Nicolasa Quintrem¨¢n y el territorio sagrado del B¨ªo B¨ªo
La l¨ªder fue encontrada ahogada en el lago Ralco. Era el s¨ªmbolo de la lucha del pueblo pehuenche contra las grandes obras que les obligaban a desplazarse de sus tierras
Ralco, en lengua pehuenche significa 'plato de agua', nombre con el que Endesa bautiz¨® la gran represa hidroel¨¦ctrica que construy¨® en las proximidades de las comunidades de Queupuca Ralco y Ralco Lepoy, en el curso superior del r¨ªo B¨ªo B¨ªo, a 120 kil¨®metros al sureste de Los ?ngeles, ¨¢rea que posee un clima lluvioso y fr¨ªo, en la cual habitaban cuatro mil personas de la etnia mapuche pehuenche.
En 1997 se iniciaron las obras de excavaci¨®n de 9,2 metros de di¨¢metro y 7 kil¨®metros de longitud, ¨¢rea que fue en su totalidad revestida de hormig¨®n. En diciembre de 2000, Endesa inici¨® el desv¨ªo de las aguas del r¨ªo B¨ªo B¨ªo, cuya cuenca hidrogr¨¢fica, de aproximadamente 24.000 kil¨®metros cuadrados, recorre unos 400 kil¨®metros desde su nacimiento en la laguna Galletu¨¦ hasta su desembocadura en el mar. As¨ª, encauz¨® el r¨ªo a trav¨¦s de un t¨²nel de 500 metros de largo y 13,5 de di¨¢metro.
Para entonces, la poblaci¨®n pehuenche hab¨ªa cuestionado fuertemente el megaproyecto Ralco, considerando que su instalaci¨®n afectar¨ªa el equilibrio ecol¨®gico de la zona y generar¨ªa un efecto social severo que significaba el desplazamiento forzado de las comunidades para poder construir la represa. Las familias pehuenche se negaron a abandonar los terrenos que pronto ser¨ªan inundados. Entre ellas, se encontraba Nicolasa Quintrem¨¢n Calp¨¢n, l¨ªder ind¨ªgena, quien junto a su hermana Berta, desde 1995, encabezaron el primer movimiento popular chileno a favor del medio ambiente cuando Endesa anunci¨® la construcci¨®n de Ralco. Una lucha que no abandon¨® hasta el d¨ªa de su muerte el pasado 24 de diciembre de 2013, cuando apareci¨® ahogada en el lago Ralco, en las aguas de su querido B¨ªo B¨ªo.
En defensa del territorio sagrado
Para Nicolasa y la comunidades pehuenches el Alto B¨ªo B¨ªo es considerado territorio sagrado, un espacio donde la conexi¨®n vital de la tierra con sus habitantes significa el cuidado del r¨ªo, los bosques, las lagunas y los animales. Quiz¨¢, por este motivo, tras 18 a?os de resistencia, las palabras de Nicolasa contin¨²an a¨²n en la memoria viva del Alto B¨ªo B¨ªo: ¡°pero a esta tierra m¨ªa no la da?a nadie, ni la viola nadie, y por eso nunca, nunca me voy a cansar de luchar¡¡±
Nicolasa y su hermana se resistieron a la central hidroel¨¦ctrica Ralco, ideada en 1990 y construida, a?os m¨¢s tarde, con mutuo acuerdo entre Endesa y el gobierno de Eduardo Frei, tras un camino no tan claro, que termin¨® con la remoci¨®n de tres directores de la Corporaci¨®n Nacional de Desarrollo Ind¨ªgena (CONADI) que se opon¨ªan a su realizaci¨®n. En este proyecto fueron invertidos m¨¢s de 700 millones de d¨®lares, sin duda, uno de los m¨¢s importantes que haya sido ejecutado en la provincia de B¨ªo B¨ªo.
En ese contexto, el entonces presidente de Endesa, Rodolfo Mart¨ªn Villa, declaraba ante los medios: ¡°Chile es envidiable en torno al Estado de Derecho, est¨¢ con buenos pol¨ªticos, gobernantes, administradores, y eso es para confiar, para cualquiera que quiera hacer inversiones all¨ª¡±. Mientras, Nicolasa Quintrem¨¢n ante el Congreso de Chile expresaba: ¡°Hacer Ralco es matar al r¨ªo, y con ello a su gente¡±.
La pel¨ªcula documental Apaga y V¨¢monos, de Manel Mayol (2004), evidenci¨® las dificultades a las que se enfrentaron las comunidades ind¨ªgenas que protestaron por la construcci¨®n de la represa, las cuales fueron tildadas de "terroristas" por subvertir el orden. Tambi¨¦n da a entender un posible motivo de porqu¨¦ una de las personas que dirig¨ªan este megaproyecto fue poco sensible a las demandas pehuenches. La pel¨ªcula pone de relieve los antecedentes del entonces presidente de Endesa. Fue Jefe Nacional del SEU (Sindicato de Estudiantes Falangistas), Gobernador Civil de Barcelona durante la dictadura militar de Francisco Franco, Diputado del Partido Popular durante la Presidencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Dirigi¨® la Comisi¨®n del desastre del Prestige.
En julio de 1997, la Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos (FIDH) envi¨® a Chile una Comisi¨®n para investigar las consecuencias de la construcci¨®n de Ralco sobre el r¨ªo B¨ªo B¨ªo. Su informe se?al¨® que el proyecto ¡°tendr¨ªa serias implicaciones humanas, ¨¦tnico-culturales y ecol¨®gicas, y graves consecuencias jur¨ªdicas hist¨®ricas. Porque obligar¨ªa el abandono, por las comunidades mapuche-pehuenche del Alto B¨ªo B¨ªo, de su h¨¢bitat ancestral, y la represa inundar¨ªa sus tierras y lugares sagrados, legalmente inenajenables e inembargables, en una regi¨®n considerada, adem¨¢s, un ecosistema notable que se ver¨ªa profundamente afectado¡±.
La ?ana Nicolasa, ¨C nombrada as¨ª en reconocimiento a su sabidur¨ªa ancestral como mujer mayor del Alto Biob¨ªo¨C , se sinti¨® fortalecida con este informe frente a Endesa, logrando paralizar la construcci¨®n del mega proyecto hidroel¨¦ctrico en dos ocasiones (entre agosto de 1997 y enero de 1998 y desde septiembre de 1998 a enero de 1999). Desde entonces, Endesa y el gobierno de Eduardo Frei, afrontaron uno de los primeros conflictos socioambientales que se conocen en Chile.
Las consecuencias de la represa
En mayo del a?o 2001, debido a malos c¨¢lculos sobre los considerables caudales del r¨ªo, se derrumb¨® el enorme muro de la represa y se obstruy¨® el t¨²nel de desv¨ªo, ocasionando un serio desborde del embalse que envi¨® una gran mole de agua, barro, troncos y maquinaria aguas abajo. El embalse Pangue, ubicado a pocos kil¨®metros, detuvo la avalancha, evitando que la poblaci¨®n viviera una tragedia.
En el a?o 2003, Nicolasa y su comunidad lograron suscribir un acuerdo con el Gobierno de Lagos ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos. As¨ª se evitaba una condena segura ante la Corte de Costa Rica, la cual hab¨ªa condenado cinco veces al Estado chileno por violar los derechos humanos. En ese acuerdo, donde tambi¨¦n particip¨® Endesa, se asumi¨® el compromiso de entregarles tierras, agua y proyectos tur¨ªsticos a la poblaci¨®n pehuenche.
Esta negociaci¨®n, que recibi¨® algunas cr¨ªticas de la comunidad ind¨ªgena, logr¨® la liberaci¨®n de V¨ªctor Ancalaf Lleupe, conocido dirigente mapuche, gener¨® la relocalizaci¨®n de la poblaci¨®n y consigui¨® la aprobaci¨®n del Convenio 169 de la OIT en el Congreso. Sin embargo, Nicolasa y su comunidad continuaron esperando diez a?os sin agua, sin tierras adecuadas, sin proyectos de desarrollo, ni educativos, ni tur¨ªsticos, los cuales estaban incluidos en el acuerdo. ¡°Tienen carencia de alimentos, sus terrenos est¨¢n bald¨ªos, sus comunidades est¨¢n divididas. La Fundaci¨®n Pehu¨¦n de Endesa les entreg¨® escasos beneficios, casi nada comparado con sus utilidades¡±, seg¨²n palabras del senador chileno, Alejandro Navarro.
En mayo de 2004, se produjo la inundaci¨®n del cementerio ancestral de Quepuca Ralco, donde se encontraban los restos de 56 personas. Endesa conoc¨ªa la situaci¨®n de dicho cementerio y las consecuencias que supon¨ªa realizar las obras, aun as¨ª, la compa?¨ªa decidi¨® continuar.
En julio del 2006, tras fuertes lluvias, se produjeron violentas inundaciones en la represa que afectaron a pueblos y localidades ribere?as, dejando ocho personas fallecidas, lo cual supuso una demanda por parte de dichas familias contra Endesa.
Muchas de estas inundaciones tienen lugar a causa de la construcci¨®n de una pared de hormig¨®n rodillado de 155 metros de altura, con el objetivo de modificar el curso del rio en una zona de gran estrechamiento. Este hecho ha generado que las especies acu¨¢ticas se vean afectadas.
De otro lado, el proceso de relocalizaci¨®n de Queupuca Ralco y Ralco Lepoy pareciera haber trastocado la vida de la etnia mapuche pehuenche, a pesar que Endesa se hizo asesorar por un equipo de antrop¨®logos liderados por Leopoldo Bartolom¨¦, con experiencia en la relocalizaci¨®n de la etnia Yasiret¨¢ en Argentina, Paraguay y Uruguay, la cual, por cierto, vive actualmente en condiciones de extrema pobreza.
El fundo El Barco, zona donde fue relocalizada la comunidad pehuenche, tiene una extensi¨®n de terreno mucho mayor, el cual fue fertilizado y arado con apoyo de Endesa, a trav¨¦s de la agricultura intensiva. Sin embargo, importantes estudios de impacto ambiental se?alan que esta zona, al ubicarse en los 1000 metros sobre el nivel del mar, a diferencia de Ralco Lepoy que est¨¢ a 600 metros, tiene una diferencia de altura que puede condicionar la productividad de la tierra.
El subsuelo de El Barco es de origen volc¨¢nico y su capa vegetal muy fr¨¢gil, por lo que el uso de las t¨¦cnicas modernas de fertilizaci¨®n ocasionar¨¢n a corto plazo el agotamiento del suelo, produciendo su desertificaci¨®n. Adem¨¢s, cada a?o nieva cuatro metros de grosor lo que a¨ªsla a sus habitantes y les imposibilita realizar cualquier actividad productiva.
Jos¨¦ Millanao, poblador de El Barco explica: "Antes ten¨ªamos una o dos hect¨¢reas de tierra all¨¢ abajo en Lepoy. Apenas nos alcanzaba para criar algunas aves, animalitos y hacer huerta... Ac¨¢ Endesa nos pas¨® veinte hect¨¢reas promedio. Todos lo vimos como un avance... Sin embargo, hoy estamos casi peor que antes. Los animales se nos mueren en invierno, los mata la nieve cuando se accidentan en las quebradas... y no hay forraje... Ahora los estamos vendiendo casi todos, para poder comprar mercader¨ªas o para pagar las deudas que tenemos con la propia Endesa"
Una vida apagada entre las aguas del Ralco
¡°Yo no tengo por qu¨¦ salir. Muerta saldr¨¦ de mis tierras, pero no viva¡±, era la frase recurrente de Nicolasa Quintrem¨¢n. Parad¨®jicamente, fue el propio lago Ralco, construido artificialmente en dicha represa, el lugar donde perdi¨® la vida a sus 74 a?os. Su cuerpo apareci¨® sumergido entre las aguas el pasado 24 de diciembre de 2013.
El informe de la autopsia establec¨ªa asfixia por inmersi¨®n como causa de su muerte. Las lesiones evidenciaban heridas ocasionadas por una ca¨ªa desde una pendiente. Con estos antecedentes, la Fiscal¨ªa determinar¨¢ si se cierra o abre la investigaci¨®n.
Nicolasa fue sepultada en la comunidad de Ralco Lepoy. Sus familiares, entre ellos las dos hermanas Quintrem¨¢n, activistas mapuches y autoridades pol¨ªticas le rindieron homenaje a la mujer que defendi¨® la Mapu ?uke (Madre Tierra) no s¨®lo en Chile, sino ante tribunales internacionales. Su hermana Berta, durante el funeral, expres¨®: ¡°Que se retiren estos empresarios, que no quede ninguna cosa de all¨¢".
¡°Nicolasa era una mujer peque?a, que siempre se pon¨ªa colorete en sus mejillas y usaba un pa?uelo de colores en el pelo... En sus ojos se ve¨ªa la determinaci¨®n de su lucha. Ella no era alguien que se dar¨ªa por vencida¡±, as¨ª la recuerda Claudio Gonz¨¢lez, acad¨¦mico de la Universidad de Concepci¨®n y mapuche pehuenche.
La activista mapuche, Guillermina Raiman, se?ala: "Uno con ella se sent¨ªa tremendamente grande, inmediatamente quer¨ªas hacer lo mismo al ver la fuerza con que daba la lucha". Tambi¨¦n record¨® las palabras que le oy¨® decir: ¡°Independiente de que uno como mapuche no sepa ni siquiera el idioma, uno tiene que hablar, hablar no m¨¢s y si me entiende el winka bien y si no, no importa, yo tengo que decir las cosas y alguien me va a tener que entender.¡±
Ana Llao, dirigenta mapuche y actualmente Consejera Nacional ante CONADI, se?al¨®: ¡°Nicolasa fue capaz de pelear con los enemigos m¨¢s poderosos, Endesa y el Gobierno de Chile, por nuestros derechos hist¨®ricos. No estamos pidiendo un favor, son derechos que nos corresponden, por eso hemos de luchar con m¨¢s fuerza, como ella, hasta que reconozcan la autonom¨ªa de los pueblos mapuches¡±.
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