La ginebra domesticada
Las faramallas que se hacen hoy, con las t¨®nicas y las rodajas de pepino, acabar¨¢n desembocando en el gin-tonic-sin-sin
La ginebra, esa bebida que hace unos a?os solo frecuentaban los malvivientes y los marineros, ha sido secuestrada por la sociedad biempensante. La ginebra es una bebida que estimula la imaginaci¨®n y que ha de beberse con la m¨ªnima cantidad de a?adidos, para que no pierda su naturaleza ¨¢spera, su entra?able sabor a pradera curtida por los vientos, por el sol a saco y el hielo azuloso del invierno. Yo beb¨ªa ginebra con mi abuela, y nos bastaba con medio vaso de Beefeater, al que a?ad¨ªamos un par de hielos cuando ten¨ªamos ganas de un c¨®ctel. Pero ahora la tendencia es matizarle a la ginebra su sabor salvaje, mezclarla con t¨®nicas y rodajas de lim¨®n o de pepino para que sepa menos a ginebra, y m¨¢s a gaseosa o a refresco. Le est¨¢ pasando lo mismo que al caf¨¦, al que se le a?aden cada vez m¨¢s virguer¨ªas para beneficio de aquellos a los que no les gusta el sabor del caf¨¦.
De un d¨ªa para otro han aparecido decenas de marcas de agua t¨®nica para domesticar el rudo sabor de la ginebra y convertirla en el brebaje de moda. Porque el gin-tonic, comparado con el dry-martini o con la ginebra a pelo que mencionaba hace unas l¨ªneas, era ya de por s¨ª una versi¨®n timorata de la ginebra, pero las faramallas que se hacen hoy, con las t¨®nicas y las rodajas de pepino, acabar¨¢n desembocando en el gin-tonic-sin-sin. Lo cierto es que pedir un gin-tonic se ha convertido en un martirio, enseguida te acosa el barman con una bater¨ªa de preguntas: ?con qu¨¦ ginebra?, ?con qu¨¦ marca de t¨®nica?, ?con rodaja de lim¨®n o de pepino?, ?con hielos a -4, a -17 o a -21? Como si cuando pides solomillo te preguntaran: ?de vaca Hereford?, ?mertolenga?, ?rubia gallega?; o cuando pides butifarra: ?de cerdo blanco belga?, ?chato murciano?, ?lampi?o ib¨¦rico?
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