Una forma de redenci¨®n

He aqu¨ª una foto con la que estar¨¢ de acuerdo todo el mundo, y no solo por el consenso idiota que suscita el blanco y negro, sino por algo m¨¢s profundo, quiz¨¢ m¨¢s lateral. ?Qui¨¦n va a disentir de una biblioteca? Las bibliotecas, como los documentales de La 2, provocan adhesiones un¨¢nimes. No se sabe de nadie que est¨¦ en contra de ellas ni de los documentales de la naturaleza. De ah¨ª que las bibliotecas se encuentren al borde de la extinci¨®n y que La 2 tenga tan poca audiencia. Pero qu¨¦ sosiego el que se respira entre los ficheros de metal y las estanter¨ªas de madera, qu¨¦ met¨¢fora del orden, qu¨¦ bien. El microcosmos que tenemos a la vista nos pone en contacto con aquella parte de nosotros a la que le gustar¨ªa que le gustara la sabidur¨ªa.

Es lo que tiene observar las cosas al microscopio, que hasta un paramecio (ese protozoo con forma de zapatilla) tiene su l¨®gica interna y su sentido. Lo malo es cuando abres el foco y observas el contexto. Esta fotograf¨ªa fue tomada en la Biblioteca Nacional de Francia, en Par¨ªs. El se?or del primer plano, que dec¨ªa cosas tan preocupantes como que no nos comunicamos con el lenguaje, sino en el lenguaje, se llama Walter Benjamin y, vaya por Dios, es jud¨ªo. Significa que la ha jodido, porque nos encontramos en 1939 y Hitler est¨¢ a punto de invadir Francia, de donde Benjamin tendr¨¢ que salir por piernas, si me permiten la expresi¨®n. Se suicidar¨¢ al a?o siguiente, en Port Bou, tambi¨¦n por jud¨ªo. Y por sabio. Pero la contemplaci¨®n de esta foto nos redime de no leerle, como la admiraci¨®n por los documentales nos redime de no ver La 2.