¡°Nunca ha habido otro ni?o actor as¨ª:¡± Brad Renfro, la estrella fugaz y tr¨¢gica que Hollywood olvid¨®
Hace 30 a?os ¡®El cliente¡¯ hizo de Brad Renfro una estrella infantil a la que el mundo vio crecer y desarrollar su talento, pero tambi¨¦n sus demonios, mientras la industria miraba para otro lado
Cuando el 16 de septiembre de 1994 se estren¨® en Espa?a El cliente, el p¨²blico sinti¨® algo parecido a lo que hab¨ªa sentido el estadounidense cuando la hab¨ªa podido ver (y convertir en un gran ¨¦xito) unos meses atr¨¢s. La trama era adictiva, Susan Sarandon estaba incre¨ªble como siempre (la nominaron al Oscar), grandes escenarios en los arrabales de Memphis y Tommy Lee Jones era tan bueno haciendo de malo como siempre, pero un ni?o de 11 a?os se llevaba todas las miradas: Brad Renfro (Knoxville, Tenneessee, 1982-Los ?ngeles, 2008), actor debutante que era el verdadero protagonista de la pel¨ªcula, estaba incre¨ªble como un ni?o fumeta, que dec¨ªa tacos, que hab¨ªa crecido demasiado r¨¢pido y visto demasiadas cosas. Joel Schumacher lo hab¨ªa elegido entre 6.000 candidatos. Quer¨ªa a un chico real, de aquel mismo lugar donde iban a rodar, parecido a aquella criatura rota y sabia de 11 a?os que se describ¨ªa en el best seller de John Grisham. Y lo encontr¨® y lo convirti¨® en una estrella. En 2020, 12 a?os despu¨¦s de que Renfro muriese de una sobredosis, la revista New York le pregunt¨® a Schumacher si alguna vez pensaba en qu¨¦ habr¨ªa sido de ¨¦l si nunca lo hubiese elegido para su pel¨ªcula. ¡°S¨ª¡±, respondi¨® el director. ¡°Pero si conocieras su historia personal antes de todo eso...¡±. Como tantas otras historias de estrellas surgidas por suerte, por el talento natural, por el hecho de parecerse al personaje al que ten¨ªan que interpretar (desde el sueco Bj?rn Andr¨¦sen al espa?ol Jos¨¦ Luis Manzano), la vida de Renfro parec¨ªa marcada por la tragedia. La particularidad de convertirse, a los 11 a?os, en el ni?o actor m¨¢s deseado del mundo, fue un episodio m¨¢s.
Renfro creci¨® con su abuela. Sus padres se hab¨ªan divorciado. Su madre consum¨ªa hero¨ªna. A los 10 a?os ya beb¨ªa, fumaba (en El Cliente lo hac¨ªa incre¨ªblemente bien) y ten¨ªa problemas con la polic¨ªa por alternar con adolescentes problem¨¢ticos. A esa edad fue expulsado de clase por alboroto justo el d¨ªa en que un polic¨ªa retirado acudi¨® a su colegio a dar una charla sobre los peligros de la droga. Poco despu¨¦s, a la comisar¨ªa de Knoxville lleg¨® la petici¨®n de una directora de casting: buscaba a un ni?o rebelde, duro e indomable para hacer una prueba. Aquel polic¨ªa retirado, Dennis Bowman, se acord¨® del ind¨®mito Brad. Mali Finn, aquella directora de casting, viaj¨® a Knoxville, vio a Brad en su hotel y llam¨® al resto del equipo de la pel¨ªcula para decir: ¡°Lo he encontrado¡±.
¡°Esto se sigue haciendo a d¨ªa de hoy¡±, explica Antonio Rubial, representante y director de la agencia A6Cinema. ¡°Hay ejemplos de actores que son descubiertos mientras ejercen de panaderos, por ejemplo. Y me parece peligroso por las expectativas que les puedes generar a alguien que, pongamos, trabaja en una panader¨ªa, le colocas en la primera plana del audiovisual, le cambias la vida, la sacas de su tranquilidad, le sale un representante, le invitan a millones de fiestas, se ve nominado a unos Goya... y despu¨¦s de eso puede que le lleguen un par de pel¨ªculas m¨¢s y despu¨¦s, la nada. Eso me parece muy peligroso que le suceda a gente que no tiene vocaci¨®n ni formaci¨®n¡±. Rubial a?ade que m¨¢s all¨¢ de eso, la pr¨¢ctica es l¨ªcita y habitual: ¡°los actores empiezan siempre interpretando a alguien muy parecido a s¨ª mismo¡±. La cr¨ªtica pareci¨® estar de acuerdo. ¡°Brad Renfro es un principiante que parece un actor naturalmente talentoso. Sin experiencia previa excepto por obras de teatro del colegio, muestra convicci¨®n sin esfuerzo y much¨ªsima firmeza¡±, escribi¨® Roger Ebert en el Chicago Sun Times. En la cr¨ªtica publicada en 1994 en EL PA?S, Augusto Mart¨ªnez Torres escribi¨® que el enfrentamiento de Sarandon y Renfro ¡°es un bello duelo interpretativo, una lecci¨®n de cine y un ba?o de humanidad sobre un relato policiaco que sin ¨¦l ser¨ªa tan s¨®lo otro m¨¢s¡±.
Una de las primeras entrevistas que dio Renfro, durante la promoci¨®n de El cliente, es todav¨ªa asombrosa a d¨ªa de hoy: la veterana periodista Bobbie Wygant, curtida en entrevistas a los Beatles, Madonna o Bette Davis, se da cuenta muy pronto de que ha preparado preguntas para un ni?o al que habla en el tono en que se le hablar¨ªa a un ni?o, pero lo que tiene delante no es exactamente un ni?o. ¡°?Eres un chico duro?¡±, le pregunta ella. ¡°Hasta cierto punto¡±, dice ¨¦l. ¡°?Te met¨ªas en peleas?¡±, pregunta ella. ¡°Antes s¨ª, pero despu¨¦s de tantas peleas ya no te tienes que pelear otra vez. Ya te has ganado una reputaci¨®n¡±. ¡°?Ves las cosas desde un punto diferente ahora?¡±. Responde ¨¦l: ¡°Ahora las veo desde un punto de vista art¨ªstico. El arte y la interpretaci¨®n son una manera de escapar. Si no tienes manera de escapar, tienes que escapar a trav¨¦s de otras personas¡±. En otro momento le pregunta si ha probado las drogas. Responde el ni?o de 11 a?os: ¡°He experimentado, pero nada serio¡±.
En un art¨ªculo de Los Angeles Times publicado poco despu¨¦s de la muerte de Renfro, voces de la producci¨®n de El cliente relatan que era habitual que el actor (de 11 a?os) volase solo a menudo desde Knoxville a Los ?ngeles para las pruebas, que cuando estaba alrededor desaparec¨ªan botellas de alcohol, que acud¨ªa a fiestas del rodaje con adultos y que flirteaba con todas las mujeres que se encontraba. La mayor¨ªa ve¨ªan a un canalla encantador, solo algunos a una criatura abandonada. Con un padre ausente, una madre alejada que superaba su propia batalla con la hero¨ªna y una abuela a la que el ni?o le hab¨ªa sido entregado pero incapaz de lidiar con su rebeld¨ªa, no es que Renfro estuviese solo en el mundo. Era peor: estaba solo en Hollywood.
Si la carrera de Renfro dur¨® desgraciadamente poco debido a su muerte temprana, su carrera en el llamado mainstream dur¨® a¨²n menos. En 1994 hizo su primera pel¨ªcula con un gran estudio y en 1998 la ¨²ltima (hizo m¨¢s hasta su muerte, entre ellas un par de hitos indies como Ghost World y Bully, pero la mayor¨ªa son una colecci¨®n de cintas independientes olvidadas que a Espa?a llegaron solo al videoclub). Por eso la huella que ha dejado llama todav¨ªa m¨¢s la atenci¨®n: Renfro nunca fue una gran estrella de la llamada serie A, pero sus papeles de ni?o/adolescente solitario, abandonado, complejo, atormentado y rebelde conectaron de un modo inaudito con toda una generaci¨®n que se vio reflejada en ¨¦l.
¡°Para m¨ª, Brad fue el heredero de la fascinaci¨®n que sent¨ªa por River Phoenix¡±, explica Carlos Montero, creador de ¨¦xitos como ?lite o F¨ªsica y qu¨ªmica. ¡°Brad era un actor con un atractivo animal innegable. Y una mirada en la que se intu¨ªa toda su turbulencia interior. Una imagen de ni?o bien, que esa mirada contradec¨ªa. Acert¨® con las pel¨ªculas, adem¨¢s. Con papeles arriesgados, al l¨ªmite. Y con una sexualidad m¨¢s o menos soterrada. Se le intu¨ªa kamikaze en su manera de abordar los personajes y tambi¨¦n seguramente de vivir. Y a m¨ª eso siempre me ha atra¨ªdo mucho¡±.
Lola, neoyorquina de 44 a?os, conoci¨® a Brad Renfro a los 15 a?os, cuando vio El cliente, pero se convirti¨® en una fan irredenta gracias a Que nada nos separe (1995), la historia de amistad entre dos ni?os, uno de ellos con sida. ¡°Por aquel entonces hab¨ªa muchos tab¨²s alrededor del tema y yo trabajaba de voluntaria con ni?os seropositivos, as¨ª que esa historia me impact¨® profundamente y Brad se qued¨® en mi coraz¨®n para siempre¡±. En marzo de 2023 cre¨® una cuenta de Instagram que tiene hoy m¨¢s de 12.000 seguidores y repasa la carrera de un actor que parece olvidado para las redes sociales. ¡°La prensa ha dado una imagen muy negativa de ¨¦l durante a?os y creo que la gente debe saber que era una persona incre¨ªble. Su talento fue reconocido, pero poca gente tuvo la oportunidad de saber que era de coraz¨®n dulce, sincero y gentil. Quer¨ªa contar su historia desde una luz m¨¢s amable¡±.
Un viejo de 14 a?os
Entre 1994 y 1998 los admiradores y los medios vieron a una estrella en ciernes. Un Renfro de 12 a?os firmaba ejemplares de la novela El cliente y ocupaba portadas de revistas adolescentes, a veces sin camiseta. En 1995 el director de Que nada nos separe, Peter Horton, dijo al peri¨®dico Chicago Tribune que Renfro (de 13 a?os entonces) ten¨ªa ¡°un enorme sex appeal¡±. Solo m¨¢s tarde se supo que lo que hab¨ªa detr¨¢s de todo eso era un p¨²ber al que nadie controlaba ni cuidaba. En las memorias del guionista Joe Eszterhas (que escribi¨® la semiautobiogr¨¢fica ?dolos, mentiras y rock and roll, horrendo t¨ªtulo espa?ol para Telling lies in America, protagonizada por Renfro) relata lo que se encontr¨® cuando acudi¨® al rodaje de la pel¨ªcula en 1996. Entonces Renfro ten¨ªa 14 a?os. ¡°A los 14 a?os era ya un fumador compulsivo¡±, escribi¨® Eszterhas, ¡°y beb¨ªa latas de cerveza cuando cre¨ªa que nadie miraba¡±. Tambi¨¦n escribi¨®: ¡°Las chicas lo rodeaban. Sus madres las llevaban hasta el hotel donde se hospedaba y esperaban en el coche mientras Brad las entreten¨ªa en su habitaci¨®n¡±. Remataba: ¡°Fue el chico de 14 a?os m¨¢s viejo que he conocido nunca¡±.
La cinta de Bryan Singer Verano de corrupci¨®n fue la ¨²ltima pel¨ªcula de un gran estudio que protagoniz¨® Renfro. Se estren¨® en 1998 y fue acompa?ada de dos demandas a su director por una escena en la que actores menores de edad fueron invitados a desnudarse para una secuencia de duchas de instituto. Renfro, de 14 a?os durante el rodaje, tambi¨¦n aparec¨ªa desnudo en aquella secuencia y abundaban las escenas en las que dorm¨ªa en ropa interior. Singer defini¨® la pel¨ªcula, basada en un relato de Stephen King, sobre un adolescente que descubre que su vecino es un exoficial nazi y lo extorsiona para conocer sus historias m¨¢s morbosas, como ¡°un estudio sobre la crueldad¡±, aunque lo cierto es que acab¨® rodando un estudio sobre la belleza adolescente de Renfro. Seg¨²n un art¨ªculo publicado por Buzzfeed News en 2018, cuando se cumpli¨® el d¨¦cimo aniversario de la muerte del actor, hab¨ªa durante el rodaje una figura (los llamados studio teachers) responsable del bienestar de los actores menores de edad, pero abandon¨® el rodaje despu¨¦s de que Renfro fuese forzado a trabajar m¨¢s horas de las estipuladas (el director, Brian Singer, lo neg¨® todo al mismo medio).
Poco despu¨¦s del fin del rodaje, el actor, de 15 a?os, fue detenido por posesi¨®n de marihuana y coca¨ªna. Fue la primera de varias detenciones. Renfro empez¨® entonces a ser un actor dif¨ªcil de contratar, pero el director y pope indie Larry Clark se empe?¨® en darle su ¨²ltimo gran papel en Bully (2001), basada en el crimen real de un grupo de amigos que deciden cargarse al mat¨®n que les hace la vida imposible.
Cont¨® Clark a la revista i-D: ¡°Fui a buscar a Brad a Knoxville [el actor se hab¨ªa vuelto a vivir all¨ª con su abuela] cuando cumpli¨® 18 a?os. Me present¨¦ en su puerta y me recibi¨® con sangre cay¨¦ndole por ambos brazos. Se hab¨ªa estado inyectando coca¨ªna. Estaba colocado. Ten¨ªa una pinta espantosa. Me qued¨¦ con ¨¦l tres d¨ªas. Al cuarto d¨ªa le propuse ir a tomar un caf¨¦, se meti¨® en mi coche y conduje hasta Florida. Lo secuestr¨¦, pas¨® el mono en mi coche hasta que se qued¨® dormido. Fue realmente duro¡±. Brad era entonces famoso por cuestiones no relacionadas con el cine. En agosto del a?o 2000, cuando acababa de cumplir 18, dio otro gran titular al intentar robar un yate mientras estaba colocado y luego estrellarlo contra el puerto de Fort Lauderdade. La pel¨ªcula fue recibida con tibieza en su momento (no por todo el mundo: Roger Ebert la calific¨® de ¡°obra maestra en sus propios t¨¦rminos¡±), pero ha ganado un estatus de culto con el tiempo y permanece como la ¨²ltima gran pel¨ªcula de Renfro.
A partir de ah¨ª siguieron las detenciones y las cl¨ªnicas de rehabilitaci¨®n que no sirvieron para nada. En 2005 fue detenido otra vez en Los ?ngeles por intentar comprar hero¨ªna a un polic¨ªa de paisano. La fotograf¨ªa de Brad Renfro, el ¨ªdolo adolescente, el actor precoz reverenciado por su talento en crudo, esposado, con los bolsillos fuera y el rostro desencajado es tal vez uno de los documentos m¨¢s tristes y representativos de eso que la prensa ha llamado ¡°juguetes rotos¡±. Pese a que sigui¨® trabajando en pel¨ªculas independientes de escaso recorrido y tuvo papeles epis¨®dicos en series de televisi¨®n como Ley y orden, los medios solo volvieron a acordarse de Renfro el 15 de enero de 2008, cuando apareci¨® muerto en su casa de Los ?ngeles. La causa de la muerte fue sobredosis. Solo despu¨¦s se sabr¨ªa, a trav¨¦s de voces de gente cercana, que Brad hab¨ªa contado que ya hab¨ªa nacido adicto a la hero¨ªna y la consum¨ªa desde los 12 a?os.
La muerte una semana despu¨¦s de Heath Ledger, m¨¢s famoso y querido entonces, opacar¨ªa la noticia y en el In Memoriam de los Oscars de aquel a?o, celebrados a pocos kil¨®metros un mes y pico despu¨¦s, el nombre y el rostro de Renfro ni siquiera aparecieron, como si se cumpliese el ¨²ltimo feo de una industria que primero descuid¨® a uno de sus grandes talentos y despu¨¦s decidi¨® olvidar que hab¨ªa existido.
Su ¨²ltima entrevista, ofrecida en 2007, cobr¨® una nueva relevancia tras su muerte. ¡°?Un consejo para quien quiera ser actor? No lo hagas. Aseg¨²rate de los motivos por los que quieres hacerlo¡±, afirm¨®. En otro momento de la charla se refiere a las tentaciones que pueden aparecer por el camino. ¡°Al¨¦jate de las fiestas. Todo lo que se interponga en tu camino va a acabar da?¨¢ndote al final. Desgraciadamente, muy poca gente tiene la suerte de atravesar ese camino y salir con vida al otro lado¡±.
En los ¨²ltimos a?os, completos reportajes como el publicado por Adam B. Vary en Buzzfeed News (C¨®mo Hollywood fall¨® a Brad Renfro) o diversas cuentas de Instagram como la que maneja Lola intentan mantener viva la memoria de un ¨ªdolo infantil y adolescente que no se parec¨ªa a ning¨²n otro. ¡°Creo que fue y sigue siendo relevante porque su talento actoral consigui¨® que cualquiera se identificase con ¨¦l¡±, explica. ¡°Su rango de emociones era incre¨ªble, especialmente para alguien de su edad. Y s¨ª, era innegablemente atractivo, pero eso era solo un extra. No ha vuelto a haber un actor infantil con el carisma y el talento de Brad¡±.
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