Jomav, Indjai y un pozo muy profundo
Elegido nuevo presidente de Guinea-Bissau, Jos¨¦ Mario Vaz. / Foto: AFP
Jos¨¦ Mario Vaz, conocido popularmente como Jomav por sus iniciales, es el elegido. El candidato del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC) ha ganado las elecciones presidenciales, consideradas libres y transparentes por todos los observadores internacionales, celebradas el pasado domingo en Guinea-Bissau y se convertir¨¢, salvo sobresaltos de ¨²ltima hora, en el pr¨®ximo presidente democr¨¢tico de un pa¨ªs que ha vivido una aut¨¦ntica traves¨ªa del desierto tras el golpe de estado de abril de 2012 y una transici¨®n de dos a?os llena de riesgos. Sin embargo, esos peligros no se han conjurado del todo. El candidato ganador no es del agrado de un Ej¨¦rcito demasiado aficionado a intervenir en la vida pol¨ªtica en el pasado reciente, lo que representa una clara amenaza para la nueva etapa que comienza este peque?o pa¨ªs.
Las malas relaciones del nuevo presidente de Guinea-Bissau con el Ej¨¦rcito son evidentes. Jomav, ex alcalde de Bissau fue tambi¨¦n ministro de Finanzas del Gobierno depuesto por el golpe de estado de abril de 2012 y se autoexili¨® en Portugal durante casi un a?o. A su regreso al pa¨ªs fue encarcelado durante tres d¨ªas por orden directa de los militares. De hecho, manten¨ªa unas excelentes relaciones con el que fuera primer ministro de aquel ejecutivo y principal objetivo del putsch, Carlos Gomes Junior (Cadogo). Jomav, cuya gran r¨¦mora es la sospecha que pesa sobre ¨¦l tras la desaparici¨®n de la caja p¨²blica de doce millones de d¨®lares donados por Angola cuando era ministro, ha prometido acabar con el tr¨¢fico de drogas, en el que est¨¢n implicados altos estamentos de las Fuerzas Armadas, as¨ª como con la exportaci¨®n ilegal de madera y colt¨¢n, en las que tambi¨¦n participan los militares.
General Antonio Indjai, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. / Foto: AFP
El gran enemigo de Jomav se llama Antonio Indjai, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Guinea-Bissau. El general golpista no tuvo reparos en expresar su apoyo al otro candidato de esta segunda vuelta electoral, el independiente Nuno Nabiam, lo que no fue suficiente para inclinar la balanza a su favor. Indjai se deja ver poco. Nunca fue un hombre aficionado a los fastos p¨²blicos, pero desde que hace algo m¨¢s de un a?o la Justicia estadounidense lo puso en su punto de mira con una acusaci¨®n formal de tr¨¢fico de drogas y de armas, el general se ha convertido en una sombra. Dicen que no duerme dos d¨ªas seguidos en el mismo lugar. Que teme por su propia seguridad.
El camino ser¨¢ cuesta arriba. No es que haya que escalar ninguna monta?a, es que el pa¨ªs debe salir de un pozo muy profundo. El primer reto de Jomav ser¨¢, tal y como reconocen organismos internacionales como la Cedeao o la Uni¨®n Africana, la reforma de este Ej¨¦rcito atravesado por la corrupci¨®n y el delito, esclerotizado, intervencionista y dirigido por alguien que ni siquiera puede salir del pa¨ªs ante el riesgo de ser detenido. Pero otros desaf¨ªos asoman en el horizonte: detener el saqueo de los recursos naturales y minerales del pa¨ªs, recuperar la confianza y el cr¨¦dito de los organismos internacionales para que la m¨¢quina del Estado vuelva a funcionar, restablecer en m¨ªnimos aceptables ciertos servicios b¨¢sicos para la poblaci¨®n (agua, luz), pagar los sueldos de los funcionarios, bloqueados hace meses¡
Partidarios de Jos¨¦ Mario Vaz, el ¨²ltimo d¨ªa de campa?a en Bissau. / Foto: J. Naranjo
Las ¨²ltimas horas de las elecciones presidenciales han estado pre?adas de miedo. Tras la jornada electoral del pasado domingo, que se vivi¨® con relativa calma salvo la agresi¨®n a cuatro miembros del PAIGC por parte de hombres armados, tocaba esperar por los resultados. Sin embargo, al d¨ªa siguiente, su candidato rival Nuno Nabiam hac¨ªa p¨²blico un comunicado en el que anunciaba que su victoria era clara, rompiendo su promesa de esperar a la proclamaci¨®n de resultados por parte de la Comisi¨®n Electoral y, lo que es peor, mintiendo y tratando de generar inestabilidad y confusi¨®n. Periodistas afines y amantes de las corruptelas le siguieron el juego, lo que provoc¨® una noche de tensi¨®n en la que se lleg¨® a hablar de movimientos militares que no anunciaban nada bueno.
La proclamaci¨®n de resultados, por tanto, estuvo marcada por la tensi¨®n. Las fuerzas militares de la Cedeao, presentes en Bissau tras el acuerdo posterior al golpe de estado de 2012 con la responsabilidad de velar por el buen transcurso de la transici¨®n, se posicionaron en los alrededores del hotel Azalai y patrullaron por la ciudad. La sala de prensa donde el presidente de la Comisi¨®n Electoral, el juez Augusto Mendes, procedi¨® a la lectura del acta se cerr¨® a cal y canto. Todas las miradas estaban puestas en la Fortaleza de Amura, sede principal de los militares. Al final, el proceso sigui¨® su cauce y la victoria clara de Jomav fue anunciada, aunque las pr¨®ximas horas ser¨¢n clave para saber cu¨¢l ser¨¢ el destino de este pa¨ªs.
Justo despu¨¦s de la proclamaci¨®n de resultados, Jomav 61,9%, Nuno Nabiam 38,1%, el primero ganador en todas las regiones del pa¨ªs salvo en Tombali y Oio, los partidarios del PAIGC salieron a las calles a festejar portando pancartas y ramas. Tienen motivos para estar contentos. No s¨®lo han logrado obtener la Presidencia del pa¨ªs para su candidato, sino que dominan el nuevo Parlamento salido de las urnas en las legislativas del pasado 13 de abril y, por tanto, suyo es tambi¨¦n el Gobierno dirigido por el nuevo primer ministro, Domingo Simoes Pereira, que a la saz¨®n es tambi¨¦n presidente del partido.
Inicio de la celebraci¨®n tras la victoria de Jomav en las elecciones. / Foto: J. Naranjo
El PAIGC es, sin duda, el partido m¨¢s poderoso del pa¨ªs. Fundado en 1956 por el gran padre de la independencia de Guinea-Bissau y uno de los grandes l¨ªderes revolucionarios de la ?frica del pasado siglo, Am¨ªlcar Cabral, sus miembros son conocidos como ¡°los libertadores¡±. Y es que la independencia tuvo que conquistarse a sangre y fuego en una guerra contra la metr¨®poli portuguesa que concluy¨® en 1974. Sin embargo, desde entonces, Guinea-Bissau no ha tenido nunca un presidente democr¨¢tico que haya podido terminar su mandato, ya fuera por haber sido asesinado o bien por muerte natural. Los golpes de estado, la guerra y los magnicidios, como el del presidente Joao Bernardo Vieira en 2009, han sacudido la vida del pa¨ªs.
La poblaci¨®n ya ha manifestado en muchas ocasiones estar harta de su clase pol¨ªtica y de sus militares, aunque el miedo impide hablar muy fuerte. Pero tambi¨¦n ha mostrado cierto hartazgo la comunidad internacional, que en los ¨²ltimos dos a?os ha retirado buena parte de su apoyo en materia de cooperaci¨®n a este pa¨ªs africano. En gran medida ha sido la Cedeao la que ha mantenido a este pa¨ªs durante los dos a?os de transici¨®n, manifestando su respaldo al presidente interino, Serifo Nhamadjo, en su camino hacia el retorno de la democracia. Ahora es el turno de Jos¨¦ Mario Vaz. De ¨¦l se espera que tome decisiones r¨¢pido y, sobre todo, que reforme desde la base a las Fuerzas Armadas. El general Antonio Indjai ya lanz¨® el reto meses atr¨¢s: ¡°No pienso dimitir¡±. Del pulso entre ambos depende el futuro del pa¨ªs.
En este mismo blog: Guinea-Bissau, 15 candidatos y un general levantisco y ?Qu¨¦ pasa en... Guinea-Bissau?
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