La esperanza en un hornillo de arcilla
En Malawi, donde m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n utiliza le?a para cocinar, se desarrollan proyectos sostenibles con hornillos ecol¨®gicos y saludables

Al conducir por Malawi es habitual observar bicicletas atestadas de le?os de madera que se amontonan m¨¢gicamente en la parte trasera. Apenas si puede verse al que pedalea pesadamente. Otros empujan las bicicletas con sacos de carb¨®n acomodados de forma estrat¨¦gica para equilibrar el peso. Sin embargo, la imagen m¨¢s com¨²n es la de las mujeres cargando largos maderos sobre sus cabezas. Acompa?adas de sus hijos caminan junto a la carretera de vuelta a casa tras una jornada en busca de la le?a que les permita preparar la comida.
El 97% de Malawi utiliza combustibles s¨®lidos para cocinar, siendo la le?a el m¨¢s empleado. Seg¨²n los datos de la Oficina Nacional de Estad¨ªstica, la poblaci¨®n crece a un ritmo constante y se prev¨¦ que el pa¨ªs sudafricano supere los 20 millones de habitantes para el final de la d¨¦cada. De mantenerse tanto el crecimiento de poblaci¨®n como el uso de la le?a, la degradaci¨®n de los cuatro millones de hect¨¢reas de bosque de Malawi empeorar¨¢. ¡°La mayor¨ªa de la poblaci¨®n no es consciente de esto, s¨®lo act¨²an cuando lo notan en el bolsillo¡±, explica Christa Roth, asesora alimenticia y de combustible.
La degradaci¨®n forestal hace que sea m¨¢s dif¨ªcil encontrar la le?a, as¨ª que las mujeres tienen que caminar distancias m¨¢s largas para recogerla y el precio de la misma se encarece entrando en un c¨ªrculo vicioso de complicada salida.
Sin embargo, se avecinan tiempos de cambio en las costumbres culinarias del pa¨ªs. Numerosas organizaciones como Hestian, o Maeve impulsan el uso de unos hornillos de arcilla cuyos beneficios medioambientales, sanitarios y sociales todav¨ªa est¨¢n por explotar, aunque comienzan a dar resultados. Este nuevo concepto de cocina ha tenido tal repercusi¨®n que la propia presidenta de Malawi, Joyce Banda, anima a la poblaci¨®n a que 2 millones de viviendas cuenten con cocinillas sostenibles para 2020.
Arcilla ecol¨®gica, sana y econ¨®mica

Las chitetezo mbaula (hornillos protectores, en espa?ol) son unas cocinillas optimizadas que se han convertido en una herramienta para mejorar la calidad de vida de la poblaci¨®n malau¨ª. En 2004, Christa Roth inici¨® los primeros prototipos de estos hornillos de arcilla que ¡°se vendieron solos¡± ya que la gente pudo comprobar c¨®mo el consumo de le?a se reduc¨ªa considerablemente con respecto al m¨¦todo de las tres piedras habitual.
Tradicionalmente en Malawi se ha cocinado con el rudimentario proceso de poner tres piedras en forma de tri¨¢ngulo sobre el que se coloca el cazo o sart¨¦n. Esto no es m¨¢s que una cocina a fuego abierto que conlleva riesgos de incendios y provoca el esparcimiento de ceniza. Con este m¨¦todo las emisiones de humo se incrementan debido a una deficiente combusti¨®n de la le?a necesitando incluso m¨¢s cantidad sobre todo cuando sopla viento.
A m¨¢s le?a utilizada mayor es el impacto medioambiental. Con la continua degradaci¨®n de los bosques, proliferan las inundaciones durante la temporada de lluvias y adem¨¢s se erosiona el suelo y se condena al paisaje. Sin campos de cultivos, desnudos de sus minerales, la imposibilidad de la siembra es una consecuencia directa que afecta a una poblaci¨®n mayoritariamente agr¨ªcola. La venta de carb¨®n se toma entonces como una posibilidad de generar ingresos. De nuevo otro c¨ªrculo vicioso.
El equipo de Fuel, dirigido por la profesora agregada en P¨®lizas Medioambientales de la Universidad de Carolina del Norte, Pamela Jagger, lleva desde el pasado septiembre estudiando los beneficios de las cocinas mejoradas. Fuel ha analizado c¨®mo las chitetezo mbaula disminuyen el consumo de le?a en un 44%. El estudio ofrece, aunque de forma preliminar, datos comparativos con respecto a las emisiones de mon¨®xido de carbono (CO) y de part¨ªculas en los que se refleja c¨®mo estas se reducen a la mitad usando los hornillos de arcilla.
Durante la combusti¨®n de biomasa en fuegos abiertos las emisiones acarrean infecciones respiratorias como la neumon¨ªa, el asma o el c¨¢ncer de pulm¨®n. Seg¨²n un an¨¢lisis publicado en la revista Lancet a finales de 2012 la contaminaci¨®n del aire de los hogares a partir de combustibles s¨®lidos fue el tercer factor de riesgo de la Carga Mundial de Morbilidad y Mortalidad por detr¨¢s de la presi¨®n arterial alta y el consumo de tabaco.
¡°Casi el 50% de las muertes por neumon¨ªa en ni?os menores de 5 a?os se debe a la exposici¨®n a la quema de combustible¡±, explica la doctora Deborah Havens a Planeta Futuro desde Chilumba, al norte del pa¨ªs. Havens, experta en Medicina Interna y en Medicina Ambiental, trabaja como consultora para el programa Caps, que intenta cuantificar los beneficios para la salud de las cocinillas mejoradas en Malawi. ¡°Hubo una prueba conocida como 'Respire' en Guatemala en la que se encontr¨® una disminuci¨®n probable de ciertos problemas de salud. Pero por lo dem¨¢s, las evidencias han sido escasas¡±, dice Havens.
Durante la ¨²ltima convenci¨®n de ¡°Cocina Limpia¡± celebrada en Lilongwe, capital de Malawi, Fuel tambi¨¦n present¨® un hornillo de la marca Philips cuyos resultados son muy beneficiosos tanto para la salud como para el medioambiente. De todas formas, ¡°este modelo es imposible implementarlo en Malawi¡±, dijo la profesora Jagger en su presentaci¨®n. El hornillo cuesta 90 d¨®lares, una cantidad que la mayor¨ªa no puede permitirse por lo que las chitetezo mbaula se presenten casi como la ¨²nica opci¨®n viable en el pa¨ªs. Estas s¨®lo cuestan 1000 kwachas, algo menos de 2 euros, y su diferencia en emisiones y gasto de combustible no son tan amplias como la moderna cocinilla de Philips.
La proyecci¨®n de una idea
Existen numerosos modelos de hornillos repartidos por toda ?frica que se unen al esfuerzo de mejorar las condiciones de vida. ¡°Puede haber tantas cocinillas como circunstancias¡±, explica Roth. Adem¨¢s la consultora recuerda que estas deben responder a las caracter¨ªsticas del acr¨®nimo ingl¨¦s 'clean': conveniente, disminuci¨®n en emisiones, eficiente, econ¨®mico y no da?ino. Y la chitetezo mbaula aglutina todo estos atributos posicion¨¢ndose como el hornillo m¨¢s factible para Malawi.
A pesar de los beneficios, el camino no ha sido f¨¢cil. ¡°Se necesita pol¨ªtica detr¨¢s de la idea¡±, dice Roth, qui¨¦n recalca c¨®mo el gobierno malau¨ª estuvo much¨ªsimos a?os negando el problema de la biomasa. En ?frica m¨¢s del 95% de la poblaci¨®n utiliza combustible s¨®lido para generar energ¨ªa siendo adem¨¢s el ¨²nico continente donde la tendencia crece. Malawi hasta hace menos de dos a?os no se interes¨® por tomar medidas y la perseverancia de personas como Christa Roth hizo que finalmente se firmara la anexi¨®n a la Alianza Global de Hornillos Limpios.?
Los centros urbanos fueron reacios en un primer momento a este proceso de expansi¨®n de las chitetezo mbaula. ¡°La gente era muy esc¨¦ptica porque (el hornillo) est¨¢ relacionado con las ¨¢reas rurales¡±, explica Maya Stewart, fundadora y directora de proyectos de Maeve. Sin embargo, Stewart y su equipo quedaron sorprendidos por la arrolladora respuesta del mercado tras la campa?a de comercializaci¨®n. ¡°Ahora las familias que invert¨ªan dinero en carb¨®n o le?a lo destinan a comida¡±, dice Maya en el d¨ªa de puertas abiertas de Cocina Limpia.
A pesar de que organizaciones como Maeve est¨¢n distribuyendo los hornillos por supermercados y estaciones de servicio todav¨ªa hay muchos ciudadanos que desconocen los buenos resultados de la chitetezo mbaula.¡°Hay gente necesitada en las zonas urbanas que tiene que acostumbrarse a estas t¨¦cnicas de cocina mejoradas porque siguen usando mucho carb¨®n y le?a¡±, dice el Secretario Principal del Ministero de Energ¨ªa, Dr. Winford Masanjala, a favor de reducir la dependencia de la le?a en un 40%.
Gracias a estas cocinas mejoradas se consume menos combustible ahorrando en el tiempo de recolecci¨®n de le?a. Al mantener el fuego encerrado en el recipiente de arcilla se acelera el tiempo de cocci¨®n y tambi¨¦n proporciona seguridad a las mujeres, encargadas de la tarea, y a sus hijos que normalmente las acompa?an. Adem¨¢s son m¨¢s limpias ya que generan menos humo y ceniza. Otra de las principales ventajas es que al tener asas, las cocinas mejoradas pueden ser portables facilitando su traslado.
Nuevo hornillo, nuevos horizontes para las mujeres

Desde 2012, Lilongwe acoge un evento anual dedicado a evaluar la situaci¨®n en el sector energ¨¦tico, alimenticio y sanitario del pa¨ªs teniendo a las cocinas mejoradas como protagonistas. El pasado a?o los participantes acordaron estandarizar la producci¨®n de las chitetezo mbaula para garantizar su calidad. As¨ª, muchos han seguido el ejemplo de aquellas rudimentarias cocinillas con las que se encontr¨® Christa Roth a principio del 2000 y han aplicado los nuevos patrones para abastecer la demanda.
Surgen entonces oportunidades de negocios en un pa¨ªs que puede convertir a los hornillos de arcilla en una insignia local ya que estos se fabrican con recursos naturales aut¨®ctonos y sin la actuaci¨®n de intermediarios o importaciones. Un proyecto factible y sin muchos costes para los que se aventuran a abrirse camino en este nuevo mercado.
Alfred Chisali, uno de estos emprendedores, es propietario de un gran centro de producci¨®n de chitetezo mbaula a las afueras de Lilongwe. Tras entrar en el mercado, Alfred pas¨® de fabricar 300 a 1.500 unidades mensuales.
La mayor¨ªa de los empleados en estos centros de producci¨®n son mujeres. Alfred tiene a 14 contratadas cuyos maridos son agricultores en su mayor¨ªa. Ellas han visto en las chitetezo mbaula una coyuntura para independizarse del hombre. Ya no dependen de la temporada de siembra o recolecci¨®n para generar un sueldo mensual. Han abrazado el negocio para olvidar las horas de recolecci¨®n de le?a y los peligros que acarrea, tanto para ellas como para sus hijos, pasar horas cocinando en un fuego abierto. Las mujeres se encargan de todo el proceso: consiguen la arcilla, la moldean, dejan secar los hornillos, los finalizan y en algunas ocasiones incluso los cuecen. Adem¨¢s realizan tareas de promoci¨®n y venta completando as¨ª todos los niveles de un comercio que les proporcionan ilusionantes miras. Florecen esperanzas para las mujeres dentro de un marco cultural tan patriarcal como el malau¨ª.
¡°Las mujeres ganan m¨¢s que sus maridos, pagan las tasas de las escuelas y en definitiva son la econom¨ªa de la casa¡±, dice Roth. Gracias a estos ingresos muchas familias han mejorado sus condiciones de vida pudiendo comprar ganado para ahorrar en materias primas y manteniendo a sus hijos en la educaci¨®n secundaria.
Aunque queda mucho por recorrer, s¨®lo el 8% de la poblaci¨®n utiliza las cocinillas mejoradas, Malawi demuestra que con creatividad y utilizando sus propios recursos puede resolver por s¨ª sola el problema de la degradaci¨®n de sus bosques, reducir las muertes por infecciones respiratorias y ser cada d¨ªa una sociedad m¨¢s igualitaria en materia de g¨¦nero.
El impacto medioambiental y sanitario de los m¨¦todos de cocina tradicional en Malawi
- Porcentaje de la poblaci¨®n que utiliza combustibles s¨®lidos para cocinar: 97%
- Poblaci¨®n que utiliza le?a para cocinar: 91,40%
- Poblaci¨®n que utiliza esti¨¦rcol para cocinar: 0%
- Poblaci¨®n que utiliza carb¨®n para cocinar: 7,20%
- Poblaci¨®n que utilizan electricidad para cocinar: 1,20%
- Poblaci¨®n que utiliza cocinillas mejoradas de biomasa: 8%
- N¨²mero de personas afectadas por la contaminaci¨®n del aire en los hogares: 15.429.289
- N¨²mero de casas afectadas por la contaminaci¨®n del aire en los hogares: 3.588.207
- N¨²mero de muertes infantiles por a?o por la contaminaci¨®n del aire en los hogares: 5.852
- Muertes al a?o por contaminaci¨®n del aire: 600
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