Ensayo conseguido
Las primarias valencianas del PSOE muestran que hay vida m¨¢s all¨¢ de los partidos
Inspiradas por un esfuerzo de democratizaci¨®n, las elecciones primarias celebradas por el Partido Socialista en la Comunidad Valenciana han resultado un ¨¦xito como primer ensayo del nuevo m¨¦todo en una de las organizaciones pol¨ªticas m¨¢s importantes. No todas las federaciones del PSOE est¨¢n dispuestas a ese tipo de primarias abiertas a los ciudadanos ¡ªa¨²n pesan el miedo a la manipulaci¨®n externa y los peque?os c¨¢lculos de la relaci¨®n de fuerzas entre afiliados¡ª, pero es seguro que estimular¨¢ a los aspirantes socialistas a La Moncloa en cuanto acabe la campa?a a las elecciones europeas de mayo, ¨²ltimo obst¨¢culo que les retiene antes de lanzarse. De momento se callan porque a todos les interesa iniciar esa batalla tras un buen resultado electoral.
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El ensayo valenciano ha funcionado tanto por la normalidad de la votaci¨®n como por la participaci¨®n alcanzada: se inscribieron 66.900 votantes para las primarias de un partido que cuenta con poco m¨¢s de 16.000 militantes, y el 80% de aquellos acudieron a las urnas. En absoluto se trata de un paso de gigante (la Comunidad Valenciana cuenta con un censo de 3,5 millones de electores), pero es justo valorarlo como un revulsivo capaz de lanzar el mensaje de que, por necesarios que sigan siendo los partidos de afiliados, hay vida m¨¢s all¨¢ de ellos.
Es verdad que la avanzadilla valenciana constituye un entrenamiento de caracter¨ªsticas muy particulares. El ganador, Ximo Puig, que es un hombre de aparato ¡ªno en vano se trata de un afiliado de larga trayectoria, en la actualidad secretario general del PSPV¡ª se arriesg¨® a presentarse a unas primarias abiertas en vez de seguir el m¨¦todo cerrado utilizado en alguna ocasi¨®n anterior. Ni ¨¦l ni el candidato alternativo, Toni Gaspar, forzaron la m¨¢quina de las discrepancias en los debates celebrados antes de la votaci¨®n, por miedo a que fueran usados en su contra por el PP. El desgaste de los populares en la Comunidad Valenciana tras casi 20 a?os ininterrumpidos en el poder, marcados por la crisis econ¨®mica y los casos de corrupci¨®n, tambi¨¦n favorece las din¨¢micas encaminadas al intento de relevo.
En todo caso, el ejemplo valenciano sobrepasa el ¨¢mbito socialista e interpela al conjunto de las fuerzas pol¨ªticas. Falta mucha cultura de primarias, al fin y al cabo un procedimiento importado de Estados Unidos, que se ha aplicado en Europa ¡ªsolo parcialmente¡ª como elemento incrustado entre reglas diferentes a las del sistema original. No pocos desconf¨ªan en Espa?a. Sin embargo, es evidente que se acaba el tiempo de las maniobras en la oscuridad y de las disciplinas de hierro. De los partidos depende leer correctamente ese fen¨®meno o seguir enroc¨¢ndose entre grupos de notables, una f¨®rmula que se antoja cada vez m¨¢s ineficaz en una sociedad atravesada por tentaciones abstencionistas y antipartidistas, seg¨²n las encuestas, pero que, por lo que se ve, aprovecha las oportunidades de hacer notar su inter¨¦s por la pol¨ªtica.
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