¡®Lord Vago¡¯, expulsado de la C¨¢mara
Antes de ser Lord Hanningfield, Paul White criaba cerdos. Despu¨¦s acud¨ªa al Parlamento brit¨¢nico, fichaba y se iba, cobrando dietas con las que pagaba a empleados de su granja Su holgazaner¨ªa ha hecho historia
Antes de meterse en pol¨ªtica y convertirse en Lord Hanningfield, Paul White criaba cerdos en el condado de Essex. Solo ser¨ªa un detalle menor en la carrera de este pol¨ªtico de 73 a?os si no fuera porque ha provocado m¨¢s de una broma pesada en la inclemente prensa brit¨¢nica, donde tambi¨¦n sus gallinas y su perro han dado bastante juego ¨²ltimamente. A ellos les ha echado la culpa de haber cobrado dietas por valor de 4.040 euros por acudir a las sesiones de la C¨¢mara de los Lores cuando en realidad se limitaba a entrar, fichar y marcharse a casa. El dinero, ha dicho, le serv¨ªa para pagar a sus empleados, que le cuidan las cluecas y el perro en Chelmsford cuando ¨¦l va a Londres al Parlamento. El problema es que trabaja tan poco que podr¨ªa cambiar su t¨ªtulo nobiliario por el de Lord Vago.
Ha sido el Daily Mirror quien le ha puesto en evidencia, provocando que el Comit¨¦ de Conducta y Privilegios de la C¨¢mara de los Lores le suspenda durante un a?o. Tras seguirle y fotografiarle, el diario ha demostrado que durante julio de 2013 acudi¨® al Parlamento 11 veces simplemente a fichar, pero no se qued¨® ni siquiera una hora. ¡°Conozco a m¨¢s de 50 lores que hacen lo mismo que yo¡±, se defendi¨® al ser cazado. Los lores brit¨¢nicos no cobran sueldo, pero tienen derecho a 367 euros diarios en dietas cada vez que acuden a la c¨¢mara a un debate, a una votaci¨®n o a un comit¨¦. Lord Hanningfield se limitaba a tomarse un t¨¦, firmar e irse a casa.
El que naci¨® siendo Paul White dio sus primeros pasos en la vida p¨²blica como presidente de la Asociaci¨®n de J¨®venes Granjeros. Ocup¨® su primer cargo pol¨ªtico en 1970 como concejal del condado de Essex y fue subiendo dentro del Partido Conservador hasta que fue premiado con el t¨ªtulo de Lord Hanningfield en 1998 por ayudar a la creaci¨®n de la Asociaci¨®n de Gobiernos Locales, llegando a ejercer como portavoz de los tories en la C¨¢mara de los Lores. Pero su facilidad para el gasto acab¨® pas¨¢ndole factura. Hace tres a?os fue expulsado del partido tras ser condenado a nueve meses de c¨¢rcel por un fraude similar al que ahora le enreda. En aquella ocasi¨®n, Lord Hanningfield fue declarado culpable de falsificar facturas por valor de 17.000 euros. Su condena se enmarcaba dentro del mayor esc¨¢ndalo que ha vivido el Parlamento brit¨¢nico, que entre 2009 y 2011 llev¨® a juicio a cientos de diputados y lores de todos los colores pol¨ªticos por abusar de sus prerrogativas de gasto. ?l fue uno de los seis que pasaron por la c¨¢rcel, donde estuvo nueve semanas. El resto de la condena la cumpli¨® en casa, donde su ¨²nico compa?ero fue su perro Jefferson. ¡°No ten¨ªa casi amigos con los que hablar. Menos mal que ten¨ªa al perro¡±, confes¨® en The Guardian este soltero solitario, que tambi¨¦n admiti¨® haber sufrido una depresi¨®n por el esc¨¢ndalo.
¡°No ten¨ªa casi amigos con los que hablar. Menos mal que ten¨ªa al perro. M¨¢s de 50 hacen los mismo que yo¡±
Ya entonces, quienes claman por una reforma de la C¨¢mara alta brit¨¢nica criticaron que Lord Hanningfield regresara al trabajo tras su condena. Actualmente no existe regulaci¨®n interna que permita sancionar o expulsar a los lores que cometen delitos, aunque esta semana se ha anunciado que por fin se est¨¢ preparando. La primera vez que se plante¨® esa dicotom¨ªa fue en 2009, tras un esc¨¢ndalo que afect¨® a dos lores laboristas que cobraron por hacer lobby. Tras varios debates, se decidi¨® que el Comit¨¦ de Privilegios y Conductas podr¨ªa suspender temporalmente a los descarriados, as¨ª que Lord Truscott y Lord Taylor of Blackburn fueron suspendidos de su cargo durante seis meses. Era la primera vez desde el siglo XVII que se castigaba a los miembros de esta arcaica instituci¨®n, a la que siguen perteneciendo ambos lores y el pu?ado que han sido suspendidos desde entonces.
El cargo es vitalicio, al margen de la conducta de cada cual, y no les vota el ciudadano, sino que, al igual que hace cuatro siglos, son nombrados a dedo por el Gobierno de turno. Adem¨¢s se reservan 26 asientos para obispos y 92 para miembros hereditarios, algo ins¨®lito en una democracia. ¡°En total son casi 800 cargos p¨²blicos que carecen de legitimidad porque no han sido elegidos democr¨¢ticamente en las urnas. Y por eso, cuando asistimos a episodios como el de Lord Hanningfield, los ciudadanos dejan de creer en la pol¨ªtica. El Parlamento no funciona como deber¨ªa. Su caso lo demuestra¡±. As¨ª lo explica Alexandra Runswick, directora de la organizaci¨®n Unlock Democracy, que ha participado en todos los intentos frustrados de reforma de la c¨¢mara desde hace ya dos d¨¦cadas. ¡°Es una reminiscencia de esa Gran Breta?a clasista y aristocr¨¢tica que desafortunadamente a¨²n existe¡±, a?ade. Llegar a ser lord, asegura Runswick y todos los cr¨ªticos ¡ªincluido el Partido Liberal, que impuls¨® una reforma que se frustr¨® en 2012 y que estos d¨ªas ha resucitado¡ª, es algo que tiene poco que ver con la representatividad y mucho con los favores pol¨ªticos, tanto que tambi¨¦n se la conoce como la C¨¢mara de los jubilados: uno de cada cuatro son exdiputados a los que se premia con el t¨ªtulo de lord para que dejen paso a otros pol¨ªticos; 685 tienen m¨¢s de 60 a?os, y 16, m¨¢s de 90. Lord Hanningfield, a sus 73, es uno de ellos. Su deriva hacia Lord Vago quiz¨¢ sea lo que esta instituci¨®n necesitaba para sacudirse el polvo de cuatro siglos de privilegios y entrar en el siglo XXI.
¡®La C¨¢mara de los jubilados¡¯
La C¨¢mara de los Lores es la C¨¢mara Alta del Parlamento brit¨¢nico. Una instituci¨®n pol¨ªtica que se ha quedado obsoleta, con mucha menor relevancia que la C¨¢mara de los Comunes. Los casi 800 lores son nombrados a dedo por el Gobierno. Son cargos vitalicios que, en ocasiones, sirven para saldar favores pol¨ªticos. 685 tienen m¨¢s de 60 a?os, como Lord Hanningfield.
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