Libertad sin ira

Me gustar¨ªa decirle al se?or P¨¦rez Rubalcaba que la p¨¦rdida de votantes, estando en la oposici¨®n, es un claro s¨ªntoma de que se est¨¢n encogiendo. Perm¨ªtanme que, desde mi humilde sill¨®n de ciudadana, exponga una reflexi¨®n: hay que plantearse como una posibilidad que la causa de esta derrota pudiera ser que han perdido la esencia y se han olvidado de lo que motiv¨® la creaci¨®n de su partido y les situ¨® en lo m¨¢s alto: el defender las libertades de todos, aunque no se pertenezca a ese colectivo (mujeres, gais, lesbianas, desahuciados¡­ y nacionalistas). Se me hace dif¨ªcil concebir un partido de izquierdas que no defienda la libertad de expresi¨®n, sea en la prensa, en las artes, la televisi¨®n o en las urnas.

M¨¢s que cambiar el l¨ªder para hacer ver que todo va bien, esperando que se lleve con ¨¦l toda la culpa del fracaso de ¡°el partido¡±, ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil crear uno nuevo, porque los que tenemos memoria hist¨®rica estamos ante una encrucijada mental y nos est¨¢ costando mucho tragarnos que un partido socialista no est¨¦ a favor de que un pueblo se pueda expresar con libertad y sin despertar ira por querer expresarse; especialmente cuando la mayor¨ªa de su Parlamento, elegido democr¨¢ticamente, lo solicita. Dif¨ªcil de entender, dif¨ªcil de olvidar.¡ª Isabel Gonz¨¢lez.