Los qom argentinos se han hartado
Se intensifica la lucha de los ind¨ªgenas argentinos por su reconocimiento Los qom, segunda etnia aborigen, tras los mapuches, de este pa¨ªs de inmigrantes europeos, han conseguido progresos, pero persisten penurias y retrocesos
Llevaban 25 d¨ªas acampando a la vera de la carretera 3 de la provincia de Chaco, en el noreste de Argentina. Cortaban el tr¨¢nsito varias horas por d¨ªa. Eran cientos de qom, la etnia antes llamada toba por el hombre blanco. Los qom constituyen el segundo colectivo ind¨ªgena de Argentina, son 126.000, la mitad que los mapuches. Son parte de los 955.000 abor¨ªgenes argentinos, que a su vez representan el 2,4% de la poblaci¨®n de este pa¨ªs en el que m¨¢s de la mitad es descendiente de ellos. Pero muchos se sienten europeos y hasta hace poco desconoc¨ªan que a¨²n persistiesen esas etnias despu¨¦s de la conquista espa?ola y las masacres posteriores a la independencia (1810). Y all¨ª en el asfalto estaban los qom de los campos que rodean el pueblo de Pampa del Indio, hartos de sumar reclamaciones: viviendas dignas, empleo, la reciente muerte de un beb¨¦ quemado en una incubadora improvisada del hospital, la falta de agua potable y la decisi¨®n del gobernador chaque?o, el peronista Juan Carlos Bacileff Ivanov, de origen b¨²lgaro, de dejar de repartir bolsas de comida y reemplazarlas por tarjetas de d¨¦bito con 100 pesos (8,84 euros) mensuales.
¡°Pero el bols¨ªn tra¨ªa ocho art¨ªculos y con 100 pesos solo sac¨¢s az¨²car y leche¡±, se queja Natalio Romero, de 32 a?os, integrante de la organizaci¨®n Cacique Pedro Mart¨ªnez. Los qom suelen llevar apellidos espa?oles, herencia de antiguos patrones. Llegaron entonces, corr¨ªa marzo, los polic¨ªas provinciales. ¡°Nos empezaron a gritar: '?Indios de mierda, salgan de la calle! ?Hay que matarlos!¡±, recuerda Romero. La Polic¨ªa denunci¨® que los qom comenzaron las agresiones y que hubo 29 uniformados heridos, incluso cuatro de bala. Los ind¨ªgenas lo negaron y denunciaron que la fuerza policial los reprimi¨® y dej¨® 30 heridos, algunos por armas de fuego. Mientras Romero lo relata entre el sonido de gallinas, p¨¢jaros y viento, una de sus cuatro hijas juega con cartuchos que recogieron de la carretera d¨ªas despu¨¦s. Cinco qom fueron arrestados. Orlando Charole, el ¨²nico ind¨ªgena de los 32 diputados provinciales de Chaco, donde el 3,4% de la poblaci¨®n es aborigen, se present¨® para pedir la liberaci¨®n de los detenidos. ¡°Charole vino, pero fue la comunidad la que pag¨® la fianza de 7.500 pesos (663 euros)¡±, suelta Romero.
¡°El impacto occidental de m¨¢s de 500 a?os ha destruido nuestra cultura, territorio, ha habido un genocidio sistem¨¢tico, la imposici¨®n de la religi¨®n¡±, recuerda Charole despu¨¦s de un debate p¨²blico sobre la reforma de una ley a favor del aborigen chaque?o en Castelli. Es una peque?a ciudad autodenominada portal de El Impenetrable, un bosque nativo que est¨¢ sufriendo una lenta deforestaci¨®n por parte de quienes quieren plantar soja transg¨¦nica, criar ganado o comerciar madera. Charole fue uno de los impulsores de la medida cautelar que dict¨® en 2007 la Corte Suprema de Argentina orden¨¢ndole a los Gobiernos federal y provincial la provisi¨®n de agua potable, alimentos y medios de transporte hasta los centros sanitarios a los qom. ¡°El Estado nacional atac¨® la emergencia¡±, reconoce el peronista Charole, en alusi¨®n a la asignaci¨®n universal por hijo, que reciben muchas familias pero no todas, o las pensiones a los enfermos de chagas, dolencia card¨ªaca que transmite un insecto llamado vinchuca. ¡°Pero a¨²n es insuficiente: hay deserci¨®n escolar, falta acceso a la universidad, hay emergencia alimentaria, hay que fortalecer la red sanitaria¡±, enumera Charole, rodeado de vecinos en un centro comunitario.
No muy lejos de all¨ª, donde las calles asfaltadas del centro de Castelli dejan lugar a las embarradas, vive con su familia en una casa de ladrillos Diego Castro, uno de los cinco qom que se han graduado de m¨¦dicos en Cuba, becados por ese pa¨ªs. Acab¨® la carrera en 2013 y pronto ser¨¢ destinado a El Espinillo, un pueblo de El Impenetrable. ¡°Siendo pobres, ya somos excluidos y siendo ind¨ªgenas¡¡±, expone Diego en un pa¨ªs donde el 63,9% de la poblaci¨®n total cuenta con seguro m¨¦dico, frente al 52,6% entre los pueblos originarios. ¡°En ¨¦pocas electorales, los pol¨ªticos te dan bola porque sos humano y vot¨¢s. La oposici¨®n critica, pero nunca te ayuda¡±, se queja el joven m¨¦dico.
En El Espinillo lo espera una plaza central donde se alzan la bandera argentina y la multicolor wiphala, que ya no solo identifica a los pueblos andinos o a la Bolivia de Evo Morales. El Espinillo eligi¨® por primera vez intendente (alcalde) en 2011 y escogi¨® a un qom, como el 80% de sus 3.000 habitantes. Antes de la llegada de Castro, solo atienden all¨ª dos m¨¦dicos. Uno de ellos es Carlos Faure, que lleg¨® de C¨®rdoba. ¡°No veo muchas obras con el intendente nuevo, aunque s¨ª m¨¢s alumbrado p¨²blico y se trazaron algunas calles¡±, reconoce Faure. En su centro sanitario no hay m¨¢s que tres camas, pero no equipo de radiograf¨ªas o laboratorio de an¨¢lisis cl¨ªnico. Eso s¨ª: trabajan cinco auxiliares de enfermer¨ªa y diez nuevos agentes sanitarios, todos qom, esenciales para traducir problemas de salud a una poblaci¨®n que no suele aprender espa?ol hasta que ingresa en Primaria. De piel y delantal blancos, Faure atiende muchos casos de chagas, tuberculosis, s¨ªfilis y diarrea. ¡°Hay s¨ªfilis por el hacinamiento, la promiscuidad. Hay diarreas porque juntan agua de lluvia en cualquier recipiente. A veces no tienen ni letrinas. No hay tratamiento de la basura y el excremento. Hay poca desnutrici¨®n, pero s¨ª malnutrici¨®n, comen muchos fideos, pan y grasas. En los ¨²ltimos a?os han implementado planes de vivienda y eso es bueno porque tienen ba?o y se evitan las vinchucas que anidan en las grietas de las casas de adobe, pero tambi¨¦n detectamos agentes que no ten¨ªan veneno para fumigar contra la vinchuca o no ten¨ªa nafta (gasolina) para ir a fumigar¡±, lamenta Faure.
Enfrente del puesto sanitario est¨¢ la comisar¨ªa y un predio con madera decomisada el a?o pasado. En 2006 el Congreso argentino aprob¨® una ley de protecci¨®n de bosques nativos. ¡°Antes hab¨ªa mucha tala y ahora es m¨¢s o menos igual¡±, advierten fuentes policiales. ¡°[Los madereros] estafan a los tobas: les dan 10.000 pesos (884 euros) para pedirles autorizaci¨®n para talar en sus tierras y despu¨¦s venden la madera por 80.000 (7.079). Los tobas aceptan por sus necesidades econ¨®micas¡±, a?aden los polic¨ªas en tierra de quebrachos, talas, urundayes y palos borrachos, por donde andan corzuelas, conejos, armadillos, osos hormigueros y pumas. En los ultimos meses las lluvias han frenado la tala al tornar casi intransitables caminos de tierra en los que los kilometros se alargan.
En algunos aspectos, los qom siguen mal o incluso han retrocedido, pero tambi¨¦n en los ¨²ltimos 30 a?os, el periodo m¨¢s extenso de democracia ininterrumpida en Argentina, ha habido ¡°avances, como el reconocimiento de los derechos ind¨ªgenas por parte de la sociedad y la capacitaci¨®n de los j¨®venes¡±, se?ala el qom David Zacar¨ªas, director de la segunda escuela p¨²blica de Chaco bajo gesti¨®n ind¨ªgena. Zacar¨ªas viene luchando por los pueblos originarios de Argentina desde un hist¨®rico congreso que organizaron en 1992, el a?o del quinto centenario de la conquista espa?ola. Aquel encuentro los impuls¨® a presionar para que en la Constituci¨®n de 1994 se los reconocieran como pueblos preexistentes al Estado argentino, con sus consiguientes derechos a la tierra, entre otros. Claro que no siempre se respeta la Carta Magna. ¡°Hasta 1987 estaba prohibido hablar qom en la escuela. Ahora Chaco reconoce el qom, el wichi y el mocov¨ª como lenguas oficiales¡±, destaca Zacar¨ªas, el ¨²nico de 15 hermanos con carrera terciaria completa. Desde 1990 comenz¨® a haber auxiliares docentes qom. Pero en 2010 Zacar¨ªas visit¨® una escuela ¡°donde los wichi recortaban figuritas y los criollos recib¨ªan la clase¡±. ?l vive en un barrio de mayor¨ªa qom en las afueras de S¨¢enz Pe?a, la segunda ciudad m¨¢s poblada de Chaco, donde sus vecinos se quejaban del bajo nivel educativo que recib¨ªan los ni?os en la escuela del lugar. Fue entonces cuando Zacar¨ªas propuso al Gobierno provincial pasarla a gesti¨®n ind¨ªgena. ¡°?Hay tobas en S¨¢enz Pe?a?¡±, preguntaron algunas autoridades. En 2012 el proyecto fue aprobado y la cantidad de alumnos se ha elevado de 70 a 350. Antes casi todos eran ind¨ªgenas y ahora la mitad no lo es. Cinco maestros son ind¨ªgenas y otros cinco no. Algunas materias se dictan en qom. Es de la minor¨ªa de las escuelas p¨²blicas de Argentina con jornada completa, pero no se cumple porque carece de agua potable, al igual que el resto del barrio.
¡°Nosotros no entend¨ªamos a nuestros maestros¡±, recuerda Diego Mauricio, uno de los maestros qom del colegio de S¨¢enz Pe?a. ¡°Hoy los chicos entienden m¨¢s el castellano, pero nosotros adem¨¢s entendemos sus gestos, miradas, los tab¨²es por lo que faltan¡±, a?ade Mauricio. Por ejemplo, por una creencia antigua, los hijos suelen quedarse en casa cuando sus madres menstr¨²an. Pero todav¨ªa quedan desaf¨ªos pendientes para la educaci¨®n en qom, como la escasa cantidad de libros en esa lengua, seg¨²n se queja Gabriela, la bibliotecaria de la escuela.
Zacar¨ªas rezonga tambi¨¦n porque aquel d¨ªa se bautiz¨® con un nombre de un fundador del barrio, el qom Gregorio Maza, una guarder¨ªa vecina, biling¨¹e desde 1993, pero la supervisora del distrito escolar se opon¨ªa a que el discurso de la directora se tradujera a la lengua ind¨ªgena. Finalmente, se lo pronunci¨® en los dos idiomas. Aquel d¨ªa los peque?os alumnos cantaron en qom sobre antiguos cazadores, mientras sus hermanos mayores se paseaban con camisetas del Real Madrid o Violetta. ¡°Quisieron eliminarnos, pero nunca desaparecimos y ahora estamos golpeando puertas. Es una lucha constante¡±, comenta en pleno acto el director de la nueva ¨¢rea aborigen del ayuntamiento de S¨¢enz Pe?a, Florencio D¨ªaz.
Con el mismo tes¨®n los qom consiguieron en Pampa del Indio edificar un complejo educativo biling¨¹e propio que imparte contenidos desde su cosmovisi¨®n y en el que 500 alumnos estudian desde la secundaria hasta carreras terciarias. Unos 90 adem¨¢s tienen all¨ª albergue. El proyecto surgi¨® del llamado Consejo Qompi en 1994 ante la deserci¨®n escolar tras la primaria, cuenta su coordinador, Feliciano Guti¨¦rrez. En 2001 consiguieron la autorizaci¨®n y los fondos provinciales para pagar los maestros de una secundaria para adultos. En 2005 crearon las primeras carreras terciarias, de auxiliar docente y atenci¨®n primaria de la salud. En 2009, la secundaria agr¨ªcola. Todas las clases se daban en diversos salones prestados. ¡°B¨²squense un lugar abajo del ¨¢rbol¡±, les dijo una vez una autoridad. Entonces apareci¨® la Fundaci¨®n Artistas Solidarios, de la que participan los m¨²sicos Le¨®n Gieco, Javier Calamaro (hermano de Andr¨¦s) y Gustavo Santaolalla y el artista pl¨¢stico Milo Lockett, entre otros. Esta organizaci¨®n aport¨® dinero y organiz¨® en 2011 una reuni¨®n de miembros del Consejo Qompi con la presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Entonces el Estado envi¨® tambi¨¦n fondos para construir el complejo e inaugurarlo en 2012. En 1994, solo cinco qom hab¨ªa terminado la secundaria en Pampa del Indio. Ahora son m¨¢s de 500. ¡°Primero me siento qom y despu¨¦s argentino, porque nos impusieron esa nacionalidad¡±, advierte el secretario de la secundaria agr¨ªcola, Epifanio Lorenzo.
¡°Est¨¢ bueno venir ac¨¢ porque yo hice la primaria y la secundaria en Resistencia (capital de Chaco) y estaba perdiendo las costumbres y la lengua de mi pueblo¡±, cuenta Alfredo Melagrani, estudiante de la tecnicatura de comunicaci¨®n. Varios de sus compa?eros trabajan en una radio qom que se inaugur¨® el a?o pasado con apoyo del Gobierno de Fern¨¢ndez. ¡°Cuando yo dec¨ªa en mi escuela que era toba, se me quedaban mirando, pensaban que no exist¨ªamos m¨¢s o que ¨¦ramos muy pocos¡±, recuerda Alfredo, que duerme en un galp¨®n con cuchetas porque el albergue no da abasto.
Antes de abrir las puertas a la prensa, el Consejo Qompi delibera si es conveniente hacerlo o no. Uno de sus miembros, Arist¨®bulo Silvestre, conduce el cuestionario al periodista, pero de a poco conf¨ªa. ?l es adem¨¢s uno de los dos concejales ind¨ªgenas de Pampa del Indio. Los otros cinco no lo son, pese a que la mitad de la poblaci¨®n es qom. ¡°Me inici¨¦ en pol¨ªtica porque siempre criticamos, pero no solo servimos como votantes¡±, cuenta Silvestre, enrolado dentro del peronismo. ¡°Descubr¨ª que en pol¨ªtica te pagan por los votos (en el consistorio). La comunidad tiene que tener un partido pol¨ªtico propio a futuro¡±, declara camino a las 10.000 hect¨¢reas de tierras ancestrales que su familia y otras 39 consiguieron recuperar tras desalojar a varios hacendados en 2007. Entre mosquitos y frente al marr¨®n r¨ªo Bermejo, que separa Chaco de Formosa, all¨ª donde el qom F¨¦lix D¨ªaz pelea por el territorio de su comunidad, Silvestre comparte las reclamaciones de sus hermanos por bolsas de comida, pero lamenta que por las urgencias ¡°se descuiden¡± las peticiones por ¡°la tierra, la agricultura y el medio ambiente¡±.
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