Cinco siglos de idas y venidas
Se ha minimizado la magnitud de la emigraci¨®n, pero el fen¨®meno es muy relevante. A diferencia de anteriores oleadas hacia Latinoam¨¦rica y pese a la mayor preparaci¨®n, la inserci¨®n resulta ahora m¨¢s dif¨ªcil
Todo gran colapso financiero provoca no solo una serie de bancarrotas de bancos y empresas sino una cadena de cat¨¢strofes sociales que se expresan en p¨¦rdida de empleos, disminuci¨®n de ingresos de las familias m¨¢s afectadas y dolor psicol¨®gico, individual y colectivo. As¨ª ocurri¨® a partir de la crisis global que estall¨® en septiembre de 2008 y que ha seguido un camino azaroso desde entonces. Una de las consecuencias en Espa?a ha sido el aumento de la emigraci¨®n, en especial a otros pa¨ªses europeos, pero tambi¨¦n a Am¨¦rica.
?Cu¨¢ntos espa?oles han emigrado desde fines de 2008? A pesar de que instancias oficiales han minimizado la magnitud de la nueva emigraci¨®n, investigaciones recientes demuestran que el fen¨®meno es de gran magnitud.
Un estudio de la Fundaci¨®n Alternativas Econ¨®micas afirma que desde que empez¨® la crisis, la emigraci¨®n de espa?oles al exterior (y hasta fines de 2013) ha superado las 700.000 personas, una cifra muy superior a los 225.000 contabilizadas por las fuentes que publica el Instituto Nacional de Estad¨ªsticas (INE) de Espa?a. Debido a la dificultad de registrar todas las salidas y entradas por motivos laborales de personas a un pa¨ªs, la autora del estudio, Amparo Gonz¨¢lez-Ferrer, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, compar¨® los registros oficiales de otros pa¨ªses con respecto a las entradas de espa?oles y descubri¨® algo sorprendente: en tiempos recientes los destinos tradicionales de Francia y Alemania han sido superados por Reino Unido como favorito de los emigrantes espa?oles.
Despu¨¦s del destino europeo, en los ¨²ltimos tiempos debe resaltarse el aumento de emigrantes espa?oles a Am¨¦rica Latina, especialmente a Argentina, Brasil, Chile y M¨¦xico, aunque no se cuenta a¨²n con datos muy fiables y precisos sobre estos movimientos. En el caso de M¨¦xico, por ejemplo, los registros oficiales indican que han ingresado m¨¢s de 8.000 espa?oles desde la crisis de 2008, lo que permite cifrar el n¨²mero de espa?oles residentes en el pa¨ªs actualmente en m¨¢s de 95.000. En Brasil, entre 2008 y 2013 el n¨²mero de espa?oles censados en ese pa¨ªs aument¨® un 41,5% de acuerdo con el INE, y oficialmente hay m¨¢s de 100.000 residentes, aunque esta es una estimaci¨®n a la baja.
La emigraci¨®n de espa?oles hacia el otro lado del Atl¨¢ntico no es en absoluto una novedad
Pero la emigraci¨®n de espa?oles a Am¨¦rica no es en absoluto una novedad. Al contrario, es parte de una historia de cinco siglos de flujos, de idas y retornos que constituyen un eje fundamental de la historia transatl¨¢ntica de Espa?a y de los pa¨ªses receptores. Los historiadores han establecido que entre principios del siglo XVI y fines del XVIII arribaron a las tierras americanas cerca de medio mill¨®n de espa?oles, la vasta mayor¨ªa de los cuales viajaron en los nav¨ªos de las legendarias flotas que sal¨ªan anualmente de Sevilla y luego de C¨¢diz.
Los pasajeros eran de profesi¨®n comerciantes, funcionarios, militares, eclesi¨¢sticos, mineros, pero tambi¨¦n artesanos y marineros, sin olvidar las decenas de miles de mujeres que tambi¨¦n hicieron la traves¨ªa. En el siglo XVI m¨¢s de la mitad del total eran andaluces y extreme?os, mientras que de Castilla proced¨ªan cerca de un 30%. En los siglos XVII y XVIII aument¨® el n¨²mero de vascos y monta?eses, quienes descollaron en la miner¨ªa de plata y el gran comercio en toda la Am¨¦rica espa?ola. En cambio, exist¨ªan fuertes restricciones a la emigraci¨®n de catalanes y aragoneses por razones pol¨ªticas, situaci¨®n que solo cambiar¨ªa en las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XVIII.
Con las guerras de independencia (1810-1825) en Am¨¦rica se produjo un retorno de millares de espa?oles, que no se revertir¨ªa durante algunas d¨¦cadas, salvo en el caso de Cuba, que atrajo muchos emigrantes, especialmente canarios y catalanes, debido al extraordinario auge azucarero, tabacalero y mercantil que experiment¨® la isla durante buena parte del siglo XIX.
Entre 1880 y 1900 sal¨ªa hacia Am¨¦rica latina un promedio de 40.000 espa?oles por a?o
Sin embargo, la mayor avalancha de emigraci¨®n espa?ola ocurri¨® a fines de esa centuria, cuando un gran n¨²mero de espa?oles lleg¨® a Argentina, Uruguay y Brasil, en una ¨¦poca de extraordinaria bonanza econ¨®mica para el Cono Sur. Fue un tiempo en que los salarios de los trabajadores de Buenos Aires, Montevideo o S?o Paulo superaban ampliamente a los de los espa?oles o portugueses. Ello sigui¨® siendo cierto en el primer tercio del siglo XX, raz¨®n que explica que salieran un promedio de 40.000 espa?oles por a?o entre 1880 y 1900, para luego aumentar a un promedio de casi 100.000 por a?o hasta la crisis financiera internacional de 1929 y la subsiguiente Gran Depresi¨®n. En total, se trat¨® de varios millones de emigrantes, aunque al menos un tercio regres¨® a Espa?a por tratarse en muchos casos de viajes para obtener trabajo estacional y aprovechar los altos salarios en el Cono Sur, incluyendo el sur de Brasil. Su historia fue relatada hace tiempo en una excelente colecci¨®n de 16 vol¨²menes, dirigida por Jordi Maluquer de Motes y publicada por la Fundaci¨®n de Indianos en Columbres. Por su gran inter¨¦s debiera digitalizarse para estar disponible en l¨ªnea.
La Guerra Civil espa?ola produjo una nueva emigraci¨®n masiva, pero esta vez forzosa, que oblig¨® a la salida de m¨¢s de 400.000 republicanos espa?oles a Francia, de los cuales apenas unos 40.000 pudieron emigrar a Am¨¦rica. En su mayor¨ªa los exiliados que llegaron a Am¨¦rica ten¨ªan una destacada formaci¨®n educativa y profesional: sus aportaciones a la cultura y a la educaci¨®n superior, as¨ª como al sector empresarial en M¨¦xico y Argentina, son conocidas, pero tambi¨¦n fueron importantes en muchos otros pa¨ªses. Es m¨¢s, podr¨ªa decirse que buena parte de la universidad espa?ola emigr¨® a Am¨¦rica en esa ¨¦poca.
La emigraci¨®n espa?ola cobr¨® nueva fuerza despu¨¦s del fin de la II Guerra Mundial, pero en este caso debido a la depresi¨®n econ¨®mica que caracteriz¨® a los primeros 20 a?os del Gobierno de Franco. Para escapar del hambre, el racionamiento y los malos salarios volvi¨® a resultar atractivo emigrar, especialmente a Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay y Cuba. Entre 1950 y 1960 sali¨® m¨¢s de un mill¨®n de emigrantes, de los cuales aproximadamente un tercio retornaron a Espa?a despu¨¦s de varios a?os. En los dos decenios siguientes, la migraci¨®n espa?ola cambi¨® de direcci¨®n y se dirigi¨® casi enteramente a Europa, especialmente a Francia, Gran Breta?a y Alemania, mientras que las salidas para Am¨¦rica Latina cayeron abruptamente. A partir de la entrada de Espa?a a la Uni¨®n Europea, en cambio, la emigraci¨®n de espa?oles disminuy¨® de manera muy marcada y no ha sido hasta el derrumbe econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os cuando vuelve a ser un fen¨®meno de importancia.
Tras la Guerra Civil, buena parte del mundo vinculado a la universidad sali¨® rumbo al exilio
Hoy en d¨ªa, no hay duda de que los emigrantes espa?oles a Am¨¦rica tienen un nuevo perfil, ya que en su mayor¨ªa tienen una formaci¨®n profesional que es valorada por empresas en M¨¦xico, Brasil, Argentina y otros pa¨ªses de la regi¨®n: se estima en el caso mexicano que la mitad cuenta con una licenciatura universitaria y el 27% trae diplomatura y posgrado. Sin embargo, a pesar de contar con altas calificaciones t¨¦cnicas o laborales, la llegada de espa?oles no asegura que sea f¨¢cil su inserci¨®n en las econom¨ªas de los pa¨ªses latinoamericanos tanto por la competencia con los numerosos profesionales locales como por los requisitos oficiales para inmigrantes, que no dejan de ser complicados y en muchos casos llevan tiempo. No obstante, es probable que la situaci¨®n laboral espa?ola siga empujando a m¨¢s espa?oles a intentar buscar empleo en otras tierras y a cruzar el charco, como tantos de sus antepasados.
Carlos Marichal Salinas es profesor del Colegio de M¨¦xico.
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