Los agentes de la transformaci¨®n educativa
Los docentes carecen de incentivos que promuevan la mejora en su carrera
El modelo educativo define el modelo de pa¨ªs al que se aspira. La formaci¨®n de los j¨®venes determina qu¨¦ tipo de empleos pueden aspirar a ocupar o crear, y les habilita para convertirse en motores de una econom¨ªa basada en el conocimiento y en la innovaci¨®n. A trav¨¦s de la educaci¨®n los j¨®venes aprenden a asumir su propia responsabilidad, a afrontar las dificultades y a plantearse retos ambiciosos. Se desarrollan como personas con esp¨ªritu cr¨ªtico, capaces de hacer planteamientos racionales y originales, inmunes a las respuestas viscerales que amenazan los cimientos de sociedades democr¨¢ticas que se enfrentan a graves crisis. Espa?a podr¨¢ aspirar a convertirse en un pa¨ªs de primera l¨ªnea, donde el desempleo juvenil pase a ser un mal recuerdo, s¨®lo si apuesta de forma decidida por la transformaci¨®n de su modelo educativo.
La conciencia de que es fundamental modernizar los sistemas educativos se ha extendido en los ¨²ltimos a?os por todo el mundo. Muchos pa¨ªses han implementado reformas que han mejorado el rendimiento de los alumnos y la equidad. Los pa¨ªses asi¨¢ticos se han posicionado como los mejores, convencidos de que la educaci¨®n es la clave del ¨¦xito en el contexto mundial. Otros pa¨ªses se plantean c¨®mo y cu¨¢ndo abordar este reto.
En este contexto fui invitada por la OCDE a una reuni¨®n con gobernantes de pa¨ªses latinoamericanos. Les expliqu¨¦ por qu¨¦ el ¡°PISA para adultos¡± (PIAAC) hab¨ªa sido importante para Espa?a a la hora de entender d¨®nde resid¨ªan las ineficiencias y c¨®mo resolverlas. Abord¨¦ un an¨¢lisis cr¨ªtico de las tres explicaciones falsas sobre el bajo rendimiento de nuestros alumnos.
La primera es que el punto de partida era tan malo que aunque vamos mejorando, a¨²n no hemos conseguido alcanzar el nivel de otros pa¨ªses. No: las competencias en lectura y matem¨¢ticas de adultos entre 16 y 64 a?os en los ¨²ltimos 40 a?os revelan que mientras en las dos primeras d¨¦cadas su adquisici¨®n mejor¨®, desde hace 20 a?os el nivel se estanc¨®. Desde entonces, pa¨ªses como Corea del Sur, Polonia, y muchos otros, han continuado avanzando, y nuestra posici¨®n relativa empeorando.
El nivel salarial de
los docentes no es la ra¨ªz del problema
La segunda es que el modelo educativo apuesta por la equidad, sacrificando a cambio la excelencia. No: un sistema en el que uno de cada cuatro j¨®venes abandona los estudios tras la ESO, la mayor¨ªa sin el t¨ªtulo de Educaci¨®n Secundaria, es un sistema fallido que genera injusticia social. Adem¨¢s, un rendimiento uniformemente bajo impide que la educaci¨®n sea motor de movilidad social.
Y la tercera es la insuficiencia de recursos. No: en Espa?a la inversi¨®n en educaci¨®n se duplic¨® en la d¨¦cada del 2000-2010, destin¨¢ndose principalmente a disminuir la ratio alumno/profesor y a aumentar el salario de los profesores. Como consecuencia, en Espa?a la ratio est¨¢ por debajo de la media de la OCDE, y el salario de los profesores por encima. Si comparamos el salario de los docentes con el de otros profesionales con estudios superiores, en nuestro pa¨ªs es un 40% superior, la mayor ventaja salarial de toda la OCDE.
A pesar del incremento de inversi¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada, que representa un gasto por estudiante (en relaci¨®n al PIB per c¨¢pita) superior a la media de la OCDE y de la UE, el rendimiento de nuestros alumnos ha permanecido estancado. Ante este panorama, s¨®lo hay dos opciones: ignorar la evidencia y distorsionar el discurso de quienes sustentan su razonamiento en ella, o afrontar el problema.
Resulta preocupante que un planteamiento de esta complejidad se haya reflejado en los medios como una ofensa a los docentes, centr¨¢ndose exclusivamente en el nivel salarial, un aspecto al parecer tab¨². Si un dato es verdadero, no deber¨ªa de resultar ofensivo. Pretender que lo es no representa m¨¢s que un esfuerzo vano por defender la actitud victimista de aquellos que no pretenden otra cosa que el inmovilismo.
En mi opini¨®n, el nivel salarial de los docentes no es la ra¨ªz del problema. El problema real es mucho m¨¢s complejo. Los docentes carecen de incentivos que promuevan la mejora a lo largo de la carrera, que reconozca los buenos resultados. Adem¨¢s, el ¨¦nfasis excesivo en la memorizaci¨®n de contenidos, convierte su labor en reiterativa y poco estimulante. En pa¨ªses como Finlandia los salarios de los profesores son m¨¢s bajos, pero su labor es creativa e innovadora, tienen un amplio margen de autonom¨ªa. Los docentes asi¨¢ticos trabajan en equipo, compartiendo buenas pr¨¢cticas e ideando soluciones nuevas. En Reino Unido y en EEUU se han puesto en marcha programas para que los mejores universitarios ense?en en los colegios de entornos desfavorecidos, logrando una mejora sustancial en un tiempo r¨¦cord. Podr¨ªan aspirar a empleos mucho mejor remunerados, pero el impacto que tienen sobre las vidas de los estudiantes se convierte en su principal motivaci¨®n.
La reforma educativa otorga m¨¢s autonom¨ªa a los docentes, permite enfoques m¨¢s innovadores y entornos m¨¢s cooperativos entre los profesores. Promueve la personalizaci¨®n de la educaci¨®n, la adquisici¨®n de competencias, la resoluci¨®n de problemas complejos, el desarrollo de pensamiento cr¨ªtico, el trabajo en equipo. Ah¨ª radica el reto real. Los intentos de rehuirlo van en contra de los intereses de quien deber¨ªa de ser el centro del sistema educativo: el alumno.
Montserrat Gomendio es secretaria de Estado de Educaci¨®n, Formaci¨®n Profesional y Universidades
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