El clavel y la troika
Los recortes le amargan a Portugal recordar los 40 a?os de su Revoluci¨®n
Hace 40 a?os, el 25 de abril de 1974, un grupo de oficiales lusos j¨®venes, que en su mayor¨ªa no pasaban de los 30 a?os, se levantaron contra la descompuesta dictadura que gobernaba Portugal desde hac¨ªa m¨¢s de medio siglo. El pueblo, sobre todo en Lisboa, sali¨® a la calle, al principio estupefacto y despu¨¦s agradecido, para apoyar con entusiasmo la revuelta. Una se?ora regal¨® unos claveles a los soldados que pilotaban los blindados que iban camino del cuartel del dictador Marcelo Caetano, en la plaza de Largo do Carmo. Los soldados aceptaron las flores y estas se transformaron en el potente s¨ªmbolo de una revoluci¨®n incruenta y feliz que trajo la democracia y el futuro a un pa¨ªs hasta entonces atrasado, aislado y pobre.
Hoy, Portugal se ha servido de este 40? aniversario para hacer balance y preguntarse en qu¨¦ se convirti¨® todo aquello. Se han sucedido los debates, las mesas redondas, las publicaciones especiales y los programas monogr¨¢ficos. Hay peri¨®dicos que regalan un clavel.
Bastar¨ªa un dato casi tomado al azar para darse cuenta de la transformaci¨®n del pa¨ªs desde entonces: en 1974, solo el 5% de los adolescentes entre 15 y 17 a?os estudiaban bachillerato en Portugal. Hoy constituyen el 72%.
Pero este aniversario de la Revoluci¨®n de los Claveles llega en un momento dif¨ªcil. Las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno portugu¨¦s a instancias de la troika acreedora para embridar el d¨¦ficit han empobrecido a la poblaci¨®n. De hecho, los inspectores de la troika pasan el 25 de abril inspeccionando cuentas p¨²blicas portuguesas: otro s¨ªmbolo.
Todo esto convierte la celebraci¨®n en una festividad con sabor amargo. De hecho, aquellos capitanes de abril, convertidos ahora en sesentones y setentones, han rechazado la oferta del Parlamento de sumarse a la celebraci¨®n oficial y han conmemorado la fecha por su cuenta, en la plaza de Largo do Carmo, desde la que mandaron al exilio metido en un blindado al dictador hace ahora 40 a?os. Junto a estos militares, hab¨ªa ayer miles de personas apoy¨¢ndoles, lo que convirti¨® en multitudinario un acto de rechazo a las pol¨ªticas del Gobierno. Otro s¨ªmbolo.
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