Los libros que abonan el crecimiento de ?frica

En los ¨²ltimos meses Nigeria se ha desperezado como el gran gigante africano que es. El pa¨ªs m¨¢s poblado del continente, la econom¨ªa m¨¢s poderosa y la promesa de que Lagos ser¨¢ la ciudad m¨¢s poblada en 2015. Los par¨¢metros culturales son m¨¢s dif¨ªciles de medir, pero eso no impide que sea de dominio p¨²blico la fuerza de Nollywood, la segunda industria cinematogr¨¢fica m¨¢s productiva del mundo (detr¨¢s de Bollywood, pero delante de Hollywood). Y este a?o, Port Harcourt, una ciudad nigeriana situada en el delta del Niger, es la capital mundial del libro. Por primera vez, esta elecci¨®n realizada por la UNESCO ha se?alado a una localidad de la regi¨®n subsahariana del continente. Sin embargo, esta decisi¨®n no se debe ¨²nicamente al potencial del pa¨ªs. El proyecto, en s¨ª, tiene el peso suficiente para acaparar este reconocimiento, igual que la trayectoria del Rainbow Book Club, la principal organizaci¨®n impulsora de la iniciativa.

Desde 2008 el Rainbow Book Club se ha empe?ado en el fomento de la lectura entre la sociedad nigeriana y en estos esfuerzos ha conseguido implicar a diversas personalidades de la vida pol¨ªtica y social del pa¨ªs. Ahora, durante este a?o cargado de actividades, esta organizaci¨®n se enfrenta, al mismo tiempo, a su reto m¨¢s importante y a su m¨¢s destacable oportunidad. ¡°Esta nominaci¨®n ha contribuido a desencadenar un debate nacional sobre nuestra cultura de la lectura y su implicaci¨®n en el futuro de nuestro pa¨ªs¡±, comenta Chinedu Amah, el responsable de comunicaci¨®n de Rainbow Book Club, desde Lagos.

La UNESCO escogi¨® Port Harcourt ¡°por la calidad de su programa y en particular por sus propuestas para los j¨®venes¡±, seg¨²n el comunicado en el que se hizo p¨²blica la decisi¨®n del organismo internacional. ¡°Los ni?os y los j¨®venes son el futuro de nuestro pa¨ªs. Estamos convencidos de que si podemos influir en ellos y modificar su actitud hacia los libros, podremos reformar el panorama educativo nigeriano¡±, se?ala el miembro de la organizaci¨®n. Y as¨ª es como el programa de actividades de Port Harcourt World Capital Book incluye todo tipo de actividades orientadas a los escolares, incluso antes de que se celebrase la ceremonia de inauguraci¨®n del evento. Desde donaciones de libros a los centros educativos con menos recursos, hasta campa?as de fomento de la lectura. Se puede encontrar el proyecto de redacci¨®n conjunto de un libro por parte de los escolares del pa¨ªs, la creaci¨®n de clubs de lectura, un concurso de ensayos o el dise?o de planes de lectura para los colegios.

Los organizadores del Port Harcourt World Book Capital saben que el evento es un escaparate para proyectar al mundo su literatura, pero no se han olvidado de que tambi¨¦n es una oportunidad para movilizar a las nuevas generaciones y fomentar el gusto por la lectura. ¡°En Nigeria, la gente no lee tanto como deber¨ªa¡±, explica Amah, ¡°y es parad¨®jico que en la ¨¦poca en la que estamos rodeados de noticias y de informaci¨®n, como nunca antes, la gente lea menos. La falta de inter¨¦s es un problema, pero tambi¨¦n lo es la falta de libros accesibles y eso tiene mucho que ver con algunas pol¨ªticas que no est¨¢n ayudando a que los libros sean m¨¢s asequibles¡±.

Rainbow Book Club ha desarrollado su labor durante los ¨²ltimos cinco a?os y afronta la responsabilidad de organizar la capitalidad mundial del libro, con la certeza del potencial de la literatura nigeriana y con esperanzas hacia la literatura de todo el continente. Wole Soyinka, uno de los escasos autores del ?frica subsahariana reconocidos con un premio Nobel de literatura es nigeriano; tambi¨¦n lo era el eterno aspirante, Chinua Achebe, fallecido hace poco m¨¢s de un a?o; la lista podr¨ªa prolongarse considerablemente con nombres como los de Ken SaroWiwa, ejecutado precisamente en Port Harcourt por su activismo medioambiental, o Ben Okri, Helon Habila, Chris Abani, Buchi Emecheta y un largo etc¨¦tera; sin embargo, la m¨¢xima representaci¨®n de la pujanza de la literatura nigeriana actual es la aclamad¨ªsima Chimamanda Ngozi Adichie.

La riqueza de la literatura nigeriana es, para Chinedu Amah, la ¡°diversidad¡±. ¡°Nigeria es un pa¨ªs con 170 millones de habitantes y m¨¢s de 200 grupos ¨¦tnicos. Nuestros escritores han sido capaces de aprovechar nuestra diversidad para crear historias interesantes que han atra¨ªdo, no s¨®lo a los nigerianos, sino tambi¨¦n a otros africanos y a lectores de todo el mundo¡±, explica este miembro de la organizaci¨®n del Port Harcourt World Capital Book. Precisamente, esa ¡°diversidad¡± es, para ¨¦l, la principal fortaleza de la literatura africana, en general: ¡°Los africanos somos personas profundamente culturales y nuestra diversidad hace que nuestras historias sean algo ¨²nico, cada historia recoge una m¨ªstica particular de ?frica¡±.

Fomentar la lectura es s¨®lo uno de los objetivos de esta cita (suficientemente ambiciosa en s¨ª misma). El reto se completa con la voluntad de animar la producci¨®n literaria, reflotar la industria editorial y dar visibilidad internacional a las letras africanas. Una de las actividades previstas es un programa de residencia de escritores, Writers in Residence, que permitir¨¢ que una docena de escritores emergentes seleccionados convivan y compartan experiencias para escribir historias que se publicar¨¢n en una antolog¨ªa. Esto permitir¨¢ que estos autores noveles tengan trabajos publicados. ¡°Esperamos inspirar a una nueva generaci¨®n de escritores africanos¡±, se?ala Amah.

Este proyecto se roza colateralmente con la publicaci¨®n de Africa39, una selecci¨®n de textos de treinta y nueve autores africanos de menos de cuarenta a?os en cuya selecci¨®n ha participado Binyavanga Wainaina y cuya edici¨®n ha sido posible gracias a la colaboraci¨®n del Hay Festival y de Bloomsbury Publishers. El volumen se presentar¨¢ oficialmente durante las fechas centrales del festival, entre el 20 y el 25 de octubre. Ese ser¨¢ el momento en el que Port Harcourt ser¨¢ el verdadero escaparate de la literatura nigeriana y africana. Pero, como se ha visto, s¨®lo ser¨¢ el momento en el que emerja la punta de un iceberg de actividades culturales intensas.

El c¨ªrculo se cierra con un intento de dar un empuj¨®n a la industria editorial, nigeriana y de todo el continente. Se trata de un maltrecho sector que ha tenido que afrontar con una debilidad end¨¦mica, una dura crisis econ¨®mica que ha sacudido muchas otras industrias. El fortalecimiento de esta parte de la producci¨®n literaria supone, en realidad, la consumaci¨®n de los objetivos del Port Harcourt World Book Capital y de Rainbow Book Club. ¡°Los africanos¡±, se lamenta Amah, ¡°hemos visto como otros contaban nuestras historias. Ya es hora de que empecemos a asumir la responsabilidad de contarla nosotros mismos y s¨®lo podremos hacerlo si tenemos m¨¢s editores que entiendan nuestros contextos¡±. Y para ello, la organizaci¨®n no obvia el signo de los tiempos: ¡°La publicaci¨®n electr¨®nica es una herramienta que no podemos permitirnos el lujo de ignorar. El crecimiento del uso de internet en ?frica, especialmente a trav¨¦s de los dispositivos m¨®viles ha sido fenomenal y ha abierto una nueva v¨ªa para la distribuci¨®n¡±.

Para los impulsores de esta iniciativa es el momento de tomar plenamente las riendas de la literatura, pero tambi¨¦n de sacar todo el partido que ¨¦sta puede aportar al desarrollo: ¡°?frica tiene que levantarse y ocupar su lugar en el escenario mundial. Para ello los africanos de todas las condiciones, tienen que estar ¡®equipados¡¯ con el conocimiento, la educaci¨®n y las habilidades adecuadas. Por eso, vemos en los libros una verdadera plataforma para el desarrollo de ?frica¡±.