El cambio necesario

El Banco de Espa?a ha se?alado con claridad las condiciones en las que se desenvolver¨¢ la econom¨ªa espa?ola a medio plazo. Describe una fase incipiente de recuperaci¨®n, pero en la que el volumen elevado de desempleo y el no menos alto de endeudamiento (p¨²blico y privado) se reducir¨¢n de forma paulatina durante bastante tiempo. Como era de esperar, el banco insiste en una evidencia que el Gobierno parece reacio a admitir: la reducci¨®n comprometida del d¨¦ficit, desplazada al bienio 2015-2016, exige un ajuste equivalente a 2,5 puntos porcentuales del PIB que, de aplicarse, a?adir¨ªa un pesado lastre a la recuperaci¨®n en ciernes.

Este cuadro dista notablemente del optimismo que exhibe el Gobierno en sus explicaciones. M¨¢xime cuando el banco recuerda que la tasa de paro estructural ha subido en cuatro puntos durante la crisis y aparece ya como una amenaza significativa para la recuperaci¨®n. No obstante, ofrece v¨ªas de soluci¨®n para atajar los dos principales problemas de pol¨ªtica econ¨®mica (paro y endeudamiento). Propone una reforma fiscal profunda que desv¨ªe la presi¨®n tributaria desde los impuestos directos y las cotizaciones hacia la imposici¨®n indirecta. Reproduce b¨¢sicamente la conocida propuesta de los expertos fiscales, v¨¢lida si se consideran los grandes principios aunque con algunas carencias de detalle.

La econom¨ªa reclama a voces una reforma fiscal como apoyo a la recuperaci¨®n. Pero es una reforma dif¨ªcil, porque no se trata sencillamente de bajar impuestos, sino de reestructurar la pol¨ªtica tributaria con dos criterios b¨¢sicos: recaudar m¨¢s y conceder margen de maniobra a la acci¨®n presupuestaria. No son contradictorios con el deseo de bajar impuestos, siempre que se act¨²e de verdad contra el fraude fiscal (Espa?a tiene un problema alarmante de bases imponibles ocultas), baje la presi¨®n fiscal sobre las rentas medias en el IRPF, se reordene el IVA para que ingrese m¨¢s y se recorte la mara?a de las deducciones fiscales.

Es urgente bajar un volumen de deuda que cuesta cada a?o casi 40.000 millones en intereses; para ello, hay que aumentar el ahorro, y en esa tarea debe ayudar la pol¨ªtica fiscal. Si el Gobierno solamente considera rebajas fiscales con la vista puesta en las elecciones, comprometer¨¢ la pol¨ªtica econ¨®mica de los pr¨®ximos a?os.