Un pol¨ªtico de altura
Rubalcaba cierra una larga vida de actividad p¨²blica cuando se inicia la renovaci¨®n del PSOE
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba abandona definitivamente la escena espa?ola tras una larga trayectoria de servicios p¨²blicos, coronada por la inteligencia pol¨ªtica demostrada en la gesti¨®n del final del terrorismo de ETA y en los esfuerzos para evitar la ruptura de la pol¨ªtica catalana con la del resto de Espa?a. Persona con m¨¢s hechuras de hombre de Estado que de dirigente partidista, fue objeto ayer de una ovaci¨®n pr¨¢cticamente un¨¢nime de los presentes en el Congreso de los Diputados cuando su presidente, Jes¨²s Posada, hizo p¨²blica en el hemiciclo la renuncia de Rubalcaba al esca?o.
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Los elogios de ¨²ltima hora no pueden ocultar la realidad de que se hab¨ªa quedado sin espacio pol¨ªtico. Sus intentos de ejercer una oposici¨®n moderada se estrellaron contra un PP que no dej¨® de echarle en cara haber formado parte de los Gobiernos de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sin explorar de verdad la oportunidad de alcanzar pactos de Estado con la versi¨®n moderada del PSOE que ¨¦l representa. A su vez, el dirigente dimisionario se vio combatido por los sectores cr¨ªticos de su partido, que le atacaron por la prudencia de su proyecto y le atribuyeron intentos obsesivos de sostenerse en el poder, que le impidieron fortalecerse internamente tras la p¨ªrrica victoria obtenida contra Carme Chac¨®n en el congreso socialista de 2012. Su liderazgo no ha cuajado y, temido por unos y por otros, al final han conseguido sacarle de la pista y echarle de la carrera.
Constatado que los votos no alcanzan para mantener el suelo electoral del PSOE, ni tampoco una estructura institucional b¨¢sica, Rubalcaba deja definitivamente el campo libre cuando empieza la reorganizaci¨®n de su partido. El poder org¨¢nico en esa fuerza pol¨ªtica va tradicionalmente unido al poder parlamentario, lo cual explica que abandone la direcci¨®n del Grupo Socialista una vez que sea relevado de la secretar¨ªa del PSOE. No ha explicado, sin embargo, el porqu¨¦ de anticipar una decisi¨®n que deber¨ªa haber llegado en pocas semanas.
En todo caso, la retirada deja paso definitivamente a otra generaci¨®n. La suya, la de los protagonistas del PSOE de la Transici¨®n y de los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez ¡ªy en parte de los de Zapatero¡ª, se encuentra fuera del primer plano en una Espa?a en la que bullen otros problemas y otras personas. Simb¨®licamente acompa?a la retirada de don Juan Carlos, cuya abdicaci¨®n tambi¨¦n ha apoyado.
Rubalcaba deja atr¨¢s una prolongada carrera pol¨ªtica ¡ªingres¨® en el PSOE en 1974¡ª en la que se incluyen 21 a?os como parlamentario, el desempe?o de varios ministerios y la vicepresidencia del Gobierno. Antes hab¨ªa tenido otra vida de profesor universitario, premio fin de carrera en Qu¨ªmicas y atleta velocista, subcampe¨®n de Espa?a de los 100 metros. Al borde de los 63 a?os de edad, retirarse discretamente a la universidad tras una trayectoria tan prolongada dice mucho de su honradez personal.
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