Petr¨®leo amenazador
La volatilidad vuelve a dominar el precio de la materia prima m¨¢s importante de la mano del ascenso del conflicto en Irak
Por si las incertidumbres que limitan la intensidad de la recuperaci¨®n econ¨®mica no fueran suficientes, ahora emerge el precio del petr¨®leo como uno con los que no se contaba en las previsiones de crecimiento de la econom¨ªa mundial. Despu¨¦s de un periodo de relativa calma, la volatilidad vuelve a dominar el precio de la materia prima m¨¢s importante, de la mano del ascenso del conflicto en Irak y de ca¨ªdas en el nivel de los inventarios en algunas econom¨ªas importantes. Irak es el segundo miembro de la OPEP con mayor producci¨®n, que alcanz¨® los 3,3 millones de barriles al d¨ªa en mayo. La inquietud sobre la cotizaci¨®n del crudo es creciente a pesar de que las posiciones tomadas por los rebeldes se mantienen por el momento lejos del sur de Irak, donde se concentra el 75% de la producci¨®n del pa¨ªs. La retirada de personal t¨¦cnico de algunas grandes empresas petroleras establecidas en ese pa¨ªs tampoco favorece una normalizaci¨®n r¨¢pida de la producci¨®n.
La Agencia Internacional de la Energ¨ªa ha alertado sobre el impacto del conflicto en la capacidad de bombeo y, desde luego, sobre el precio, que ha superado los 114 d¨®lares por barril en la ¨²ltima semana, por encima de esos 109 d¨®lares que se ha mantenido como referencia l¨ªmite en los ¨²ltimos doce meses. La modalidad West Texas Intermediate, m¨¢s relevante en Estados Unidos, tambi¨¦n ha registrado repuntes recientes. El descenso de los inventarios, particularmente en el principal consumidor mundial, Estados Unidos, ha desempe?ado un papel especial en la subida de precios. Ser¨¢ la evoluci¨®n de ese conflicto la que marque fundamentalmente el precio, aunque no cabe descartar limitaciones en la oferta distintas de la insurrecci¨®n de los rebeldes en Irak. El aumento en el n¨²mero de contratos en los mercados de futuros da cuenta igualmente de esa volatilidad, que podr¨¢ extenderse a las variables financieras.
La vulnerabilidad de la Uni¨®n Europea y de la econom¨ªa espa?ola en particular es significativa. La dependencia de las importaciones de gas y petr¨®leo es elevada. La ausencia de una pol¨ªtica energ¨¦tica com¨²n, basada en la seguridad y diversificaci¨®n de sus fuentes, no ha dejado de ser una advertencia repetida desde hace a?os; pero no se ha traducido en decisiones concretas de cierta significaci¨®n. A las tensiones descritas se a?aden las espec¨ªficas derivadas de la dependencia de las importaciones de gas de Rusia, de las que Europa depende de forma significativa, y su vinculaci¨®n con el conflicto en Ucrania. Son razones que vuelven a conceder prioridad al necesario reforzamiento de la pol¨ªtica energ¨¦tica com¨²n, a la necesidad no menos imperiosa de avanzar decisiones que fortalezcan tecnolog¨ªas nuevas orientadas a conseguir una mayor eficiencia, un mayor ahorro en el consumo de hidrocarburos.
La producci¨®n industrial y el transporte en Espa?a siguen manteniendo un consumo intensivo de derivados del petr¨®leo. Un encarecimiento significativo del crudo no solo limitar¨ªa la capacidad competitiva de algunos bienes producidos en Espa?a, sino que acentuar¨ªa el d¨¦ficit en la balanza comercial y por cuenta corriente y, en definitiva, volver¨ªa a situar a la econom¨ªa espa?ola como demandante neto de financiaci¨®n del resto del mundo.
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