¡°Ahora lo colombiano ya no representa todo lo malo¡±

Es en su despacho oficial de la plaza de La Alpujarra donde?se despacha a gusto el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, sobre las cuestiones pol¨ªticas del d¨ªa, sentado en una silla escolar de factura artesana que a¨²n conserva. En ella se acomoda tambi¨¦n para recibir y charlar con los invitados (y suelen ser muchos), a los que, entre caf¨¦ y caf¨¦, acostumbra a asomar luego a la gran terraza del edificio para, desde lo alto, ense?arles Medell¨ªn, la capital del departamento. O c¨®mo har¨ªa un cardenal Cisneros cualquiera: mostrarles y decirles sin decirlo: "Estos son mis poderes": lo que se ve aqu¨ª a lo lejos, ni m¨¢s ni menos.

Con todos sus defectos, necesidades y aciertos.

Lo que representa esta ciudad de transformadora, peculiar, desigual, violenta, creativa, pr¨®spera... Lo que tiene de laboratorio y esperanza le debe mucho a Fajardo. A otros, tambi¨¦n, naturalmente. Pero bastante a este hombre apuesto ¨Ca punto de cumplir 58 a?os¨C, amigable, dicharachero, de cabello a¨²n oscuro, vestido en vaqueros y camisa azul,? que habla de Medell¨ªn como de la ni?a de sus ojos, dado que de ella fue alcalde entre 2003 y 2007. Y esto, asegura, fue algo imprevisto pues ¨¦l siempre fue m¨¢s hombre de ciencias: matem¨¢tico de formaci¨®n, de profesi¨®n y aula.

Y lo seguir¨ªa siendo hoy si no se le hubiera cruzado la pol¨ªtica un d¨ªa del a?o 2000. Era entonces miembro de un movimiento c¨ªvico llamado Compromiso Ciudadano, repleto de "indignados", cuenta. Que discut¨ªan y discut¨ªan, criticaban, buscaban soluciones y no encontraban respuesta en pos de una sociedad mejor. "Debemos implicarnos, participar", se dijeron. "Vamos a entrar en pol¨ªtica y a cambiarlo todo". Un prop¨®sito era, un sue?o inicial apenas, que fue a dar en tierra abonada en el momento oportuno: la hartura por la violencia en la ciudad y en Colombia entera rozaba m¨¢ximos.

Y ah¨ª empez¨® la existencia de Fajardo a barajar otras cartas y n¨²meros. Se presentaron a las elecciones y quedaron terceros: "Pero fue una ruptura bien grande en la forma de acercarnos a la gente, de hacer pol¨ªtica, pues ¨ªbamos directamente casa por casa, a pie, sin escoltas, y aquello suced¨ªa en 2000, a¨²n con mucho crimen y violencia. Nos acerc¨¢bamos a los ciudadanos explicando nuestros principios. Me camin¨¦ todo Medell¨ªn, completo", recuerda mes¨¢ndose el pelo.

"Nos pusimos la ciudad en la piel". Una que desde 1980 se desangraba con tanto cad¨¢ver. "Todos y cada uno hab¨ªamos puesto ya nuestro muerto". ?sa es frase ac¨¢ bien repetida. Casi 400 asesinatos por 100.000 habitantes hicieron de esta esquina paisa del mundo la ciudad m¨¢s violenta. Y con lo conocido, la raz¨®n, y asumiendo la realidad empezaron a hacer propuestas: "El lema que lanzamos La m¨¢s educada significaba mucho, significaba recuperar la dignidad, el respeto, la capacidad, el reconocimiento de ciudadanos muy castigados... Ah¨ª se enmarca todo lo que hicimos y hacemos". Y ganaron. "Hubo un tiempo", afirma ahora, "en que los colombianos represent¨¢bamos todo lo malo... y eso ya no es as¨ª". Medell¨ªn como embajadora del cambio: transformar lo social, desmembrar la inequidad a trav¨¦s de la educaci¨®n, el urbanismo, la arquitectura...

Tras su gobierno lleg¨® Salazar, que represent¨® ocho a?os de continuidad. En 2011 gan¨® el actual alcalde, Anibal Gaviria. Fajardo nunca tuvo cargo p¨²blico anterior, pas¨® de profesor a alcalde y de ah¨ª a gobernador. Grandes batallas ha vivido en este tiempo. De todas, la de la corrupci¨®n, por ejemplo, le parece la m¨¢s cruenta. Y en los d¨ªas de esta entrevista ¨Cmientras se celebraba el Foro Urbano Mundial en la ciudad¨C se?ala: "La lucha contra ella no se est¨¢ planteando como tal en el marco de las ciudades y eso es una pena, porque ah¨ª hay mucha tarea... Jamas pagamos a nadie por un voto, eso fue nuevo tambi¨¦n. No hay nadie mas investigado que yo. Cuando llegamos cambiamos hasta el esquema de la contrataci¨®n de obras p¨²blicas y seguimos una l¨ªnea espec¨ªfica: 'Muchos ojos para pocas manos'. Porque lo contrario es terrible y era lo que se hac¨ªa habitualmente". Esa confianza generada, asegura, es una gran fuerza.

Y aqu¨ª sigue ahora, en otro pelda?o m¨¢s alto y amplio aplicando desde la Gobernaci¨®n los mismos principios que en la Alcald¨ªa: educaci¨®n, los mejores medios de transporte (metro, metro bus, metro cable...) para los m¨¢s necesitados, seguridad, ganar espacio p¨²blico en post de oportunidades e igualdad. Su gran proyecto ahora son los parques educativos: 80 se abrir¨¢n en el departamento, un modo de dotar de buenas infraestructuras formadoras en lugares apartados y de grandes carencias. Ya se ha inaugurado el primero, el de Vig¨ªa.

Ante la pregunta "?Qu¨¦ le empuja a hacer todo esto, a continuar en pol¨ªtica?", ¨¦l da respuesta: "La fe en el esp¨ªritu humano. Creo profundamente en ¨¦l, tengo la convicci¨®n de pertenecer a un mundo donde la dignidad...". Lo ha dicho mucho y lo repite ahora: que ¨¦l no tendr¨ªa que estar aqu¨ª, en un edificio pol¨ªtico, en un despacho pol¨ªtico, en su mesa de pol¨ªtico...: "Todo esto es un impulso individual. Desde que era muy chico, empec¨¦ a ser consciente, dado que procedo de un entorno privilegiado, de que el origen social determina demasiado el futuro de una persona. Y eso me mortific¨® siempre; siempre quise romperlo, por injusto". Mortificaci¨®n de clase, se dir¨ªa. Esto le alent¨® a la hora de movilizarse. "Que lo que para m¨ª fue un privilegio sea para otros un derecho".

?Tiene aspiraciones pol¨ªticas? Ni confirma ni desmiente la altura de sus ambiciones. Dice que cada d¨ªa se plantea si debe seguir. Su acercamiento al poder, asegura, es muy distinto al de personas de larga carrera... "Ya veremos. Terminemos bien ac¨¢ primero (su mandato acaba en 2015). El poder es una cosa grande, s¨ª. Pero yo sigo siendo idealista, matem¨¢tico idealista, no podr¨¦ volver atr¨¢s porque ah¨ª perd¨ª el tren ya, pero veremos, me llev¨® otro tren que no s¨¦ adonde va".

Luego de esta entrevista, Fajardo corri¨®, literal, a cerrar el Foro Urbano Mundial junto a alcalde Gaviria al que le dir¨¢ all¨ª en p¨²blico: "Nos hicieron brillar, gracias An¨ªbal". Y s¨ª, gran ¨¦xito para la capital antioque?a. Y luego, vuelto hacia los participantes y el p¨²blico, otra vez usar¨¢ su discurso integrador: "Lo primero que deseo decirles es que se lleven a Medell¨ªn en la piel, en el coraz¨®n. Lo segundo, que sepan que esto que ocurre en esta ciudad es pol¨ªtica, el urbanismo es pol¨ªtica, todo lo es... Y para que pasen cosas extraordinarias hay que transformar la pol¨ªtica, debe haber indignaci¨®n ante la forma c¨®mo se maneja lo p¨²blico y confianza en los cambios. Y lo tercero, se debe luchar en todo el mundo, en todas partes contra la corrupci¨®n. Con toda las fuerzas. Esta ha robado muchos sue?os de muchas comunidades, se ha apropiado de los poderes p¨²blicos y es m¨¢s dificil de combatir que las guerrillas y las bandas armadas".

Y dicho esto se ir¨¢ a Seattle a una feria de caf¨¦, a vender el de Antioqu¨ªa que asegura que es el mejor del mundo. Y quien no lo crea es que est¨¢ ciego.