Carapao: "Buscamos la ropa bien hecha, elaborada con tiempo y mimo"
Por Isabel Garc¨ªa, de Caras de la Informaci¨®n
Carapao?es el nombre, en portugu¨¦s, de un pez, el jurel.?Carapao?es tambi¨¦n el nombre de una marca de ropa y complementos, nacida hace unos meses, entre Espa?a y Portugal. Amparo y Marta, madre e hija, idearon este proyecto en tierras lusas evocando el recuerdo de esa manera de hacer las cosas, sin prisas, con cari?o, persiguiendo el esp¨ªritu de las cosas especiales, de lo que est¨¢ bien hecho y tiene alma y personalidad. Adem¨¢s, ten¨ªan muy claro que quer¨ªan que la suya fuese una marca sostenible, que evitara m¨¦todos de fabricaci¨®n masivos en pa¨ªses lejanos. Apostando desde el origen por una producci¨®n peque?a, artesanal, trabajando con productores locales que les ayudasen a cuidar los detalles y a sentir cada prenda como un trocito ¨²nico de Carapao. Para sus creaciones utilizan materiales naturales de primera calidad: lana, seda y lino. Recientemente se han establecido en Enfant Terrible, una tienda multimarca situada en pleno coraz¨®n del barrio de Salamanca de Madrid, que apuesta por los nuevos dise?adores con alma.
?Qu¨¦ os inspir¨® a crear Carapao?Tenemos una casa en Portugal y conoc¨ªamos una f¨¢brica tradicional, muy antigua, que hac¨ªa linos. Hab¨ªamos ido muchas veces a comprar telas para hacernos ropa. Cuando regres¨¢bamos a Madrid a la gente le gustaban esos modelos porque eran dise?os que no encuentras en ninguna tienda, ni las telas, ni las hechuras, esas telas son dif¨ªciles de encontrar. Es ropa muy sencilla, bastante bien hecha y las telas, de bastante calidad. Y un d¨ªa se nos ocurri¨® ?Por qu¨¦ no hacer ropa para otros? Encontramos una costurera y comenzamos a dise?ar.
Una de vuestras premisas a la hora de crear Carapao era la calidad de los tejidos y que fuera una marca sostenible.
S¨ª. Pensamos que tal vez si el cliente sabe c¨®mo y de d¨®nde viene la prenda final le resultar¨ªa m¨¢s atractiva. Por eso contamos en las etiquetas toda la historia del producto, c¨®mo est¨¢ hecho, d¨®nde, por qui¨¦n y en qu¨¦ condiciones. Creo que si tienes toda esa informaci¨®n te ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil decantarte por una prenda como las que hacemos en Carapao. Quer¨ªamos promover negocios locales, la artesan¨ªa, la calidad, recuperar tradiciones, y la vuelta a los peque?os talleres de costura que trabajan cada prenda con un cari?o especial, todo ese mundo que nos encanta.
Desde el comienzo trabaj¨¢is con artesanos, talleres de costura y peque?as f¨¢bricas. ?Os ha sido dif¨ªcil encontrar estos colaboradores?La f¨¢brica de las lanas, que est¨¢ en la Sierra de la Estrella en Portugal, estaba a punto de quebrar, y la han recuperado. Incluso siguen funcionando los telares antiguos. Es un lujo ver c¨®mo trabajan con m¨¦todos tradicionales. Son pocos trabajadores, pero han decidido volver a hacer las cosas como antes. Han restaurado toda la maquinaria para mantener la manera de trabajar del pasado. Los linos son producidos en el norte de Portugal, los terciopelos de seda son de Marruecos, te?idos con tintes naturales. Adem¨¢s nos implicamos mucho en el proceso, nos apasiona saber qui¨¦n hace nuestras prendas y c¨®mo las hace, hablar con las costureras, y darnos cuenta del cari?o con que cosen cada falda o abrigo, porque eso se nota en el resultado final: est¨¢n bien cosidas, ninguna prenda es igual a la otra, y buscamos que cada una tenga, por ejemplo, un forro diferente. No hay dos piezas iguales, cada pieza es casi ¨²nica. Creo que eso tambi¨¦n est¨¢ volviendo: no queremos ir todos iguales, preferimos vestir ropa hecha con mimo, como la que hac¨ªan las antiguas modistas. Pod¨ªan partir de un figur¨ªn pero le daban un toque para que se adaptase a tu cuerpo y estilo. Con el taller que trabajamos, todo se hace bajo pedido. Aqu¨ª, en Madrid nos ha sido imposible encontrar bordadoras. Tenemos una en Portugal que nos hace vainicas para las s¨¢banas, bajo pedido tambi¨¦n, bordadas a mano.
Espa?a ha sido un pa¨ªs muy rico en artesan¨ªa donde las cosas se han hecho muy bien, pero lleg¨® un momento en que no se valor¨®. ?Estamos volviendo a recuperar esa forma de hacer las cosas?Pensamos que las cosas bien hechas duran m¨¢s. A lo mejor pagas m¨¢s pero lo que adquieres tiene m¨¢s calidad. Tengo unas botas de cuando mi madre ten¨ªa veinte a?os que se las hizo un se?or y las sigo usando yo. Est¨¢n tan bien hechas que parece que durar¨¢n toda la vida. Nos encantan ese tipo de prendas que incluso pueden pasar de generaci¨®n en generaci¨®n. No nos interesa la ropa perecedera, lo nuestro son los dise?os atemporales, crear prendas que siempre est¨¦n en tu armario, y que te guste ponerte en todo momento, no esas prendas que son el fruto de una corriente moment¨¢nea que obedece a dictados caprichosos.
?C¨®mo responde la gente ante esa historia que cont¨¢is en la etiqueta de cada prenda?La gente aprecia nuestra forma de entender la confecci¨®n y creaci¨®n de ropa; les encanta enterarse de d¨®nde vienen los tejidos y c¨®mo se ha fabricado lo que va a llevar puesto. En nuestra ¨²ltima visita al Mercado de Motores en Madrid, el p¨²blico tocaba las telas, y les llamaban la atenci¨®n el tacto de las lanas, los linos o la suavidad de los terciopelos. Muchos se sorprend¨ªan de las colchas. Son telas que hemos te?ido nosotras mismas y que est¨¢n bordadas a mano. El comentario general era: esto ya no se hace. Creo que es importante buscar tu sitio, y el nuestro est¨¢ en la b¨²squeda de las cosas bien hechas, elaboradas con tiempo y mimo.
?C¨®mo es el proceso creativo?A la hora de dise?ar nos compenetramos muy bien porque nos gustan las mismas cosas, nos compramos ropa parecida, aunque siempre le queda mejor a ella (comenta Amparo). Nos inspira mucho la ropa del pasado, y hacemos dibujos que luego llevamos al taller.
?Como est¨¢ resultando la aventura de Carapao?
Le estamos poniendo mucho cari?o. Sabemos que nuestra ropa es un poco m¨¢s cara pero estamos ilusionadas con lo que hacemos. Hay gente que nos sugiere que hagamos esto as¨ª o as¨¢ para seguir la tendencia del mercado, o para vender m¨¢s, pero yo les digo, ¡°eso no es lo que queremos¡±. No queremos contar una historia y luego vender cualquier cosa, no se trata de montar un negocio a toda costa, sino de hacer lo que nos gusta, en lo que creemos. Yo era aparejadora, y un d¨ªa lo dej¨¦ porque es un mundo que ahora est¨¢ fe¨ªsimo y se hace todo mal y se paga mal o no se paga. Por eso eleg¨ª algo con lo que disfruto y en lo que creo.
?Qu¨¦ proyectos ten¨¦is?Nos vamos a Portugal a comprar telas, en unos d¨ªas. A visitar esas maravillosas f¨¢bricas. Son impresionantes y te aporta mucho gusto trabajar con gente que ha vuelto a poner en marcha negocios que parec¨ªan abocados a desaparecer, y mucha de la gente que trabaja all¨ª lleva toda la vida dedicado a eso y ves una dedicaci¨®n y un inter¨¦s por hacer las cosas bien qu¨¦ nos cautiv¨® desde el principio. La f¨¢brica de lanas se llama Burel Lanificios Imperio est¨¢n haciendo cosas maravillosas y curiosas, usan mucho fieltro para abrigos, adornos de navidad, butacas, un fieltro muy bueno de pura lana. Las ovejas son de la zona y la lana es muy apreciada, venden mucho a Gran Breta?a. Con el lino pasa algo parecido, la f¨¢brica es de 1800, y su lino es muy conocido y tambi¨¦n las s¨¢banas.
?Comenzamos a cambiar de mentalidad y a apreciar el consumo consciente y responsable?El cambio de mentalidad va llegando, poco a poco, pero es necesario que el consumidor conozca otras opciones y pueda elegir y decidir. En el entorno europeo, hay pa¨ªses como Holanda donde la gente est¨¢ m¨¢s concienciada. All¨ª es frecuente que las etiquetas informen de la historia del producto, para que el consumidor sepa lo que compra. Creo que estamos llegando al l¨ªmite, y que cada vez ser¨¢ peor visto que las empresas trabajen en f¨¢bricas donde no se respeten los derechos de los trabajadores. Todos somos un poco culpables, debemos ser m¨¢s responsables con lo que llevamos puesto. El consumidor debe ser el que penalice a las empresas que no demuestren buenas pr¨¢cticas sociales y medioambientales, pero hay que ser optimistas: mira lo que ha pasado con las bolsas de pl¨¢stico, un d¨ªa se decidi¨® concienciar e informar de que no eran buenas y ahora se usan mucho menos, se ha conseguido cambiar el h¨¢bito en poco tiempo. La crisis que nos est¨¢ pegando a todos, te ayuda a ser m¨¢s consciente de a qui¨¦n contratas, por qu¨¦ sueldo, c¨®mo pagas. Cuando eres consciente del trabajo que realiza la gente est¨¢s dispuesto a pagar por ¨¦l. Hay que hacer un cambio de mentalidad.
Fotograf¨ªas: Ikary Perera Blanco
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