La marcha atr¨¢s

Pensaba que la Transici¨®n espa?ola hab¨ªa terminado. Que era ya parte de la historia como los 33 reyes godos o la Restauraci¨®n borb¨®nica. Pero me acabo de enterar por el se?or N¨²?ez Feij¨®o que la Transici¨®n no se culminar¨¢ hasta que caiga el ¡°r¨¦gimen¡± pol¨ªtico andaluz y dejen de gobernar esa comunidad los que la gobiernan. Hay quien se lo ha tomado muy mal, como una ofensa a Andaluc¨ªa. En realidad, es una declaraci¨®n que enlaza con uno de los perezosos dogmas establecidos en la apropiaci¨®n conservadora de la Transici¨®n: el del ¡°voto cautivo¡± andaluz. En Galicia, y eso ata?e al se?or Feij¨®o, existe el relato del ¡°voto acarreado¡±. Un profesional de este menester confes¨® a las c¨¢maras: ¡°Acarreo muertos para Pompas y vivos para votar.¡± Ya puestos, en el camino se produce a veces un episodio del realismo m¨¢gico: los ¡°difuntos votantes¡±. Una peculiaridad etnogr¨¢fica admirable: la gente quiere votar est¨¦ donde est¨¦. En la cautividad o en el m¨¢s all¨¢. Pero el comentario de Feij¨®o tiene adem¨¢s un efecto imprevisto, a la manera en que Epimeteo abre la caja de Pandora. ?Cu¨¢ndo, de verdad, se podr¨¢ dar por terminada la Transici¨®n? Entendida como proceso democr¨¢tico, la Transici¨®n solo puede tener un sentido: avanzar en derechos, transparencia y participaci¨®n. A una banda de m¨²sica, en 1936, los falangistas le obligaron a destocar el himno de Riego. ?C¨®mo se destoca un himno? Tuvieron que tragar las notas de m¨²sica. Cada d¨ªa estamos asistiendo al proceso de destocar la Transici¨®n. Nos estamos tragando las notas de la democracia. Lo que ha ocurrido con la justicia universal es una verg¨¹enza. Lo que se trama respecto del aborto no es una ley democr¨¢tica sino puro decisionismo, un acto de poder contra la voluntad popular y de violencia contra las mujeres. Y la consulta democr¨¢tica catalana ser¨ªa buena para Catalu?a y para Espa?a. No, la Transici¨®n no ha terminado.