El exrey belga se confiesa en televisi¨®n
La entrevista al padre del rey Felipe desata tensiones en la Casa Real, que no fue informada El episodio agrieta aun m¨¢s su compleja relaci¨®n
Apenas un a?o despu¨¦s de abandonar el trono, Alberto II ha decidido sincerarse ante los belgas. El padre del rey Felipe ha agitado la escena pol¨ªtica del pa¨ªs al conceder una larga entrevista ¡ªm¨¢s de dos horas¡ª a una televisi¨®n privada para explicar aspectos desconocidos de su reinado. La noticia desconcert¨® a su propio hijo, que se enter¨® casi al mismo tiempo que el resto de los belgas. La ins¨®lita iniciativa de quien rein¨® durante 20 a?os con el cetro de la prudencia amenaza con agrietar m¨¢s las ya tensas relaciones entre Alberto II, que abdic¨® en julio de 2013 aunque conserva el t¨ªtulo, y Felipe de B¨¦lgica, el actual jefe del Estado.
Este ejercicio de sinceridad, que la cadena RTL emitir¨¢ en dos partes ¡ªel lunes y el martes de la pr¨®xima semana¡ª, con motivo de los 80 a?os de Alberto, pretende restaurar su imagen, muy deteriorada en los ¨²ltimos meses. ¡°Su popularidad ha ca¨ªdo mucho por cuestiones como la dotaci¨®n econ¨®mica que recibe y algunos rumores que han circulado. De alguna manera, es un acto de contricci¨®n y tambi¨¦n una voluntad de reafirmar su autoridad: ya no es el jefe del Estado, pero s¨ª el padre del rey¡±, explica Thomas de Bergeyck, presentador del programa sobre la realeza de la cadena RTL.
La prensa belga ha considerado imprudente el gesto de Alberto II, en buena medida por el momento en que se produce. El rey Felipe se enfrenta a la tarea m¨¢s delicada desde que inici¨® su mandato: pilotar la formaci¨®n del Gobierno federal. En las elecciones de hace cuatro a?os, a su padre le cost¨® m¨¢s de a?o y medio lograr una coalici¨®n estable. El temor a un escenario similar atenaza al pa¨ªs.
Aunque el periodista de la RTL revela que en la entrevista Alberto ¡°guarda un gran silencio sobre su hijo, sin comentar su trabajo¡±, la gestaci¨®n de este proyecto a espaldas del rey acrecienta los rumores sobre su mala relaci¨®n. En abril, la reina Paola, esposa de Alberto II, envi¨®, contra el criterio de la Casa del Rey, un comunicado a la prensa sobre la hospitalizaci¨®n de su hijo Laurent. Irritado, Felipe de B¨¦lgica pidi¨® la destituci¨®n de la mano derecha de su padre, encargado de enviar el escrito, pero Alberto II lo ha mantenido en palacio, aunque en otras funciones.
M¨¢s all¨¢ de los signos de debilidad que la entrevista arroja sobre la monarqu¨ªa belga, ese documento mantiene expectante a la poblaci¨®n. El antiguo rey evocar¨¢ momentos personales como el primer encuentro con Paola. ¡°Me dije: me encantar¨ªa volver a verla, ella me gusta¡±, confiesa el rey a su entrevistador, Pascal Vrebos, seg¨²n la informaci¨®n que ha divulgado la cadena de televisi¨®n. El director del programa sobre la monarqu¨ªa confirma que tambi¨¦n hubo preguntas sobre la larga relaci¨®n que el monarca mantuvo con la arist¨®crata Sybille de S¨¦lys. Fruto de esa relaci¨®n naci¨® una hija, que ahora reclama el reconocimiento de su padre en los tribunales. Por ese proceso judicial abierto, ¡°Alberto II guardar¨¢ silencio sobre el caso¡±, adelanta De Bergeyck. Paola estuvo presente en casi todos los momentos de la entrevista, la primera que realiza un monarca belga ¡ªretirado o en ejercicio¡ª sobre su experiencia en el trono.
El exmonarca s¨ª se atreve con otros episodios comprometidos de su vida. Por ejemplo, con las tentativas de divorcio que hubo entre ¨¦l y Paola. Tambi¨¦n aprovecha para ensalzar su figura p¨²blica: ¡°Sin Paola nunca habr¨ªa aceptado ser rey¡±. Alberto asumi¨® el cargo a la muerte de su hermano, el rey Balduino, a quien sucedi¨® porque Balduino y Fabiola no tuvieron descendencia. ¡°Balduino me apoyaba incluso cuando desaprobaba ciertos momentos de mi vida privada¡±, cuenta Alberto II ante las c¨¢maras. Sobre sus comienzos, bromea: ¡°Mi primer discurso fue una cat¨¢strofe¡±.
Aunque el ex jefe del Estado belga ha supervisado la edici¨®n de la entrevista, el periodista encargado de hacerla asegura que apenas ha tocado nada. ¡°No hemos grabado nada de nuevo y solo se han suprimido dos o tres cosas anodinas¡±, explic¨® a los medios belgas Pascal Vrebos.
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