¡°La empresa es una herramienta para transformar¡±
El venezolano Alberto Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa, lidera una nueva filosof¨ªa empresarial en Am¨¦rica Latina: disminuir la brecha entre ciudadanos y compa?¨ªas
Alberto Vollmer recibe la llamada de un pez gordo del mundo de las finanzas minutos antes de empezar esta entrevista. ¡°Pongo apodos a los contactos poderosos en mi agenda de m¨®vil, por seguridad. Y hasta aqu¨ª puedo leer¡¡±, dice despu¨¦s, con una franca carcajada. Tras alg¨²n comentario jocosos sobre el car¨¢cter realista de las intrigas de House of cards, este venezolano, de 44 a?os, procede a abordar el modo en que la compa?¨ªa que preside, Ron Santa Teresa, ha conseguido pasar de la bancarrota a un dulce momento de protagonismo internacional. Pero lo extraordinario de la historia no reside en el fin, sino en la forma: una filosof¨ªa de la que Alberto Vollmer se considera pionero (¡°exist¨ªa en la teor¨ªa, pero no en la pr¨¢ctica¡±, matiza) y que le ha valido el reconocimiento de la Universidad de Harvard y de varias escuelas de negocio, que han convertido su experiencia en un caso de estudio empresarial.
¡°Si quieres avanzar y prosperar como organizaci¨®n, tienes que lograr que la comunidad lo haga contigo, pero no con peque?os toques filantr¨®picos, sino de forma estructurada e involucr¨¢ndote en la transformaci¨®n social. Tienes que convertirte en un motor de desarrollo de los sectores sociales y pol¨ªticos. Es una responsabilidad con el futuro del pa¨ªs y de tu propia empresa¡±, explica. Cuando, en 2003, unos delincuentes asaltaron las tierras que posee en el estado de Aragua (Venezuela), en lugar de entregarlos a la polic¨ªa, Alberto Vollmer mont¨® un equipo de rugby con ellos. La idea pronto se convirti¨® en lo que hoy conocemos como Proyecto Alcatraz. Ha supuesto una disminuci¨®n de la tasa de homicidios en la regi¨®n del 75%. Previamente, hab¨ªa construido una urbanizaci¨®n, Camino Real, para familias sin recursos. Ahora ha conseguido el apoyo de Microsfot para el proyecto Casas Blancas, cuyo objetivo es, con la inspiraci¨®n de los pueblos andaluces, rehabilitar las zonas m¨¢s deprimidas del municipio Revenga. ¡°Empresarios como ¨¦l es lo que necesita Venezuela¡±, vino a decir Hugo Ch¨¢vez en vida, que no era precisamente fan de los grandes propietarios. ¡°Somos especialistas en resolver conflictos¡±, se jacta Vollmer. Como aquella otra vez en que un misterioso se?or de Maracaibo lo cit¨® en mitad de la selva del Monte Andino para pedirle una rebaja en las botellas de ron con una pistola de calibre 45 sobre la mesa. ¡°Sal¨ª del aprieto con sentido del humor¡±, a?ade.
¡°La empresa es una herramienta para transformar¡±, asevera Vollmer. Pero, reconozcamos lo obvio, tambi¨¦n persigue generar riqueza. ?Se traduce este compromiso social en una subida en las ventas? ¡°Habr¨ªa que verlo dentro de 30 o 40 a?os. De momento, hay m¨¢s gente interesada en trabajar en Ron Santa Teresa y con la filosof¨ªa de la compa?¨ªa muy interiorizada. Hemos reclutado a gente brillante en los ¨²ltimos ocho a?os: es la excelencia de los recursos humanos¡±, contesta. Reconoce diferencias entre el CEO europeo o estadounidense con el latinoamericano: ¡°Nosotros nos desenvolvemos mejor en la adversidad¡±. Y reclama la implicaci¨®n de su compa?¨ªa en un proceso de reconciliaci¨®n en Venezuela que implique a todos los bandos. Cuando ha de elegir a alguien, del mundo de los vivos y los muertos, con quien compartir una copa de ron, no extra?a a nadie su respuesta: Nelson Mandela. De la misma forma que tampoco lo hace que se muestre incapaz de recordar el ¨²ltimo d¨ªa que decidi¨® tomarse libre. A qu¨¦ lo dedic¨® es otro asunto: ¡°Cambi¨¦ los pa?ales de mi beb¨¦ de dos meses¡±.
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