?Se pierde la escala o se ganan puntos de vista?

FOTO: Jes¨²s Granada

?Qu¨¦ hacer con lo que lleg¨® antes? ?Hasta qu¨¦ punto salvarlo, recuperarlo o transformarlo??C¨®mo asegurar que una intervenci¨®n no empeorar¨¢ lo que ya exist¨ªa?

Los arquitectos Lourdes Bueno y Miguel Villegas tuvieron que pensar el sentido de un patio de armas en pleno siglo XXI. Ten¨ªan que adecuar el del castillo de El Real de la Jara, en el parque natural de la Sierra Norte de Sevilla, una fortaleza del siglo XIV catalogada como Bien de Inter¨¦s Cultural construida para proteger el sur de las invasiones portuguesas. As¨ª, optaron por ocupar ese vac¨ªo ¨Cen su opini¨®n ¡°un interior descarnado¡±- para convertirlo en un espacio p¨²blico ¡°para la gente¡±. Transformarlo en un lugar de encuentro se convirti¨® en su apuesta para mejorarlo. Y para traerlo al siglo XXI.

M¨¢s all¨¢ del vac¨ªo, un presupuesto ajustado y un respeto acr¨ªtico a las intervenciones anteriores en la muralla del recinto -¡°independientemente de su valor o calidad¡± seg¨²n los arquitectos- se convirtieron en los principales frentes a resolver. El objetivo: transformar un vac¨ªo en un lugar de encuentro. ?La manera de hacerlo? Ideando diversas escalas de relaci¨®n entre las partes y el todo. Pero, eso s¨ª, consiguiendo, como resultado un todo (un patio) troceado y, por lo tanto, completamente distinto. 

M¨¢s all¨¢ de ¡°descarnado¡±, el vac¨ªo del interior del castillo cubr¨ªa una notable pendiente que los arquitectos redujeron sirvi¨¦ndose de una serie de muros de contenci¨®n de poca altura que, adem¨¢s de romperla, organizan las rampas y las nuevas terrazas, es decir, el acceso universal y la posibilidad de usos paralelos en el mismo recinto. De este modo, al tiempo que hac¨ªan accesible el nuevo lugar de encuentro lo transformaban fragment¨¢ndolo para que pudiera utilizarse con distintas actividades. Romper fue, as¨ª, una primera decisi¨®n. Utilizar la pendiente para esa fractura y para las rampas, la segunda. ?Ha perdido o ha ganado el patio? Los arquitectos aconsejan responder a esa pregunta pensando en la gente, que ahora tiene ese espacio de encuentro que, a la vez, hace posible la relaci¨®n y la contemplaci¨®n del parque y del paisaje desde diversas alturas y, por lo tanto, desde varios puntos de vista. 

Villegas y Bueno cuentan que desde el patio todav¨ªa se aprecia la conexi¨®n visual con otros catillos pr¨®ximos de Cala y de Santa Olalla. Y, a su vez, que el l¨ªmite en el presupuesto desemboc¨® en el mantenimiento de las huellas del estado anterior. De este modo, con plaza nueva, multiplicada y fragmentada, los 1.409 metros cuadrados del antiguo patio conf¨ªan en encontrar muchos m¨¢s usos, y visitas.

Coste del proyecto seg¨²n arquitectos 104,74 euros por metro cuadrado (GG, BI e IVA incluidos).