Inmigraci¨®n selectiva
Alemania reorienta su pol¨ªtica para atraer talento y rechazar perfiles no deseados
Alemania no solo ejerce de locomotora econ¨®mica de Europa, sino que se ha convertido en el segundo polo de atracci¨®n de talento del mundo despu¨¦s de EE?UU. Tras a?os de controversia en los que amplios sectores de opini¨®n consideraban la inmigraci¨®n como un problema para el Estado de bienestar y una amenaza para la identidad nacional, el discurso cambi¨® sustancialmente a partir de 2004. Lo que se ve¨ªa como un conflicto pas¨® a valorarse como una oportunidad de reforzar el dinamismo econ¨®mico; siempre, eso s¨ª, bajo un muy estricto control.
El cambio se tradujo en medidas de est¨ªmulo para atraer y facilitar la integraci¨®n de los perfiles deseados y de disuasi¨®n para los inmigrantes que no se ajustan a sus necesidades. A la primera categor¨ªa pertenecen los planes de empleo y acogida que algunos Estados aplican para absorber ingenieros, inform¨¢ticos y otros profesionales de alta cualificaci¨®n. A la segunda, la nueva ley en ciernes que limitar¨¢ el acceso de extranjeros a las prestaciones sociales y permitir¨¢ expulsar a los que en seis meses no hayan encontrado trabajo.
Alemania, como buena parte de la UE, tiene un grave problema demogr¨¢fico; no puede cubrir con sus propios recursos las necesidades de mayor cualificaci¨®n del sistema productivo. De hecho, ya se jubilan m¨¢s profesionales que los que se incorporan a la poblaci¨®n activa y se estima que de aqu¨ª a 2025 necesitar¨¢ importar 5,4 millones de trabajadores cualificados. Su pol¨ªtica: s¨ª a la inmigraci¨®n, pero selectiva.
En el anverso de la fortaleza alemana y salvando las distancias que marcan los modelos productivos se encuentra la debilidad de pa¨ªses como Espa?a, con una actividad econ¨®mica insuficiente para dar empleo a todos los que se forman. Emigrar es un signo de la econom¨ªa global y puede ser un alivio moment¨¢neo. Pero lo importante ser¨ªa seguir los pasos de los que lo hacen bien en las modificaciones de los modelos e innovar algunos valores: por ejemplo, los que facilitan una cultura empresarial que piensa en el largo plazo y contempla los recursos humanos como inversi¨®n de futuro; los que desarrollan una pr¨¢ctica sindical responsable y proclive a la concertaci¨®n; y los que desarrollan un sistema de formaci¨®n profesional que garantiza la inserci¨®n laboral. Si no hay reacci¨®n, los nuevos flujos migratorios de alta cualificaci¨®n ser¨¢n una sangr¨ªa o pasar¨¢n de largo. No har¨¢n sino incrementar la brecha que separa al Norte del Sur.
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