Explicaci¨®n insuficiente

El Ministerio del Interior, presionado por las avalanchas de inmigrantes, especialmente intensas estos d¨ªas en Ceuta y Melilla, perdi¨® ayer la oportunidad de facilitar el pacto de Estado que reclama sobre esta cuesti¨®n. La prolija exposici¨®n del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Mart¨ªnez, ante la comisi¨®n parlamentaria de Interior fue un intento fallido de transparencia sobre lo ocurrido el 6 de febrero en la playa de Tarajal, cuando 15 inmigrantes murieron al intentar alcanzar la costa espa?ola a nado bordeando un espol¨®n. El secretario de Estado proyect¨® diversos v¨ªdeos de lo sucedido aquel d¨ªa, con una sorprendente definici¨®n de imagen, salvo los grabados justamente cuando los guardias civiles dispararon pelotas de goma y botes de humo para ahuyentar a los subsaharianos.

Las contradicciones en las que incurrieron los diversos mandos de Interior ¡ªincluida la negaci¨®n del uso de material antidisturbios¡ª poco despu¨¦s de los hechos podr¨ªan haberse sorteado ayer, pero el impreciso relato estuvo lejos de aclarar los extremos que m¨¢s preocupan a la oposici¨®n y a la Comisi¨®n Europea. Despu¨¦s de casi seis semanas, el Gobierno ha suavizado su lenguaje, en un evidente intento de facilitar ese ansiado pacto de Estado, pero ha ofrecido, sin pruebas, el argumento que conven¨ªa a sus intereses: todos los inmigrantes murieron ahogados en el lado marroqu¨ª y el material antidisturbios se dispar¨® tan lejos de los nadadores, y solo con ¨¢nimo disuasorio, que ninguno sufri¨® impacto alguno, a pesar de los testimonios en contra.

Fue, en definitiva, un ensayo de transparencia sin asunci¨®n de responsabilidades en un asunto que es crucial para Espa?a. La pol¨ªtica migratoria no debe ser objeto de confrontaci¨®n partidaria; por el contrario, debe mostrar una unidad de criterio ante Bruselas, a la que se interpela, con raz¨®n, para reforzar una de las m¨¢s conflictivas fronteras exteriores de la Uni¨®n: el norte de ?frica. Las avalanchas de las ¨²ltimas horas ¡ª2.100 inmigrantes en el canal de Sicilia; casi 500 en el mayor salto a la valla de Melilla el martes pasado¡ª demuestran que estamos ante una nueva crisis migratoria que pa¨ªses como Italia o Espa?a deben afrontar, al menos, con esa unidad de criterio. No se puede pedir dinero a Bruselas y, al tiempo, protagonizar actuaciones contrarias a las normas europeas y deficientemente explicadas.

Tampoco favorece al acuerdo la insistencia de Interior en cambiar las normas para facilitar la devoluci¨®n en caliente, algo a lo que se oponen radicalmente varios partidos de la oposici¨®n, entre ellos el PSOE y CiU. En todo caso, har¨ªan bien los grupos parlamentarios en pelear por ese pacto. La explosi¨®n demogr¨¢fica que vive ?frica, unida a la pobreza y la inestabilidad pol¨ªtica, augura una presi¨®n migratoria que hay que atajar con pol¨ªticas integrales en las que no puede faltar una ayuda a la cooperaci¨®n cuyos fondos se han recortado dr¨¢sticamente.