El viaje de Suleim¨¢n
"Lo que se hace desde ciertos pa¨ªses y gobiernos al reducir la inmigraci¨®n a un problema de mafias es ignominioso ?C¨®mo podemos intentar tapar las verdaderas causas de la inmigraci¨®n? Hay miles de personas que tienen que abandonar sus pa¨ªses para buscar un sustento, algo que es un derecho b¨¢sico de cualquier ser humano. Salen de pa¨ªses ricos, en muchos casos, en recursos. Hay que decir que ?frica es un continente empobrecido por la codicia de los pa¨ªses ricos, que necesitan utilizar materias primas como petr¨®leo o colt¨¢n y las propias tierras africanas. Hay que buscar las causas profundas de lo que pas¨® y sigue pasando all¨ª con siglos de esclavitud, colonizaci¨®n y neocolonizaci¨®n".
Habla, con un punto de indignaci¨®n en la voz, Antonio Lozano (T¨¢nger, 1956). No es su tono habitual. Antonio es una persona normalmente apacible y afable, con la mirada dulce parapetada tras las gafas y una boca que se abre f¨¢cilmente en una sonrisa medio emboscada bajo el bigote. Est¨¢ en Casa ?frica y presenta su ¨²ltimo libro, una novela juvenil que se titula Me llamo Suleim¨¢n (Anaya, 2014).
"Hemos esquilmado las riquezas de ?frica, hemos impedido que sus recursos reviertan en el bienestar de los ciudadanos africanos -contin¨²a, implacable- Hemos colocado a l¨ªderes corruptos en el poder, provocando las condiciones que hacen que los africanos tengan que emigrar. Y despu¨¦s les ponemos una valla y los echamos a tiros y pelotazos de goma. O les ponemos una valla administrativa delante: las embajadas y consulados que no conceden visados, que act¨²an tambi¨¦n como arma de contenci¨®n. Obviamente, las soluciones a esta situaci¨®n son muy complejas, pero mientras el sistema internacional descanse en que unos pa¨ªses vivan en la miseria para que otros disfruten del bienestar, esta situaci¨®n seguir¨¢ existiendo. Y no hay aut¨¦ntico inter¨¦s en los pa¨ªses ricos en que esto se solucione. Es un ciclo absolutamente perverso, provocado por quienes dicen que quieren impedir esta inmigraci¨®n. Y tiene que ver con la organizaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica de nuestro mundo".
Antonio Lozano es licenciado en Traducci¨®n e Interpretaci¨®n y reside en Ag¨¹imes (Gran Canaria), municipio del que fue concejal de Cultura entre 1987 y 2003. Es director del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes y del Festival Internacional de Narraci¨®n Oral Cuenta con Ag¨¹imes. Su primera novela, Harraga, fue elogiada por escritores como Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, Dulce Chac¨®n y Fernando Mar¨ªas. Ganadora del I Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en Espa?a, obtuvo una menci¨®n especial del Jurado del Premio Memorial Silverio Ca?ada 2003, convocado por la Semana Negra de Gij¨®n. Su novela El caso Sankara obtuvo el I Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. Tambi¨¦n ha publicado Preludio para una muerte y Donde mueren los r¨ªos, que fue finalista del I Premio Brigada 21.
?frica tiene un papel central en su trabajo literario, como tema y fondo de sus novelas y como territorio para la traducci¨®n (tradujo El asesino de Banconi, de Moussa Konat¨¦), y tambi¨¦n en su trabajo en el Festival del Sur y otras iniciativas culturales y de cooperaci¨®n.
La novela Me llamo Suleim¨¢n recoge la narraci¨®n en primera persona, elaborada sin contemplaciones y con una l¨²cida sencillez, del viaje de un adolescente maliense desde su tierra hasta Canarias. El ¨²nico trozo de realidad de esta ficci¨®n que recoge miles de voces que pueden ser tambi¨¦n reales se hace carne en Aminata Traor¨¦. Pero Suleim¨¢n lleva en s¨ª algo del esp¨ªritu de otro Suleim¨¢n, un chico maliense que aterriz¨® un buen d¨ªa en el instituto de Ag¨¹imes en el que da clases Antonio, sin conocer una palabra de espa?ol y reci¨¦n llegado de una traves¨ªa en patera. Los conflictos con otros estudiantes, el racismo y la desgarradora soledad de ese Suleim¨¢n tambi¨¦n est¨¢n presentes en la novela de Antonio.
"Suleim¨¢n se dirige a nosotros porque necesita salir del anonimato en el que le ha sumido nuestra sociedad -precisa Antonio Lozano- Los inmigrantes son, para muchos de nosotros, una masa uniforme. Como mucho, distinguimos entre magreb¨ªes y subsaharianos. Olvidamos que son individuos, seres humanos. Cada uno, con su propia historia y sus razones para tomar una gran decisi¨®n, que yo, personalmente, considero heroica y generosa: emigrar. Abandonar su pueblo, su pa¨ªs y conseguir subsistir y que su familia tambi¨¦n subsista".
Antonio explica que Suleim¨¢n es un adolescente que nace en Bandiagara, en el Pa¨ªs Dog¨®n maliense. Tiene sue?os y esperanzas para el futuro, como cualquier joven. Tambi¨¦n sabe perfectamente que no podr¨¢ alcanzar sus sue?os donde est¨¢, as¨ª que decide seguirlos hasta Europa.
"Surge la ocasi¨®n de emprender el viaje y en primer lugar, decide atravesar el S¨¢hara y llegar a la frontera con Melilla. Intenta el salto y es rechazado. Tiene que regresar a su pa¨ªs, donde se encuentra con Aminata. Ella tiene una asociaci¨®n en Bamako que acoge a j¨®venes retornados de Europa. La mayor¨ªa de las veces, estos j¨®venes sienten verg¨¹enza por el fracaso de ser devueltos y no quieren regresar a sus pueblos. Se quedan en Bamako, busc¨¢ndose la vida. Aminata se hace cargo de ellos, les ense?a un oficio, les intenta convencer para que se queden en el pa¨ªs. Sin embargo, finalmente, Suleim¨¢n decide intentarlo de nuevo por la v¨ªa del Atl¨¢ntico. Emprende el otro viaje y llega a Canarias. Pasa una temporada aqu¨ª. Es menor, as¨ª que le matriculan en un instituto y se ocupan de ¨¦l".
Antonio quiso mostrar el desencanto del migrante africano que pasa del sue?o acunado en su tierra a la pesadilla de la realidad en Europa. Y describir casi notarialmente un viaje que es duro en buenas condiciones y que puede ser mortal en la precariedad. Quiso meter al lector dentro de la negra piel de Suleim¨¢n, en un cayuco abarrotado entre golpes de mar y noches g¨¦lidas o atravesando un desierto casi sin recursos, bajo un sol cegador y a tres pasos de la muerte.
Dice que la escribi¨® hace ya dos a?os, pero pensando en p¨²blico adulto. Sin embargo, Anaya le propuso publicarla en su colecci¨®n juvenil y ¨¦l acept¨® por dos razones. "Suleim¨¢n se est¨¢ dirigiendo a gente de su edad, as¨ª que quiz¨¢s provoque cierta empat¨ªa que favorezca el di¨¢logo sobre la inmigraci¨®n entre ellos. Pero tambi¨¦n y fundamentalmente, porque me parece importante que los j¨®venes aborden este tema en centros educativos y que haya debate sobre el tema. He podido percibir cu¨¢n deforme es la visi¨®n que tienen del inmigrante, lo alejada que est¨¢ de la realidad. Es grave, porque nos estamos enfrentando a uno de los grandes dramas de la Humanidad en nuestros d¨ªas y hay que hacerlo con seriedad. Muchos africanos se incorporan a nuestra sociedad. Son un factor de enriquecimiento, de diversidad. Es fundamental que conozcamos bien al otro, dejar de darle la espalda a nuestro continente vecino, al que han perjudicado muchos siglos de t¨®picos y estereotipos, un imaginario para justificar la trata y el colonialismo. Espero que este libro pueda ser un punto de partida para un debate".
M¨¢s informaci¨®n:
Leer fragmento de Me llamo Suleim¨¢n en Kuwamba (Casa ?frica)
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