Las dos caras de Pharrell Williams
Convierte en oro todo lo que toca. Es el hombre del momento en el negocio global de la m¨²sica Valedor de los ¨¦xitos ¡®Get Lucky¡¯, de Daft Punk, y ¡®Blurred lines¡¯, de Robin Thicke, con los que ha conquistado el Grammy al mejor productor de 2013, vuelve a la carga con disco en solitario Esta es la cr¨®nica de un tenso encuentro con ¨¦l en Londres, donde habla de sus canciones, de las mujeres, de su famoso sombrero y de por qu¨¦, al contrario de lo que ¨¦l hizo, le gustar¨ªa que su hijo fuese a la Universidad
?Qui¨¦n diablos es Pharrell Williams? ?El guaperas cool y megaenrollado que derrocha belleza y juventud eternas mientras menea el esqueleto al son de la primera audici¨®n p¨²blica de los temas de su nuevo ¨¢lbum de estudio y narra con extrema simpat¨ªa las an¨¦cdotas que rodean a cada una de sus canciones, o el desafiante cuarent¨®n que al d¨ªa siguiente apenas tiene fuerzas para mantenerse sentado en un sof¨¢ y pone cara de qui¨¦n me mandar¨ªa a m¨ª hablar con periodistas? ?El hedonista bailongo rodeado de bellas chicas ligeras de ropa que canta con sorna junto a su colega Robin Thicke el estribillo de Blurred lines, tachada de sexista por frases como ¡°eres la zorra m¨¢s caliente de este sitio¡±, o el hombre con cara de circunstancia que meses despu¨¦s de aquel pol¨¦mico ¨¦xito musical del verano entona un discurso a favor de los derechos de las mujeres ante un centenar de cronistas internacionales convocados para conocer su ¨²ltima creaci¨®n en solitario? ??ngel o demonio? ?Seductor nato o pasota incorregible? Seguirle la pista durante veinticuatro horas permite ver algunas de las m¨¢s extremas mil y una caras del rey Midas del pop contempor¨¢neo.
Porque si hay algo fuera de toda duda es que Pharrell Williams es el hombre del momento en el negocio global de la m¨²sica. El pasado verano puso a medio mundo a danzar al son del ya citado pelotazo Blurred lines que orquest¨® para Robin Thicke, y al otro medio, al ritmo del megahit Get lucky, coproducido con la leyenda guitarrera del funk Nile Rodgers para el sonado regreso discogr¨¢fico de los rob¨®ticos Daft Punk y en el que brilla su cotizada y sedosa voz al servicio de la causa. El valedor de estos dos grandes himnos mainstream, que le han reportado el reciente Grammy al mejor productor de 2013, reconoce hoy que aquellos ¨¦xitos tuvieron mucho que ver con la posterior llamada que recibi¨® a finales del a?o pasado desde el mismo sello con el que Daft Punk hab¨ªa firmado su ¨²ltimo disco. Y as¨ª fue como Columbia, filial de Sony, le propuso volver a encerrarse en un estudio. Pero en esta ocasi¨®n para concebir un long play exclusivamente suyo, suceso que no ten¨ªa lugar desde hace casi ocho a?os. La cifra del fichaje-estrella, como contar¨¢ Williams a este periodista, ¡°es algo que s¨ª podr¨ªa saberse, aunque probablemente se trate de un asunto insignificante; hace a?os habr¨ªa dicho ¡®?oh, s¨ª!¡¯, pero eso no es lo importante para m¨ª ahora mismo. Dej¨¦moslo en que han sido muy generosos¡¡±.
Teniendo en cuenta lo que el se?or Williams ha supuesto desde el cambio de milenio hasta nuestros d¨ªas como prol¨ªfico productor y compositor de una dilatada n¨®mina de artistas, que van desde monstruos como Michael Jackson hasta Madonna, pasando, entre otros muchos, por Justin Timberlake y Shakira, o los raperos Jay-Z y el inefable Snoop Lion ¨Cantes conocido como Snoop Dogg, quien durante una descacharrante conversaci¨®n con ¨¦l perpetrada recientemente en su canal de YouTube (GGN) le agradec¨ªa haberle descubierto que, m¨¢s all¨¢ del gansta-rap de sus or¨ªgenes, su m¨²sica ¡°tambi¨¦n pod¨ªa llenarse de vida¡±¨C, solo puede catalogarse de privilegio formar parte del centenar de cronistas congregados en la sede londinense de Sony para escuchar los sincopados compases de su nuevo ¨¢lbum. Una performance con los comentarios en directo del propio artista celebrada una semana antes de su lanzamiento, el pasado lunes, 3 de marzo.
Girl, la nueva criatura de Pharrell Williams, estaba prevista para mayo. Pero la compa?¨ªa discogr¨¢fica aceler¨® estrepitosamente el proceso de su salida al mercado para que coincidiera con el d¨ªa siguiente a su actuaci¨®n en la reciente gala de los Oscar de Hollywood. Una ceremonia donde tambi¨¦n tuvo lugar el desenlace de su candidatura a la estatuilla dorada por la mejor canci¨®n original en la que compet¨ªa por Happy, banda sonora de Mi villano favorito 2 y uno de los 10 temas del ¨¢lbum que ya ha vendido como single m¨¢s de un mill¨®n de copias digitales.La tentaci¨®n era demasiado fuerte para no aprovechar el tir¨®n de los Oscar en el despegue de Girl, m¨¢s si cabe despu¨¦s del revuelo que Williams mont¨® en el Staples Center de Los ?ngeles (California) el pasado 26 de enero al presentarse en la gala de los Premios Grammy tocado con un formidable sombrero marr¨®n de grandes proporciones que se convirti¨® en la sensaci¨®n de la noche e incendi¨® Twitter con comentarios como el del reputado gur¨² de la moda Andr¨¦ Leon Talley, quien no dud¨® en catalogar el sombrero de marras como ¡°brillante¡± y a Williams como el mejor vestido del evento. Poco tard¨® en nacer una nueva cuenta de Twitter dedicada al complemento que a la ma?ana siguiente atesoraba m¨¢s de 16.000 seguidores.
Descubriste que m¨¢s all¨¢ de mis or¨ªgenes ¡®gansta-rap¡¯, en mi m¨²sica tambi¨¦n hab¨ªa vida¡±, le dijo recientemente el afamado rapero Snoop Dogg
Y de esa misma guisa, con otro modelo similar sobre su cabeza, pero de color gris, este creador de tendencias planetarias que convierte en oro todo lo que toca hace entrada a media tarde de un jueves en una c¨¢lida sala de la sede londinense de Sony donde escucharemos los cortes de Girl junto a ¨¦l y otro centenar de periodistas, un par de m¨¢ximos ejecutivos de la compa?¨ªa, la guap¨ªsima esposa de Williams y una encantadora fan de nombre Queen que toma asiento en primera fila. La audici¨®n transcurre como si estuvi¨¦ramos en el c¨®modo sal¨®n de una casa, aderezada con los estupendos bailes en directo del artista y sus comentarios entre tema y tema. Con ustedes, la cara m¨¢s carism¨¢tica y amable de Pharrell Williams.
Calzado con unas Adidas blancas pintarrajeadas por ¨¦l mismo y vestido con unos vaqueros con el talle bajo el trasero (convenientemente tapado con calzones) y una camiseta blanca con el logo de su marca de ropa Billionaire Boys Club (club de los muchachos billonarios), da rienda suelta con cada sexy movimiento de cabeza a su sombrerazo y va anunciando a los artistas que han concebido con ¨¦l estos temas. Los nombres van, entre otros, desde las voces de la princesa del ?twercking Miley Cirus ¨C¡°mi hermana peque?a¡±, seg¨²n Williams¨C, Justin Timberlake y Alicia Keys hasta las potentes cuerdas de Hans Zimmer con las que arranca el disco y que van apareciendo espor¨¢dicamente a lo largo del mismo entre bajos y percusiones al m¨¢s puro estilo cl¨¢sico R&B. Diez canciones en total que destilan una producci¨®n exquisita y que incluyen la ya famos¨ªsima Happy, que Williams ha convertido en un espectacular videoclip de 24 horas donde cientos de habitantes an¨®nimos de Los ?ngeles danzan por la calle alternando con famosos como el exjugador de los Lakers Magic Johnson, y que representa una de las mejores inyecciones de buen rollo de los ¨²ltimos tiempos en su versi¨®n condensada de cuatro minutos. ¡°Desde el primer momento supe que este disco se llamar¨ªa Girl¡±, explica Williams. ¡°Son ellas, las mujeres, lo m¨¢s importante de mi carrera. Actualmente no ga??nan lo mismo que los hombres y todav¨ªa sufren discriminaci¨®n en muchas partes del mundo. Pero cuando todo esto cambie, cuando las que lideren el mundo sean ellas, y ellas presidan las naciones, quiero poder haber estado en el lado correcto de la historia¡±. Ese fue el mensaje de la velada. Williams se esmer¨® en dejarlo claro a la audiencia mostrando la mejor versi¨®n de s¨ª mismo.
Veinticuatro horas m¨¢s tarde, su encantadora sonrisa hab¨ªa desaparecido. Incluso la delicada piel negra de su rostro, que le hace parecer 10 o 20 a?os m¨¢s joven a sus casi 41, parec¨ªa exhausta y descolorida. Los enviados especiales iban saliendo desolados paulatinamente de la suite 730 del muy lujoso Corinthia Hotel London por no haberle podido sacar m¨¢s que monos¨ªlabos. Bien entrada la tarde-noche, este periodista fue el pen¨²ltimo del d¨ªa en acceder a la habitaci¨®n donde Williams afrontaba el fin de una larga jornada que comenz¨®, seg¨²n explicaron despu¨¦s fuentes de la compa?¨ªa discogr¨¢fica, a las cuatro de la ma?ana para ultimar algunas mezclas del ¨¢lbum y continu¨® con intervenciones televisivas, mesas redondas con corresponsales y una larga ronda de entrevistas promocionales cara a cara.
Nos recibe levant¨¢ndose a duras penas de un gran sof¨¢ que preside el sal¨®n, convertido en improvisado estudio de televisi¨®n, y tras un fuerte apret¨®n de manos suelta un bostezo tipo le¨®n de la Metro Goldwyn Mayer. Con ustedes, la versi¨®n fuera de combate de Pharrell Williams. Tras sentarnos a su lado en el sof¨¢ y decirle que venimos de Espa?a, donde alguna de sus canciones ser¨ªa una buena receta para levantar los alica¨ªdos ¨¢nimos contempor¨¢neos, y despu¨¦s de que ¨¦l comente que ¡°Espa?a es un pa¨ªs hermoso, con gran historia, que, t¨² sabes, ha dejado su huella en todo el planeta¡±, entramos en materia acerca de su discurso de la noche anterior.
¨CAyer, tras aclarar que esta nueva obra est¨¢ dedicada a las mujeres, hizo un alegato en defensa de sus derechos y manifest¨® la intenci¨®n de estar en el lado correcto de la historia cuando estos se materialicen. ?Est¨¢ tratando de limpiar la imagen sexista con la que le han asociado por haber concebido con su colega Robin Thicke la pol¨¦mica canci¨®n Blurred lines?
¨CEn absoluto. No hay apolog¨ªa en mi nuevo disco. Pero, por otra parte, lo que siento es lo que coment¨¦ con vosotros ayer, ?sabes? Ese papel actual de las mujeres y c¨®mo la sociedad est¨¢ tan descompensada en el trato hacia ellas. Se ve en esa gente que intenta, por ejemplo, decir a las mujeres cu¨¢ndo pueden abortar y cu¨¢ndo no.
?Qui¨¦nes se creen esos pol¨ªticos para decirles a las mujeres cu¨¢ndo pueden abortar y cu¨¢ndo no?¡±
¨CEso es justo lo que los pol¨ªticos que gobiernan en Espa?a est¨¢n intentando ahora.
¨C?Pues de d¨®nde vienen esos pol¨ªticos? Del puente dorado de una mujer. As¨ª que, ?c¨®mo pueden decirle a una mujer lo que tiene que hacer con su cuerpo? Un hombre puede contribuir a la humanidad, pero nosotros no tenemos esos puentes dorados. Ellas son la piedra angular de la humanidad.
Pone cara de chico malo para apuntalar su parlamento. Pero no hay drama en su biograf¨ªa. No es un chico del gueto salvado por la m¨²sica. Hijo de una profesora hoy retirada y de un operario que hoy restaura coches antiguos, naci¨® en la primavera de 1973 en Virginia Beach (Estados Unidos). ¡°Mis padres son afroamericanos¡±, apunta con la misma cara de tipo duro al mencionarle los rumores que circulan por la web sobre el supuesto origen filipino de su madre que podr¨ªa explicar la finura de su rostro y los ojos rasgados. Fueron sus padres quienes le enviaron a un campamento musical de verano tras observar las dotes del peque?o Pharrell, alias Skateboard-P, para la percusi¨®n. As¨ª fue como conoci¨® a su compadre Chad Hugo (este s¨ª, de confirmado origen asi¨¢tico-estadounidense), con el que fund¨® de adolescente The Neptunes y comenz¨® a funcionar en el negocio sin haber acabado todav¨ªa el instituto. No lleg¨® a pisar la Universidad. ¡°Mi universidad iba a ser la vida. Mis profesores fueron otros m¨²sicos, situaciones y momentos. Y mi examen de acceso a esa universidad fue la concienciaci¨®n, aquella ma?ana en la que me levant¨¦ y tuve la intenci¨®n de aprender en cada momento. Fue cuando entr¨¦ en esta industria con mi amigo Chad, algo que ocurri¨® muy pronto en nuestras vidas¡±.
Muchos a?os despu¨¦s de haber redefinido con su colega Chad las bases del hip-hop y el R&B entre finales de los noventa y el cambio de milenio, saboreando hoy las mieles del ¨¦xito, le preocupa que su hijo, Rocket Man Williams, que tiene cuatro a?os y es fruto de su relaci¨®n con Helen Lasichanh, con quien se ha casado recientemente, s¨ª contin¨²e por una senda m¨¢s acad¨¦mica que la suya. ¡°Por supuesto, quiero que ¨¦l vaya a la Universidad. Cada uno recorre su propio camino, pero quiero que ¨¦l tenga la mayor informaci¨®n posible para recorrerlo y tomar sus propias decisiones¡±.
Mientras habla resulta imposible no dirigir la mirada hacia el sombrerazo que cubre su cabeza. Es el mismo modelo que el de la gala de los Grammy, pero en color rosa fucsia. Aquella misma ma?ana hab¨ªa sacado a subasta ben¨¦fica el de color marr¨®n que luci¨® por primera vez a finales de enero. La puja arranc¨® en 200 d¨®lares y a mediod¨ªa superaba los 10.000. Convencido de que impondr¨¢ el llamativo accesorio como tendencia global, explica: ¡°Este sombrero representa la individualidad. Te dir¨¦ que no solo a m¨ª, sino que muy pronto vas a ver a muchos m¨¢s llev¨¢ndolo. Vas a ver la individualidad por todas partes, a mucha gente expresando que lo que te hace diferente es lo que te convierte en especial¡±.
De momento, la p¨¢gina web de la dise?adora brit¨¢nica Vivienne Westwood anuncia disponibilidad para finales de marzo de modelos de este sombrero de monta?a que la tienda Worlds End Store fabrica a mano para ella desde 1980 y que se present¨® por primera vez en el desfile de oto?o-invierno de 1982 titulado por Westwood Nostalgia of Mud Collection (Nostalgia del barro), inspirada en las mujeres peruanas andinas que llevaban grandes sombreros y bailaban con sus beb¨¦s a la espalda y que cont¨® con la inestimable colaboraci¨®n del m¨²sico y empresario Malcolm McLaren. Pero m¨¢s all¨¢ del impacto que esta prenda ha vuelto a tener gracias a Pharrell Williams, lo interesante en t¨¦rminos comerciales es que ¨¦l es una marca global en s¨ª mismo.
Ocupa el decimocuarto lugar en la lista Forbes de los 20 raperos mejor pagados del mundo, con unos ingresos en 2013 estimados en nueve millones de d¨®lares. Lo mismo estampa su nombre en una l¨ªnea de joyas para Louis Vuitton que en otra de muebles para Domeau & P¨¦r¨¨s. Tambi¨¦n es cofundador de las l¨ªneas de ropa Billionaire Boys Club y Ice Cream Clothing, as¨ª como creador de la firma I Am Other, con un canal en YouTube sobre m¨²sica, moda, arte y entretenimiento. Mencionarle el episodio por el que el rapero Will I Am le acusa de supuesto plagio por usar en su marca el t¨¦rmino ¡®I Am¡¯provoca en Pharrell una cara de mucho, pero que mucho, cabreo. Y pronuncia con rostro amenazante a su interlocutor una respuesta que recuerda a las de los m¨ªticos enfrentamientos en el negocio del hip-hop en los noventa. ¡°No le conozco. Que Dios le bendiga¡±.
La tensi¨®n termina de dispararse al preguntarle por su mansi¨®n de Miami, donde a¨²n mantiene un halfpipe que hace honor a su alias, Skateboard-P, y sobre la que han salido recientes anuncios p¨²blicos de venta. Confirma que no tiene intenci¨®n de mudarse del para¨ªso de Florida, y acto seguido decide parar la entrevista.
¨CA¨²n no he vendido mi casa, pero¡ ?Qu¨¦ tienen Will I Am y esto que ver con mi disco?
¨CTiene que ver con todo lo que usted hace, con su vida y con su carrera.
¨CVale. Eres un t¨ªo superintuitivo, y tus preguntas me est¨¢n resultando interesantes y diferentes, pero no sigamos con m¨¢s asuntos de este tipo. Volvamos a elevar la conversaci¨®n.
¨CIntent¨¦moslo.
¨CS¨ª, se?or, intent¨¦moslo.
¨CLlegados a este punto, ?se siente como el tipo que maneja el cotarro del negocio global de la m¨²sica?
¨CEs la gente la que maneja el cotarro. No te equivoques. Yo hago una canci¨®n, pero ellos han de responder. La gente tiene el poder. ?Qui¨¦n elige a un presidente?
¨CSer¨ªa muy interesante analizar eso a fondo. Hay lobbies, intereses oscuros¡
¨CPero en la mayor¨ªa de los pa¨ªses es la gente la que lo hace. La raz¨®n por la que una compa?¨ªa es boyante es porque la gente responde a sus productos. Y lo mismo pasa en este negocio. La gente es el mayor poder aqu¨ª.
¨CY eso es una presi¨®n a?adida. ?Se ve en este negocio dentro de 10 o 20 a?os? ?No est¨¢ cansado de toda la parafernalia que le rodea?
¨CPor supuesto que esto es algo para toda la vida. Nunca me siento cansado de algo como descubrir una nueva melod¨ªa. La m¨²sica es algo que puede hacer que personas distintas entren en una habitaci¨®n y todas puedan sentirse tocados por ella. Se trata de algo poderoso, pero si hay algo todav¨ªa m¨¢s grande que eso es la respuesta humana que provoca.
Dicho esto, la mujer que supuestamente fiscalizaba la conversaci¨®n ¨Cm¨¢s bien atenta a su tel¨¦fono m¨®vil¨C avisa de que han pasado 22 minutos y hay que abandonar la suite 730 para dejar paso a otro periodista. El artista se despereza sobre el sof¨¢, a modo de despedida, para terminar a duras penas algo que consiste en hablar de s¨ª mismo y que tiene pinta, al menos hoy, de gustarle muy poco. Tomar despu¨¦s alguna cerveza e intercambiar impresiones con otros colegas en el hall del hotel Corinthia permite certificarlo. Por all¨ª veremos pasar media hora despu¨¦s a Pharrell Williams tocado con su sombrerazo rosa fucsia. Muestra la misma cara de entre agotamiento y enfado de unos minutos atr¨¢s, pero en cuanto le para una seguidora con su hija peque?a para pedirle una foto con ¨¦l, su sonrisa volver¨¢ a lucir radiante y su piel volver¨¢ a brillar con ese tono de ¨¦bano que le hace parecer m¨¢s joven. Ser¨¢ solo un destello, porque acto seguido pasar¨¢ por la mesa donde los plumillas apuran sus copas y saludar¨¢ con un f¨²nebre ¡°gracias por lo de hoy, t¨ªos¡±, antes de meterse con su esposa y su s¨¦quito de asistentes, ch¨®feres y guardaespaldas en una caravana de furgonetas Mercedes de color gris metalizado y cristales tintados de camino a la g¨¦lida y ventosa noche londinense.
Adem¨¢s del incuestionable gran m¨²sico que es, dicen de ¨¦l que hoy por hoy es el hombre m¨¢s cool del planeta. A tenor de lo visto puede que, en realidad, su car¨¢cter sea el de un gran actor. O quiz¨¢ sea todo lo contrario: simplemente, un tipo con muchas caras que no puede evitar mostrarlas con total naturalidad seg¨²n se encuentre en cada momento. Y eso tambi¨¦n es muy cool.
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