El discurso del Rey Felipe VI

Un brillante discurso el del ya rey Felipe VI tras jurar ante nuestra Constituci¨®n, aplaudido en el Congreso de los Diputados, donde estaba representada la voz de las urnas. Unas palabras ovacionadas en la calle por las decenas de miles de ciudadanos que esper¨¢bamos por Madrid la salida de los nuevos reyes de Espa?a. Discurso hist¨®rico, pensando en el inter¨¦s general, en la honestidad, el buen trabajo, haci¨¦ndose eco de la pluralidad y la diversidad en la que cabemos todos dentro del proyecto integrador que es Espa?a, y con recuerdo a las v¨ªctimas del terrorismo y a los conciudadanos golpeados por el paro. Un discurso digno de elogio y admiraci¨®n de un joven Rey de todos y para todos. S¨®lo dos no han aplaudido y reconocido las frases reales para la historia: los presidentes auton¨®micos Mas y Urkullu. El nacionalismo perif¨¦rico sigue haci¨¦ndose notar y no reconoce que, cuando s¨®lo ellos entre el resto, son las ¨²nicas notas discordantes, el problema son solamente ellos. Ni queriendo, estos nacionalistas podr¨ªan restar importancia en esta inolvidable fecha tan hist¨®rica para el presente y el futuro de una naci¨®n que tiene en don Felipe VI, otro gran Rey para la historia. Buena suerte, Majestad. Su ¨¦xito, ser¨¢ el ¨¦xito de toda Espa?a.¡ª David Garc¨ªa.

Ya empiezan a aparecer comentarios sobre lo que nos ha dicho o ha dejado de decir Felipe VI en su discurso de proclamaci¨®n. Seguro que se vertir¨¢n r¨ªos de tinta sobre todo ello. A m¨ª personalmente me ha gustado aunque echo en falta la menci¨®n de temas muy importantes como podr¨ªa ser el de la falta en Espa?a de una justicia ¨¢gil y consecuente que funcione con la misma contundencia que en otros pa¨ªses europeos. Teniendo en cuenta, sin embargo, que el texto del discurso est¨¢ sometido al consentimiento previo del Gobierno, queda siempre la duda de lo que piensa realmente el Monarca y todos los comentarios sobre la no alusi¨®n a temas determinados son totalmente superfluos, pues nunca sabremos si estaban o no incluidos en el texto original.¡ª Jaime Llopis.