¨¦ndose en su primera embajadora mundial en un momento en el que la firma trata de impulsarse en Estados Unidos, donde lleva implantada casi cinco a?os. Su filosof¨ªa de introducir burbujas a cualquier l¨ªquido, reduciendo el gasto de botellas, ha sido el gancho para la actriz, usuaria de sus productos y defensora del medio ambiente. El anuncio que han grabado conjuntamente se emitir¨¢ el 2 de febrero durante la final de la Super Bowl de la NFL, aunque tampoco en este punto falta pol¨¦mica: la cadena Fox se ha negado a emitirlo por su frase final: ¡°Lo siento, Coca Cola y Pepsi¡±, entendida como una cr¨ªtica a tan potente competencia.
Tras conocer la renuncia de Johansson, Oxfam ha colgado en su web un comunicado en el que acepta su decisi¨®n, se muestra agradecida "por sus muchas contribuciones¡± y respeta su ¡°independencia¡±, pero insiste en que no puede apoyar a empresas como Sodastream, ¡°que operan en asentamientos y profundizan en la pobreza permanente y en la negaci¨®n de los derechos de la comunidad palestina¡±, a la que ellos sirven sobre el terreno. Fuentes de oficina de esta ONG en Jerusal¨¦n han confirmado que el ¡°debate interno¡± ha sido ¡°muy duro e intenso¡± estos d¨ªas, evaluando pros y contras de contar en sus filas con la actriz m¨¢s famosa del mundo y, a la vez, con alguien que contradice los valores esenciales de la entidad. En las principales redes sociales se han generado campa?as para pedirle a Oxfam que expulsase a Johansson. Ella se ha adelantado con su adi¨®s.
Hubert Murray, nieto y sobrino nieto de los fundadores de la asociaci¨®n, se sum¨® a las cr¨ªticas a la int¨¦rprete, llam¨¢ndola ¡°embajadora de la opresi¨®n¡±, una voz m¨¢s dentro de las miles que han empleado en Twitter el hashtag #NoScarJo, para presionar contra su colaboraci¨®n con empresas en colonias. El principal impulsor de estos mensajes ha sido el grupo BDS (Boicot, Desinversi¨®n, Sanciones), que re¨²ne a m¨¢s de 200 entidades palestinas y propalestinas dedicadas esencialmente a denunciar a quien colabora con la ocupaci¨®n en el plano econ¨®mico, cultural o acad¨¦mico. Entre sus apuestas m¨¢s virales, los memes o fotomontajes en los que Johansson aparece con sus refrescos ante el muro de separaci¨®n de Cisjordania o los checkpoints israel¨ªes, con frases como ¡°Dejad libres a las burbujas. Los palestinos pueden esperar¡± o ¡°Igualdad de derechos, cooperaci¨®n econ¨®mica, vecinos trabajando unos junto a otros¡ Soy tan guay¡±, parafraseando su defensa de Sodastream.
El Comit¨¦ Nacional del BDS, en nombre de la ¡°sociedad civil palestina¡±, pidi¨® repetidamente a Oxfam que se alejase de Johansson, porque su ¡°credibilidad quedar¨ªa empa?ada¡±, tras el apoyo verbal dado por la actriz a Sodastream. En la empresa israel¨ª, por su parte, no quieren valorar la decisi¨®n de su nueva embajadora y se remiten a la declaraci¨®n emitida hace pocos d¨ªas en la que se recuerda la ¡°oportunidad econ¨®mica¡± que se brinda a los casi 500 empleados palestinos que acuden a su pol¨ªgono a trabajar junto al resto de la plantilla israel¨ª y la ¡°riqueza¡± que promueve entre unos y otros.
La creciente presi¨®n de la campa?a BDS ha llevado a Israel esta semana, incluso, a tratar el tema en un consejo de ministros.
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