Milagros de la tecnolog¨ªa
La catedral de Palencia se llena de sensores inal¨¢mbricos que avisar¨¢n de cualquier contratiempo
Las obras empezaron en el siglo XIV, pero la catedral de Palencia no se termin¨® hasta 1516. La llaman la bella desconocida, es de estilo g¨®tico, aunque conserva elementos de ¨¦pocas anteriores, visigodos y rom¨¢nicos. Con el tiempo se fueron incorporando tambi¨¦n piezas decorativas renacentistas, barrocas y neocl¨¢sicas, as¨ª que, se se aplica finamente el o¨ªdo, dentro de sus paredes pueden escucharse los murmullos de siglos de cristiandad. Hace poco la catedral ha experimentado una intervenci¨®n de otro tenor. No se trata de ninguna aportaci¨®n art¨ªstica, ni tampoco religiosa, aunque alguno pueda ver que tiene algo de milagroso. Lo tendr¨ªa, desde luego, para los millares de artesanos y trabajadores que han levantado el prodigio a lo largo de los siglos y que se sorprender¨ªan ante unas peque?as cajas del tama?o de un paquete de tabaco que informan al instante de cuanto ocurre en las tripas del edificio.
Es muy posible que ning¨²n visitante consiga reparar en ninguno de los 130 dispositivos inal¨¢mbricos que se han colocado en las distintas dependencias de la catedral ¡ªnaves, capillas, torres, la girola, el museo...¡ª y que est¨¢n ah¨ª para dar noticia de cualquier s¨ªntoma que pueda exigir una respuesta inmediata. Variaciones en la temperatura, humedades, fisuras en las piedras. O, en fin, la parsimoniosa e infatigable labor de los xil¨®fagos: ya sean termitas, capricornios, carcomas o l¨ªctidos, lo que est¨¢ claro es que les gusta con locura la madera y no tienen la menor consideraci¨®n por el valor que atesoran las piezas que tan ricamente se meriendan.
No ha sido cosa de San Antol¨ªn, que da nombre a la catedral, esta suerte de milagro tecnol¨®gico. Se trata de un proyecto financiado por la Uni¨®n Europea y que se propone prevenir antes que curar. Siete siglos son muchos siglos para que una catedral conserve impecables sus nervios interiores y para que resistan inc¨®lumes sus variados tesoros, ya sea un triforio ¡ªal que han instalado un sensor para alertar sobre la evoluci¨®n de una grieta¡ª, un retablo, una pintura o alguno de los libros que cuentan la historia de la catedral. Adem¨¢s de ser la bella desconocida, a partir de ahora es tambi¨¦n la dama inteligente.
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