Discursos y relatos
No falta debate en Espa?a, sino una traducci¨®n a la pol¨ªtica de los argumentos que se exponen cada d¨ªa en art¨ªculos o libros
Anda el maestro Santos Juli¨¢ renegando por el mundo contra s¨ª mismo por haber puesto de moda el concepto de relato. Y es que contempla desolado que se utiliza de cualquier manera, sobre todo en demasiadas ocasiones para designar que es posible construir una idea ¨²nica de c¨®mo pasaron las cosas.
Pasqual Maragall intent¨® sin ¨¦xito, antes de que el alzh¨¦imer se cebara con ¨¦l, pactar un ¨²nico relato de la historia de Espa?a entre el Gobierno central y el catal¨¢n. Aquello era un disparate, pero tambi¨¦n una demostraci¨®n de que sab¨ªa de d¨®nde ven¨ªan los tiros. Porque un relato ¨²nico es imposible (e indeseable), pero ¨¦l sab¨ªa que sus competidores, los nacionalistas puros, como los de Converg¨¨ncia o Esquerra, llevaban tiempo poniendo sobre el tapete un formidable aparato justificativo del rechazo a Espa?a. El ¨¦xito de un eslogan tan endeble y manipulador como ¡°Espa?a nos roba¡± no se habr¨ªa producido sin el concurso previo de un buen grupo de intelectuales comprometidos con la idea etnicista desde hace a?os. A imagen y semejanza de lo conseguido por la abiertamente racista Liga Norte en Italia.
Pasqual Maragall intent¨® sin ¨¦xito pactar un ¨²nico relato de la historia de Espa?a entre el Gobierno central y el catal¨¢n
No falta debate en Espa?a, no faltan ideas al respecto. Lo que falta es la traducci¨®n a la pol¨ªtica de los argumentos que se exponen cada d¨ªa en art¨ªculos o libros. No es mal ejemplo el de la espl¨¦ndida refutaci¨®n, escrita por Jos¨¦ ?lvarez Junco y Javier Moreno Luz¨®n, del art¨ªculo de C¨¦sar Molinas en este mismo peri¨®dico, o el del art¨ªculo de Jos¨¦ Borrell y Joan Llorach sobre la manipulaci¨®n de las balanzas fiscales en los ¨²ltimos a?os.
La derecha del PP parece tenerlo claro. El trabajo minucioso e ilustrado de la Fundaci¨®n FAES, dirigido por Francisco Javier Zarzalejos, sobre los argumentos del nacionalismo catal¨¢n es una excelente gu¨ªa para militantes, ya muy digerida, que permite armar un discurso convincente.
Donde se echa en falta esta consistencia es en el PSC o el PSOE. Y eso acaba por tener sus consecuencias pol¨ªticas profundas. La propuesta federal, que no est¨¢ descrita en su necesaria exposici¨®n de motivos y de acciones concretas, resulta a¨²n desdibujada. Basta para comprobarlo echar un rato para charlar con un militante (o un dirigente) socialista. Los balbuceos se acumulan cuando se les pide explicar cu¨¢les son los motivos de esa propuesta. Al final, lo ¨²nico que resulta claro de un encuentro as¨ª es que las cosas est¨¢n mal y hay que dar alg¨²n paso para arreglar la conllevancia.
Hay una definici¨®n de Gramsci que sigue siendo muy feliz, la del partido como intelectual org¨¢nico. Si se deja aparte su contenido de clase y se actualiza con otros menos precisos, como podr¨ªa ser comunidad o grupo social, claro. Ese intelectual org¨¢nico de la socialdemocracia que deber¨ªa ser el PSC, que deber¨ªa ser el PSOE, est¨¢ obligado, si quiere proponer un modelo de sociedad, a reflexionar sobre la Historia con may¨²sculas. Y a concluir un discurso convincente que nos explique por qu¨¦ hay que hacer las cosas de una manera y no de otra. Eso lleva tiempo. Pero acaba dando frutos. Est¨¢ bien lo de relato, profesor Juli¨¢.
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