¡°?A ti no te han hecho la ablaci¨®n?¡±
La fundadora de Kirira ha conseguido con su organizaci¨®n evitar cientos de mutilaciones a adolescentes en Kenia
Fue pr¨¢cticamente por casualidad. Cientos de ablaciones femeninas se han evitado en Kenia por una feliz coincidencia. La que propici¨® que Estrella Gim¨¦nez fuera de safari al pa¨ªs en una fecha en la que iban a hacer la mutilaci¨®n genital a varias ni?as de la regi¨®n de Tharaka. Pas¨® por all¨ª a visitar a unos ni?os que ella y su marido ten¨ªan apadrinados con Ayuda en Acci¨®n desde hac¨ªa a?os y quedaron horrorizados. Hoy, 14 a?os despu¨¦s, la fundaci¨®n que preside es un referente en la lucha contra esta pr¨¢ctica y socia de esta ONG en las campa?as que realiza en Kenia.
¡°Ah, ?pero a ti no te han hecho la ablaci¨®n¡±. Cuando una keniana le hizo esta pregunta sorprendida, Gim¨¦nez se dio cuenta de que hab¨ªa un claro problema de informaci¨®n. Para empezar, entre las propias mujeres, ya que hablar de eso entre ellas era totalmente tab¨². Solo lo mencionaban si se les preguntaba y daban por hecho que se trataba de algo ineludible. En esa primera visita a Kenia poco pudo hacer, m¨¢s que tratar de explicar que, obviamente, ni ella ni sus hijas hab¨ªan pasado por esa tortura, que no era algo ni bueno ni mucho menos obligatorio.
Fue en el a?o 2000. Esas conversaciones fueron el germen de un grupo de trabajo al que denominaron Kirira, y que ahora es una fundaci¨®n que trabaja con personas en el terreno para concienciar sobre la ablaci¨®n. Desde entonces, Gim¨¦nez, 51 a?os, maestra de idiomas en un colegio de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), ha acudido cada a?o al pa¨ªs. ¡°Es un proceso lento, no es lo mismo construir un pozo que cambiar mentalidades, pero poco a poco se van consiguiendo cosas¡±, relata.
Es un proceso lento. No es lo mismo construir un pozo que cambiar mentalidades"
Es dif¨ªcil hacer c¨¢lculos exactos, pero para saber el ¨¦xito de sus campa?as se gu¨ªan por las ni?as que dejan la educaci¨®n en secundaria. ¡°Cuando una adolescente no vuelve a clase, quiere decir que la van a casar, lo que a su vez significa que le van a practicar una mutilaci¨®n genital¡±, cuenta Gim¨¦nez. En las escuelas donde colaboran (50 en Tharaka y 25 en Tangulbeiy, en el centro de Kenia), cada a?o faltaban unas 200 con respecto al anterior. El curso pasado esa cifra se redujo a tres.
Para conseguirlo, la clave es hablar. Hablar con naturalidad, primero de lo importante que es la educaci¨®n, explicar por qu¨¦ es beneficioso para una adolescente continuar los estudios en lugar de casarse a los 14 a?os. Por eso, parte importante de la acci¨®n de Kirira, adem¨¢s de promover escuelas y crear casas de acogida para ni?as que huyen de la ablaci¨®n, se basa en dar becas de estudios. ¡°Apadrinamos a adolescentes, no a ni?os peque?os, ya que son ellas las que sufren este drama¡±, explica Gim¨¦nez. Despu¨¦s de tratar el tema de la educaci¨®n, en los talleres que hacen tambi¨¦n se conversa sobre la mutilaci¨®n en s¨ª, sobre los problemas sanitarios y psicol¨®gicos que puede entra?ar. ¡°Les ponemos ejemplos sencillos; les contamos que en un pa¨ªs hay costumbres buenas y otras que no lo son tanto. Yo les digo que mi madre, en Espa?a, no pod¨ªa abrir una cuenta en un banco sin el consentimiento de su marido y que eso ha ido cambiando con el tiempo¡±, dice Gim¨¦nez.
Es lo mismo que han necesitado para asentarse entre las comunidades con las que trabajan. ¡°Poco a poco han visto que hac¨ªamos un trabajo serio. Una vez vino a visitarnos el vicepresidente del Gobierno keniano en helic¨®ptero a ver c¨®mo trabaj¨¢bamos, fue alucinante, pero muestra que van reconociendo nuestra labor¡±, explica. Han pasado de recibir el dinero de unos cuantos amigos a conseguir aportaciones de todo tipo de instituciones, adem¨¢s de las de Ayuda en Acci¨®n, que es uno de los principales financiadores de sus proyectos.
Kirira ha conseguido que entre las ni?as escolarizadas de las poblaciones donde trabajan se reduzca dr¨¢sticamente la mutilaci¨®n genital, pero el reto que tienen por delante es hacerlo tambi¨¦n entre las adolescentes que no van al instituto. ¡°Representan un 40% del total de ni?as de esas edades y suelen ser las m¨¢s listas, ya que sus sus padres las eligen para cuidar al ganado¡±, sentencia Gimenez un d¨ªa antes del d¨ªa mundial de la mutilaci¨®n genital femenina.
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