Unos ladrones maniataron a la condesa de Romanones en su casa
Los asaltantes, que ataron a la arist¨®crata con cinta americana, huyeron tras apoderarse de un exiguo bot¨ªn de poco m¨¢s de 200 euros
Mar¨ªa Aline Griffith Dexter, de 89 a?os, condesa viuda de Romanones y exesp¨ªa de la CIA, fue asaltada el pasado s¨¢bado por dos ladrones en su chal¨¦ de la elitista colonia de El Viso, en el distrito de Chamart¨ªn, seg¨²n han confirmado fuentes de la investigaci¨®n. Los asaltantes, que maniataron a la arist¨®crata con cinta americana, huyeron tras apoderarse de un exiguo bot¨ªn de poco m¨¢s de 200 euros.
El incidente se produjo sobre las once y media de la noche, cuando la arist¨®crata subi¨® a la primera planta de su vivienda y se encontr¨® de frente con dos hombres j¨®venes enmascarados, enguantados y completamente vestidos de negro.
"Ll¨¦vanos a donde est¨¢ la caja fuerte", le ordenaron a la v¨ªctima, a la que maniataron con cinta adhesiva y a la que obligaron a sentarse en la cama. Tras facilitarles la clave de apertura, los cacos abrieron la caja y comprobaron que estaba vac¨ªa. "Danos todo el dinero que haya en la casa", le espetaron. La condesa les entreg¨® entonces un sobre con algo m¨¢s de 200 euros y les ofreci¨®: " Si quieren, les doy mis joyas", les dijo la condesa. Pero los ladrones lo ten¨ªan claro: "No. Solo queremos dinero".
La exesp¨ªa estadounidense vio que eran casi las doce de la noche y advirti¨® a sus asaltantes de que el personal de servicio estaba a punto de llegar. Acto seguido, desataron a la anciana y se marcharon. En ning¨²n momento exhibieron armas ni maltrataron a la exesp¨ªa.
Sobre la medianoche, el matrimonio de empleados del hogar regres¨® al chal¨¦, al que lleg¨® tambi¨¦n Carla Figueroa Domecq, nieta de la condesa, que reside en una vivienda colindante. La polic¨ªa comprob¨® que las puertas y ventanas del chal¨¦ estaban intactas, mientras que la familia sospecha que los intrusos accedieron al interior del inmueble a trav¨¦s del jard¨ªn. La comisar¨ªa del distrito de Chamart¨ªn investiga el caso.
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