Fracaso del empleo

Uno de los primeros elementos que minaron la credibilidad del PSOE de Felipe Gonz¨¢lez, a partir de 1983, fue el convencimiento de que la promesa que hab¨ªa hecho en el programa electoral de que se crear¨ªan 800.000 puestos de trabajo en su primera legislatura ser¨ªa incumplido. Enseguida se dieron cuenta de que se hab¨ªan equivocado. Ahora, el Gobierno de Rajoy dice en Bruselas, en la presentaci¨®n del programa de estabilidad, que se crear¨¢n 600.000 puestos de trabajo en los dos a?os que restan de la actual legislatura. Un esfuerzo a¨²n mayor que el de los socialistas a principios de la d¨¦cada de los ochenta.

Todas las declaraciones de los miembros del Gobierno y de los dirigentes del PP se esfuerzan ahora en convencer a la ciudadan¨ªa de que cuando se acabe la legislatura, a finales de 2015, la cifra del paro ser¨¢ menor que la que ten¨ªa el pa¨ªs cuando gobernaban los socialistas, a finales del a?o 2011. En el programa electoral del PP para las elecciones europeas se dicen cosas muy curiosas: ¡°El programa electoral del PP es seguir en la buena direcci¨®n¡±; ¡°Continuaremos trabajando y centrando nuestros esfuerzos en la pol¨ªtica de empleo¡± (sic); o ¡°Una de cada dos personas que abandonan el desempleo en Europa lo hace en Espa?a¡± (esta, probablemente, de la factor¨ªa F¨¢tima B¨¢?ez).

Aceptemos que las p¨ªldoras voluntaristas del Gobierno en el programa de estabilidad dan resultado. Ello significar¨ªa que al final de 2015, en materia de empleo Espa?a estar¨ªa igual que en 2011. Cuatro largu¨ªsimos a?os perdidos, reforma laboral Dios mediante. La constataci¨®n del mayor fracaso en la pol¨ªtica econ¨®mica. Este debe ser el centro de cualquier debate sobre la recuperaci¨®n, no el d¨¦ficit y la deuda p¨²blica, o la sanidad del sistema financiero. El ¨¦xito o fracaso de una pol¨ªtica econ¨®mica se mide por el aumento o la reducci¨®n del bienestar de la mayor¨ªa.

Las denuncias de una recuperaci¨®n sin empleo son dignas de ser analizadas

Hagamos la foto est¨¢tica de c¨®mo estaba el paro en el cuarto trimestre de 2011 (¨²ltimo periodo de Zapatero) y c¨®mo est¨¢ ahora, medido por la homologada encuesta de poblaci¨®n activa. Hoy hay 646.000 desempleados m¨¢s; 857.000 empleados menos; una tasa de actividad menor (59,46% frente a la ya muy baja del 60,29%); 400.000 hogares m¨¢s en los que tanto el hombre como la mujer est¨¢n parados; y la tasa de temporalidad ¡ªobjetivo central de la reforma laboral, seg¨²n su pre¨¢mbulo¡ª solo se ha reducido 1,85 puntos (del 24,98% al 23,13%), m¨¢s atribuible a las consecuencias de la propia crisis que a la bondad de las medidas gubernamentales. Despu¨¦s de dicha reforma, el mercado de trabajo espa?ol sigue siendo el m¨¢s dual de todos los pa¨ªses de nuestro entorno. Y todo ello sin abordar en ese debate la calidad de los puestos de trabajo que se est¨¢n creando.

Por tanto, dej¨¦monos de fanfarrias propagand¨ªsticas. Las denuncias de una recuperaci¨®n sin empleo son dignas de ser analizadas. Sobre esto, en el programa electoral europeo del partido que gobierna Espa?a, ni una sola l¨ªnea.