El riesgo de abandonar a Irak

Irak ha sido destrozado por una guerra rel¨¢mpago yihadista, y hay en EE?UU quien est¨¢ dispuesto a abandonar lo que queda del pa¨ªs, en cuya democratizaci¨®n los estadounidenses han invertido tanto. (...) La decisi¨®n de reforzar el Gobierno de Nouri al Maliki es, en este punto, una cuesti¨®n de equilibrios. Al Maliki ha gobernado demasiado a menudo como una especie de dictador sectario elegido en nombre de sus compatriotas chi¨ªes y patrocinadores iran¨ªes m¨¢s que como el l¨ªder incluyente que Washington le pidi¨® que fuera. La r¨¢pida ocupaci¨®n por parte de EIIL de una cadena de ciudades sunitas al norte de Bagdad dice menos de las habilidades de lucha de los insurgentes que del desd¨¦n que las tropas iraqu¨ªes sienten hacia Al Maliki. La mayor¨ªa huyeron en lugar de tomar las armas que EE?UU les hab¨ªa facilitado en su nombre.

(¡­) Aun as¨ª, el franco reconocimiento de los errores del Gobierno de Bagdad debe compensarse con una evaluaci¨®n igualmente franca del enemigo al que se enfrenta ahora. Un ¡°califato¡± de EIIL en el territorio que el grupo controla en Siria e Irak se convertir¨ªa en un foco permanente de ataques terroristas en todo el mundo, incluidos los EE?UU, y una f¨¦rrea dictadura en la que los ¡°ap¨®statas¡± (...) se enfrentar¨ªan a una ejecuci¨®n sumaria. La tentaci¨®n de dejar que Irak se defienda a s¨ª misma es fuerte y, dados los antecedentes, comprensible. (...) Pero es problable que ello llevara una violencia sin fin a sus gentes y a otras muchas en el mundo. No hacer todo lo posible por evitarlo ser¨ªa una negligencia que los norteamericanos podr¨ªan lamentar profundamente.

Whasington, 12 de junio.