Grafiti en zapatillas

?De d¨®nde procede esa relaci¨®n tan estrecha por la que, en los ¨²ltimos a?os, viven tan acarameladamente la publicidad y el arte? Si las marcas de vodka piden a los artistas m¨¢s afamados del planeta que creen, con total libertad, una obra basada en su botella para amasar una colecci¨®n que luego puede exponerse por todo el mundo, Converse ha ido m¨¢s all¨¢ y ha reunido a dos artistas urbanos, Okuda y Suso 33, para que cubran con sus grafitis un mural especialmente dispuesto en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. La diferencia, no obstante, consiste en que los dos muralistas pintan las peticiones que fueron haciendo los internautas a trav¨¦s de Twitter a lo largo de la tarde. Se trata de Wall of Clash, una serie de eventos patrocinados por Converse que se est¨¢n celebrando por todo el mundo. La cita con Madrid tuvo lugar el martes 18 de marzo en la sede del COAM, en la calle Hortaleza, epicentro indiscutible del moderneo madrile?o (ese lugar en el que la Gran V¨ªa se une con Alonso Mart¨ªnez atravesando Chueca y a solo dos minutos de la siempre sorprendente calle Fuencarral). All¨ª se reunieron buena parte de los asiduos de la vanguardia de la capital espa?ola, muchos de ellos calzados con All Star, a juego con el evento, pero sin perder esos rasgos que hacen de este peculiar sector poblacional uno de los m¨¢s entra?ables: piercings en la nariz, camisas completamente abotonadas, brazos tatuados del hombro a la mu?eca, estilismos que lleva horas hacer pasar por me-he-puesto-lo-primero-que-he-pillado¡­

Aunque el torrente de ideas iba llegando a trav¨¦s del omnipresente Twitter con el hashtag #wallofclash, los encargados de hacer realidad las peticiones fueron los artistas urbanos Okuda y Suso 33. El primero, santanderino, ha expuesto su obra en lugares tan dispares como Nueva York, Londres, Beirut y, ahora, de nuevo, en Madrid. Al segundo se lo conoce por ser el creador, en los ochenta, de La Plasta, una figura de pintura con rasgos humanos que le proporcion¨® un lugar en el Olimpo del arte urbano. Ambos transformaron, durante siete horas, un muro blanco en una obra pict¨®rica. Sobre la base de tres cabezas surrealistas fueron plasmando osos, edificaciones, mesas de mezclas, p¨¢jaros¡­

Wall of Clash es el pen¨²ltimo de los encuentros entre arte y publicidad. Si bien Converse sorprende con un evento en el que es el propio p¨²blico el que pide la obra que quiere ver representada, todos recordamos todav¨ªa la m¨ªtica serie The Hire, ocho cortometrajes reunidos en dos temporadas en los que directores de la talla de Ang Lee, Wong Kar-wai e I?¨¢rritu creaban historias que ten¨ªan como ¨²nico punto com¨²n un coche de alta gama conducido por Clive Owen. ?El resultado? Once millones de visualizaciones en cuatro meses (en la era pre-Youtube hab¨ªa que descargarse el contenido), demostrando que arte y publicidad van de la mano.