Lo que queda de playa
El ¨²ltimo kil¨®metro de franja costera sin edificar de Orihuela (Alicante) resiste al embiste del ladrillo gracias al empe?o de su alcalde, el 'verde' Monserrate Guill¨¦n
Donde llega la vista hacia la derecha, edificios. Hacia la izquierda, edificios. Unos metros por detr¨¢s, una valla de obra, una carretera y m¨¢s edificios. Delante, la playa y un azul casi infinito. El ¨²ltimo kil¨®metro de costa sin edificar de Orihuela (Alicante), en Cala Mosca, ya tiene entre matorrales parte de los bordillos de las calles, las alcantarillas y las cajas el¨¦ctricas. Si no est¨¢n ya tambi¨¦n las casas es solo por una peque?a planta end¨¦mica del Mediterr¨¢neo, la jarilla de cabeza de gato (Helianthemum caput-felis).Resulta significativo que en Alicante hayan desaparecido de playas y acantilados m¨¢s de la mitad de los ejemplares de esta especie propia. De poco sirvieron en el pasado las protestas de los ecologistas para evitar el tsunami de cemento en las costas valencianas. Sin embargo, esta vez, uno de esos ecologistas es el alcalde.
Salvado in extremis hace unos d¨ªas de un tercer intento de moci¨®n de censura para sacarle del despacho principal del Ayuntamiento de Orihuela, Monserrate Guill¨¦n, de Los Verdes, aguanta en minor¨ªa como la peque?a jarilla de cabeza de gato frente a las excavadoras. ¡°En Cala Mosca no se puede construir, falta un estudio de impacto ambiental; el anterior Ayuntamiento mir¨® para otro lado¡±, resume. Lejos de amedrentarse, el alcalde dispara al hablar de sus predecesores del PP, varios de ellos implicados en causas legales por irregularidades urban¨ªsticas. ¡°En los a?os buenos del ladrillo esto fue la locura¡±. Seg¨²n cuenta, hay zonas en las que se redujo de forma ilegal la separaci¨®n entre edificios para ara?ar m¨¢s metros que edificar, incluso desapareci¨® una calle entera, solo exist¨ªa en los mapas. Parad¨®jicamente, el alcalde cree que los intentos de echarle nada tienen que ver con el urbanismo. La crisis limpi¨® de gr¨²as la costa, y Cala Mosca es una excepci¨®n por estar en primera l¨ªnea de playa. ¡°Lo m¨¢s jugoso ahora son los residuos¡±.
Sus palabras contrastan con las de Juan Enrique Serrano, abogado urbanista clave en la expansi¨®n del ladrillo en Orihuela y toda esta parte del sureste espa?ol, que representa al Grupo Gomendio en el caso de Cala Mosca, donde est¨¢n proyectadas 1.500 casas. ¡°Yo entiendo que no hay conflicto, hemos identificado 5.000 plantas de la especie protegida y estamos de acuerdo en crear una microrreserva. La idea es construir las 1.500 viviendas en esa parcela, pero cambi¨¢ndolas de sitio¡±, comenta, confiado en colocar esta ¨²ltima pieza en el puzle de hormig¨®n comenzado hace 30 a?os. Son bastantes los municipios espa?oles que ya han edificado m¨¢s del 90% de sus primeros 500 metros de franja costera: Marbella, Mijas, Fuengirola, Benic¨¤ssim, Torremolinos¡ Incluso los que llegan al 100%.
¡°Es un atentando al sentido com¨²n construir esas casas que no necesitamos¡±, protesta el alcalde ante un mapa. Sobre el papel, destaca el espacio libre de Cala Mosca, pero tambi¨¦n urbanizaciones antiguas demasiado pegadas al mar. La nueva Ley de Costas permite amnistiar muchas edificaciones, y organizaciones como Greenpeace temen que sea aprovechada para seguir rellenando huecos. ¡°No hay m¨¢s remedio que regularizar esto¡±, opina el pol¨ªtico, que apoya la norma del PP. ¡°Incluso siendo verde, creo que lo que est¨¢ construido no se puede tirar¡±. Aprovechando esta nueva ley, cien municipios costeros han pedido la reducci¨®n de la protecci¨®n del dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre.
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